"La recesión económica la pagarán nuestros hijos"

A.M.
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Ingeniero Informático, este burgalés de padres extremeños ha desarrollado su trayectoria profesional en Caja Rural de Ciudad Real o el Banco de Santander, entre otras entidades. Tomó posesión de su actual cargo el 15 de noviembre de 2007

José María Chaparro - Foto: Rosa Blanco

José María Chaparro Tejada (Burgos, 1973), director general adjunto de Caja Rural-Caja Viva, asegura en esta entrevista que los desequilibrios estructurales del país, como consecuencia de la pandemia, «los vamos a arrastrar durante muchos años, incluso algunos los van a pagar nuestros hijos» y añade que «los efectos se están dejando sentir fuertemente y crean mucha incertidumbre, cuanto más tarde en llegar una solución para el problema sanitario, mayor será el número de negocios que cierren». Si se observa el comportamiento intertrimestral de los sectores que más influyen en la economía segoviana, a su juicio, «vemos que la agricultura es la única que mejora, aproximadamente un 5%, pero el desplome del sector servicios, sobre todo de aquellos que requieren interacción social es muy grande».

Este año que, sin duda, ha sido irregular para todo el mundo, ¿cómo la ha ido a Cajaviva Caja Rural en Segovia? 

Está siendo un año marcado por la pandemia y en el caso de Segovia, nos hemos visto muy afectados desde el principio de la misma con una severidad importante y eso hace que ahora en lo sanitario estemos menos mal que el resto de Castilla y León, pero en lo económico, dado que las restricciones son iguales para todos, el castigo no se ha visto mitigado, más bien, todo lo contario. Estos factores emanados de la crisis sanitaria se han propagado rápidamente en la economía segoviana y los efectos se están dejando sentir fuertemente y crean mucha incertidumbre, que es uno de los factores que más dañan la economía.

Cajaviva fue en la anterior crisis una de las pocas entidades financieras que ayudó proactivamente a las familias y a las empresas cuando otros estaban preocupados por su propia supervivencia. Luchamos poniendo todos nuestro capital humano y económico para que en Segovia no se perdieran proyectos viables, y lo hicimos sin ayudas estatales, creando empleo y dando beneficios. Nuestro equipo humano está más entrenado en situaciones críticas y Cajaviva es más fuerte y más grande gracias a la integración con Caja Rural de Burgos en 2012.

En la primera ola organizamos toda la entidad para proteger la salud de nuestros clientes y profesionales, y en paralelo los equipos de negocio, organización y riesgos trabajaron duramente para poner en marcha la gestión remota de los clientes durante el confinamiento y todas las medidas de apoyo a empresas y familias.  Gracias a la tenacidad y el compromiso de los profesionales de la red de oficinas de Cajaviva no tuvimos que cerrar ninguna.  Esto nos ha permitido, desde apoyar al sector primario tramitando las ayudas de la PAC mientras ellos producían para que no faltaran alimentos durante el confinamiento, hasta formalizar cientos de millones de euros en préstamos ICO, Iberaval o préstamos con recursos de la entidad. También hemos ayudado a las familias con las moratorias de préstamos hipotecarios y personales, anticipando los días de pago de las prestaciones y pensiones… 

¿Se consolida su posición en esta zona?, ¿prevé algún tipo de expansión? 

Cajaviva ha ganado cuota de mercado año tras año y estamos muy consolidados en Segovia. El año pasado el sistema financiero creció un 4,91% en recursos y nosotros un 5,36%. Por otro lado el sistema financiero redujo los préstamos concedidos en un 3,17% y Cajaviva creció un 5,82%.  Hay otro dato importante, Cajaviva tiene una cuota de oficinas del 23% en Segovia, seguido de lejos por el tercer competidor que tiene un 13% y está anunciando que va a cerrar a nivel nacional el 33% de su red. Por otro lado, el primero sería el resultado de la fusión de CaixaBank y Bankia, y se da el caso de que Segovia está entre las nueve provincias en las que solapan más oficinas, por lo que se deduce claramente que para conseguir las sinergias de fusión van a realizar cierres. Esto hace que incluso se mejore nuestra cuota y nos coloque favorablemente para seguir consolidando nuestra posición.

Dada la situación en que nos encontramos, una de las tendencias es que ha aumentado la inversión crediticia, ¿de qué niveles estamos hablando? 

En el presente ejercicio, nuestra tasa de crecimiento interanual a septiembre supera el 9%. Esto confirma que es una tendencia al alza y viene motivada por las necesidades de financiación de las empresas para hacer frente a la pandemia. Sin duda aquí, el impulso de las líneas ICO Covid-19, así como de Iberaval han tenido mucho que ver con estos crecimientos que se están observando en el sistema financiero. De momento se han mostrado como una de las medidas más eficaces, junto con los ERTE,s, de cara a mantener el tejido productivo y el empleo, no en vano, stos días, ha pasado por Consejo de Ministros la mejora y ampliación de las medidas.

