La Guardia Civil desplegó un espectacular operativo el pasado 25 de junio en Segovia con el objetivo de desarticular una banda dedicada al tráfico de drogas. En medio de grandes medidas de seguridad, llevó a cabo registros en viviendas de los barrios de Nueva Segovia, San Millán, San José y el Cristo del Mercado y detuvo a 16 personas, entre ellas el ladrón de las Coronas de la Virgen de la Fuencisla. Todo bajo la coordinación del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segovia, que se encargó de autorizar las inspecciones realizadas y que ahora ve cómo el caso podría cambiar de manos.

En el marco de la que fue bautizada como Operación Resurgir, por ser la primera dirigida por el jefe del Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga, el sargento Miguel Ángel Barbero, tras archivarse la investigación abierta contra él, el Aeropuerto de Barajas se convirtió en el escenario de la detención de uno de los integrantes de la banda a la que seguía la pista la Guardia Civil. En concreto, se trataba del responsable de transportar la droga desde Colombia y fue cazado a su regreso a Madrid con  11,370 kilos de cocaína «de extrema pureza» –según remarcaron los investigadores ocultos en dobles fondos de maletas. Una droga que después se distribuía en Segovia, Leganés (Madrid) y Miranda de Ebro (Burgos) al menos.

Abogados de algunos de los investigados se han apoyado en el carácter internacional de la organización y en que su ámbito de actuación se encontraba repartido en varias provincias para solicitar que el procedimiento sea traspasado a la Audiencia Nacional. Así lo han confirmado a El Día de Segovia fuentes judiciales, que subrayan que el objetivo de los letrados con este movimiento sería conseguir penas más leves para sus representados al estar acostumbrado el tribunal con jurisdicción en todo el territorio nacional a juzgar a grandes bandas criminales, en contraste con la desarticulada en Segovia, compuesta mayoritariamente por delincuentes comunes.

Aún no hay una decisión al respecto. De respetarse la competencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segovia, los investigados serán sentados en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial y tendrán que responder a toda la información recopilada por la Guardia Civil, que también resolvió un asesinato dentro de esta operación.  Un miembro de la organización que se encargaba de la custodia de la droga apareció muerto en el río Ebro en Miranda. Otro integrante de la banda le había disparado y le dejaron agonizar hasta morir.

Una de las abogadas de los investigados en la causa se ha puesto en contacto con esta redacción y ha subrayado las dificultades para que el procedimiento pase a la Audiencia Nacional. Ha indicado que habría sido necesario que la droga incautada en Barajas hubiera sido custodiada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Segovia para abrir la puerta a que se planteara una cuestión de competencia con la Audiencia Nacional. Y de la detención y la sustancia intervenida en el aeropuerto se hizo cargo un juzgado de Madrid.