Sabrosas tapas con dosis de optimismo

Patricia Martín
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'El fogón' de Monika Pachikia, Bar Tapitas.

Sabrosas tapas con dosis de optimismo - Foto: Rosa Blanco

Mónika Pachickia lleva 12 años viviendo en Segovia y hace dos años y medio decidió montar un bar «para tener un negocio propio porque me gusta la hostelería, la cocina y hablar con la gente». La elección fue un bar pequeño, muy conocido entre los vecinos del barrio del Cristo del Mercado, en la calle Los Arroyos, al que llamó Tapitas. Mónika Pachickia es polaca, por eso en su establecimiento se pueden probar varias especialidades de cerveza. «Una de ellas es mucho más fuerte que las cervezas españolas porque tiene nueve grados de graduación y la botella es de medio litro», explica Mónika. Una opción que se puede acompañar con salchichas polacas. 

La cocina de su país natal también está presente en el Tapitas porque suele preparar algunos guisos, para los aperitivos, sobre todo los fines de semana, como el Bigos, que se prepara a base de col fermentada, carne y ciruelas. En el bar Tapitas, Mónika también ofrece a sus clientes guisos tradicionales de la cocina española, entre sus pinchos, están los grandes clásicos como el morro, la oreja o lo  callos. Así como, las tortillas que, según el selecto criterio de sus clientes, «me salen muy bien».  

El Tapitas abre de lunes a sábado, a partir de las ocho y media de la mañana. Durante la mañana, Mónika se afana en preparar los desayunos con una buena selección de pinchos y aperitivos. Uno de los momentos más fuertes de la semana es el viernes, concretamente entre las 10.30 y las 11.30 horas, porque son mucho los que han convertido en un hábito gastronómico después del almuerzo a base de unos buenos huevos fritos con patatas. Otras especialidades son las tostas: la clásica de pan tumaca con jamón o de queso de cabra, cebolla caramelizada y foie. 

POR SU NOMBRE. Seguro que recuerdan la serie de tele de los años 80, Cheers, cuya banda sonora destacaba que era el bar donde «todo el mundo sabe tu nombre», pues esa máxima de la que hace gala Mónika Pachickia, conocer y llamar a sus clientes por su nombre. Le gusta tener con ellos un trato cercano para que el Tapitas sea «un sitio muy agradable donde mis clientes son como de la familia». El próximo mes de junio se cumplirá el tercer aniversario de este bar que, aunque está en un sitio «un poco escondido», poco a poco va siendo más conocido por los vecinos del barrio y también por las personas que trabajan en esta, entre la parte de arriba de la avenida de la Constitución y la ermita del Cristo del Mercado.  

OBRAS DE ARTE. El bar Tapitas cuenta con una zona de barra, cuatro mesas bajas y una alta. En las paredes, cuadros que han salido de las mismas manos que preparan los guisos y platos para los aperitivos y pinchos, las manos de Mónika. Asegura que siempre le ha gustado mucho la pintura, y como el año pasado dispuso de un poco más de tiempo, decidió ponerse manos a la obra y pintó varios cuadros para el bar, dándole un toque muy personal. Mónika Pachickia trabaja para que sus clientes se sientan muy a gusto, y prueben recetas polacas.