Sin embargo, parece que el conjunto de las familias han ahorrado más porque puede que se hayan frenado en el gasto... 

En general las familias que pueden están ahorrando porque las circunstancias no alientan el consumo, las limitaciones de movimiento hacen que tengamos menos necesidades y menos oportunidades para consumir. Por otro lado el miedo a perder el trabajo invita a la prudencia. Esto se refleja en el importante incremento de los recursos gestionados de clientes que estamos teniendo, pero también estamos viendo una activación del mercado hipotecario en aquellos sectores de población que no se han visto afectados económicamente y quieren mejorar sus condiciones habitacionales. Esto nos está llevando a seguir concediendo hipotecas, pero enfocadas a viviendas más grandes y espaciosas e incluso a conceder autopromotores.

Desde un observatorio como el suyo, ¿cómo están soportando los segovianos la situación?, ¿han perdido ingresos?, ¿habrá quién tenga que cerrar su  negocio? 

En términos generales, la austeridad que caracteriza a los castellanos hace que la resiliencia sea mayor, ya lo observamos en la anterior crisis, pero es claro que el deterioro económico está dañando las economías familiares. La estructura económica de la economía segoviana, muy focalizada en el sector servicios, sobre todo en aquellos vinculados a la relación social, como puedan ser el turismo y la hostería, hace que se pierdan muchos ingresos por la pandemia. Esto se está viendo atenuado por las medidas de protección social que se están usando con intensidad, sobre todo los ERTE,s y las moratorias hipotecarias. Mientras el Estado, las empresas y la banca puedan mantener estas medidas se parará gran parte del golpe. Otras circunstancias viven las familias que ya estaban en paro o estén agotando el mismo, porque a pesar de que en Segovia la tasa de paro precovid no era alta, la esperanza de encontrar un trabajo en una economía tan dañada es baja. Ya se están cerrando negocios y se seguirán cerrando. Cuanto más tarde en llegar una solución para el problema sanitario, mayor será el número de negocios que cierren. 

Los economistas prevén  que el PIB provincial va a sufrir caídas del 13,4% unas décimas por encima de la media nacional, mientras que le recuperación va a ser más lenta, ¿comparte esta hipótesis? 

Las previsiones de caída del PIB nacional van desde las más optimistas que son las del Gobierno y reflejan una caída del 11,3% y las más pesimistas, que son las recientes del Fondo Monetario Internacional, que pronostican una caída del 14,1%. Nuestro consenso está más alineado con el escenario más extremo del Banco de España, que pronostica una caída del 12,6%, incluso pensamos que dada la profundidad de esta segunda ola y la restricciones a la movilidad podría ser algo peor. 

Por lo que respecta a Segovia, sí que pensamos que la caída del PIB pueda ser mayor teniendo en cuenta, que según los últimos datos que tenemos, el 71,13 % de la producción se apoya en el sector servicios, el 13,60 % en industria, el 10,34 % en construcción y el 4,93 % en agricultura. Si observamos el comportamiento intertrimestral de los  sectores que más influyen en la economía segoviana, vemos que la agricultura es la única que mejora, aproximadamente un 5%, pero el desplome del sector servicios, sobre todo de aquellos que requieren interacción social es muy grande. Si comparamos el tercer trimestre del 2020 con el mismo del 2019, el sector servicios ha caído un 22% y estamos hablando del trimestre del desconfinamiento y de todos los servicios, si nos ceñimos a los de interacción social, la caída es mucho mayor. A esto hay que añadir que parar todo el canal Horeca tiene implicaciones importantes en el resto de sectores. Una caída del 13,4% es absolutamente factible e incluso podría ser peor dadas las restricciones de movimiento imperantes en esta segunda ola. La recuperación no tiene por qué ser más lenta que en el resto del país. Si somos capaces de mantener vivo el tejido productivo, la recuperación puede ser incluso más rápida. Esto va a depender del tiempo que tardemos en solucionar la crisis sanitaria.

En qué medida puede repercutir en las entidades de ahorro y bancarias la crisis derivada de la pandemia, aunque se trata de una situación diferente de la registrada en 2008, ¿tienen energía para soportarla? 

El sistema financiero se encuentra mucho más fuerte y más preparado que en anteriores épocas y si los supervisores y los Estados no fallan, haremos nuestra labor bien, a pesar de tener frentes propios, como el derivado de la pérdida de rentabilidad por los tipos de interés negativo y la consecuente aceleración de la digitalización para ahorrar costes.  

