Armas de mujer

EFE
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Juan Vidal sublima la dulzura y la sensibilidad femenina en una colección inspirada en la escritora Bárbara Cartland, mientras Juan Vidal tira de pasión y emociones sobre la pasarela

Armas de mujer - Foto: Ballesteros

Juan Vidal apostó ayer fuerte, una vez más en su propuesta para la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, con una colección en la que puso el foco en el rosa y que está cargada de «sensibilidad» y dulzura, sin caer en lo cursi. La femineidad es un «arma» que da poder a la mujer.

«Se puede vestir de rosa y ser de armas tomar», comentó Vidal, que se ha inspirado en la escritora inglesa Bárbara Cartland para confeccionar una colección «romántica». En el último trabajo del alicantino no faltan elementos sexis. Los lazos de sus vestidos se «ciñen» a la silueta y la candidez del estampado de un oso se rompe con un atrevido vestido lencero de encaje y seda.

Fascinado por el discurso de la escritora y el rosa permanente en su vestuario, Vidal supo cómo darle la vuelta a este color para no caer en el exceso, en monos de cuero y en vestidos acolchados.

Tinta las prendas de marrón, rojo, beige o gris «los tonos que más odiaba ella», comenta divertido, para crear junto a un elemento simbólico como el oso, fiel a la escritora que siempre tenía junto ella, un cándido estampado, que en el fondo no lo es tanto.

Otro de los encargados de llenar de tendencias la pasarela madrileña fue Marcos Luengo. La clave de  su éxito es la pasión y la emoción que lleva a su trabajo y eso se nota en sus prendas, como se vio en el desfile, donde mostró un discurso coherente con el que la moda española siempre sale ganando.

«La emoción es lo que vende», apuntó Luengo, que asegura que cuando otros están pensado en jubilarse él disfruta con lo que hace, lo vive «intensamente» y eso se nota en el resultado de su trabajo.

Pasión y entrega son las armas que utiliza a diario para crear sus colecciones que suele acompañar con un discurso coherente y muy personal. «Mi trabajo no tendría sentido sin mis clientas», asegura el diseñador que ha vestido varias veces a la Reina Letizia y también a Begoña Goméz, esposa del presidente del Gobierno.

En esta ocasión, su nuevo trabajo arranca con la búsqueda de «la sensibilidad y el cromatismo» de la pintura abstracta de Kike Garcinuño, una obra que estampa sobres sedas y terciopelos que se convierten en el hilo conductor.