Si me permite hacer un paralelismo, en lo económico también hay empresas y familias en planta, y otras en la UCI, y nosotros formamos parte del personal sanitario económico. Por eso y por otros factores nos declararon sector esencial y nuestro trabajo es más importante que nunca. Al igual que en el sector sanitario, en el financiero hay grandes profesionales y mientras contemos con los medios necesarios vamos a seguir luchando para que empresas y familias superen el Covid. Las plantas y las UCI,s económicas son más flexibles que las hospitalarias. Ojalá las primeras fueran tan rápidas de implementar y de ampliar como las económicas.

Algunas decisiones están tensionando sectores como el turismo y la hostelería, básicos en Segovia, ¿en qué medida repercute sobre el resto de la economía?,  ¿habría que ir a un confinamiento total de la población?

La repercusión de las medidas de restricción de la movilidad y apertura de negocios está tensionando muchísimo al turismo y hostelería, y efectivamente tiene consecuencias directas e indirectas en otros sectores. Parar los hoteles, restaurantes y cafeterías implica parar gran parte de las ventas de alimentos y bebidas, parar la demanda de servicios de limpieza o lavandería. Por otro lado, restringir el movimiento entre provincias y la llegada de turismo hace que la viabilidad de tener los negocios abiertos sea baja. Ambas medidas tienen unas consecuencias devastadoras para provincias como Segovia. Estoy muy lejos de ser un especialista en pandemias, por lo que no me queda más remedio que pensar que si se está obligando a cerrar un negocio es para anteponer el bien común al individual, que la máxima de los servicios de prevención. No obstante echo de menos dos cosas, la primera es un dato claro de la tasa de contagios en los establecimientos hosteleros que justifiquen su cierre y lo segundo es una ayuda directa a dichos negocios, porque les están obligando a cerrar después de haberles obligado a invertir en medios para hacer sus locales seguros. 

El sector asegura que en bares y restaurantes se produce menos de un 3,5% de los casos Covid y en comunidades autónomas vecinas no se ha cerrado la hostelería y están bajando las tasas de infección a mayor ritmo que otras que sí que la han cerrado. Son problemas complejos que tienen variables que escapan a mi conocimiento.

¿Cómo se imagina la situación postcovid después de pérdida de ingresos, aumento del paro y endeudamiento público?, ¿cuánto tardaremos en remontar? 

Las incógnitas son tantas, que eso entra dentro de la economía ficción. Cuando se miden los impactos de una crisis hay que medir la severidad (el daño que causa) y la duración. Cuando aparece un evento como el de las vacunas de Pfizer, Moderna y Biontech, que parece indicar que acorta el tiempo, también salta  la euforia. Todo apunta a que a lo largo del 2021 se empezará a solucionar el problema sanitario y eso dará el pistoletazo de salida para trabajar con fuerza en la recuperación. Se verán grandes tasas de crecimiento del PIB, pero tengamos presente que recuperar los puntos que se han quedado por el camino puede llevarnos fácilmente hasta el 2023 según el FMI. Eso teniendo en cuenta que se avance en la vacuna en el 2021, que lleguen en tiempo y se apliquen adecuadamente los fondos comprometidos por Europa y otras muchas incógnitas que hay que resolver. Aun así los desequilibrios estructurales del país los vamos a arrastrar durante muchos años, incluso algunos los van a pagar nuestros hijos.

¿Se puede obtener alguna enseñanza de toda esta tragedia humana y económica? 

De la historia hemos aprendido que la humanidad ha superado pandemias peores. La Covid-19 tiene una tasa de mortalidad del 0,01% (muere 1 de cada 10.000 personas). Aquí en Segovia lo sabemos bien. De una manera u otra todos hemos sido afectados por este virus y ninguno podemos asegurar individualmente que lo vamos a superar, pero podemos estar seguros que como sociedad, sí que lo haremos.

Durante estos meses no he parado de pensar en una frase que escuché de boca del sacerdote que ofició la misa funeral de nuestro querido compañero Ángel Luis Casado, el día 24 de septiembre de 2018, y que decía así: «Alcanza tanto el ser humano hoy en día, que se nos olvida lo frágiles que somos». Creo que refleja muy bien la principal enseñanza de esta tragedia.

¿Dada su presencia en el medio rural, ¿cómo se están comportando el sector primario?  

Las cosechas de cereal, girasol, colza, patata, maíz, remolacha y uva han sido satisfactorias en cantidad y calidad, e incluso en muchos casos, el precio ha acompañado. Por lo que respecta al sector ganadero, los que tienen más problemas son el ovino, el caprino, el vacuno y en la parte del porcino los lechones para restauración. Por todo ello, en media, podemos decir que el sector primario sólo se ve afectado en productos de mayor consumo en hostelería, y por lo demás va bien. Los profesionales del campo y la ganadería también están dando un ejemplo de fortaleza y saber hacer en esta crisis, tal vez porque saben vivir en una crisis casi permanente.  Esto hay que destacarlo, porque nos olvidamos de que comemos gracias a ellos.