Segovia triplica los casos pero a salvo del confimamiento

Nacho Sáez
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Sanidad rebaja el nivel de alerta por el «buen funcionamiento» del sistema de vigilancia epidemiológica, aunque llama a la ciudadanía a extremar las medidas de precaución.

La avenida del Acueducto, en una imagen reciente. - Foto: Rosa Blanco

En su gestión de la pandemia, la Junta de Castilla y León no ha escatimado en cautelas y en llamadas al orden a la ciudadanía para tratar de contener la expansión del virus, pero a lo largo de esta última semana ha querido aflojar un poco la soga. Primero a través de su directora general de Salud Pública, Carmen Pacheco, que este miércoles tuvo que salir al paso de la confusión creada por los mapas de colores que la Administración autonómica comparte cada día en su portal de transparencia: descartó que hubiera zonas básicas de salud en riesgo de confinamiento. De enviar el segundo mensaje de tranquilidad se encargaron este jueves el vicepresidente, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quienes aseguraron que Castilla y León no está en la misma situación que otras comunidades, aunque «existen casos por goteo».

Esa es la realidad del presente. El horizonte incluso más próximo nadie se atreve a tratar de adivinarlo. «Esperamos que la transmisión del virus siga siendo localizada, pero no se puede descartar nada», señalaba este jueves en conversación telefónica con El Día de Segovia el jefe del Servicio Territorial de Sanidad en Segovia, César Montarelo, que en estos días de continuos rebrotes y aumento de los contagios considera que también hay motivos para el optimismo.

Montarelo destaca en primer lugar el «buen funcionamiento» que está demostrando el sistema de vigilancia epidemiológica. Es decir, esos rastreadores que se encargan de localizar y aislar a los contactos de cada positivo que se registra. «No estamos en la misma situación que en mayo. El 70 por ciento de los casos son asintomáticos y el 30 por ciento tienen un cuadro de la enfermedad más avanzado. En los primeros meses de la pandemia, esos porcentajes eran al revés», remarca. Ese factor y el descenso en la media de edad de los contagiados hacen pensar al jefe del Servicio Territorial de Sanidad que el Hospital General «debería sufrir menos presión», aunque matiza que «cuanto más extendido esté el virus, más fácil será que llegue a los mayores, que son el colectivo más vulnerable».

Comunidades como el País Vasco o Extremadura ya hablan abiertamente de segunda oleada, mientras que Castilla y León lo rechaza «porque en ningún momento se acabó la primera», pero fuera de discusiones terminológicas  los datos revelan que la curva ha vuelto a subir, especialmente en las dos últimas semanas. En toda España y también en Segovia, a pesar de que al cierre de esta edición era la provincia de  Castilla y León con menos brotes activos (seis). De los 18 positivos que registró en la semana del 17 al 23 de julio ha pasado a 61 –más del triple– en los últimos siete días, con un progresivo crecimiento que alcanzó su punto culmen este jueves con 19 casos en 24 horas.

No se escapa de la luz roja que ha comenzado a encenderse en el territorio nacional, pero el análisis de los datos que ofrece la Junta por zonas básicas de salud ofrece razones por la esperanza. En las dos primeras áreas en la que se declararon brotes, la evolución al menos hasta ahora ha sido positiva. En El Espinar, el jueves 4 de agosto había cinco contagios y al cierre de esta edición, dos, mientras que en Cuéllar –que tenía todas las miradas puestas por su cercanía respecto a Íscar y Pedrajas de San Esteban y por haber sido el epicentro de dos brotes– se han incrementado los casos de nueve a 14 en la última semana pero sin que se hayan descontrolado como en Aranda.

El jefe del Servicio Territorial de Sanidad en Segovia alude a la crudeza con la que la covid-19 golpeó a la provincia en marzo, abril y mayo como uno de los factores que explican la menor incidencia que está teniendo en este mes de agosto respecto a otros territorios. Aunque hasta este jueves había seis zonas en naranja (y subiendo), aún son mayoría las que permanecen en una situación estable. En Cuéllar, Fuentesaúco, Cantalejo, Sacramenia, Villacastín y Navafría, la Junta recomienda restringir al máximo el contacto social, evitar las reuniones de más de diez personas y limitar la exposición en lugares cerrados. La razón, que cada una ha registrado más de cinco positivos por cada 10.000 habitante en los últimos siete días, aunque la propia Administración autonómica ha desmentido que se encuentren en riesgo de confinamiento.

Las áreas básicas de salud de San Ildefonso, Nava de la Asunción, Sepúlveda, Carbonero el Mayor y Segovia II-La Albuera son las que se encuentran libres de coronavirus, aunque Montarelo insiste en que no se puede bajar la guardia. Por eso, llama a que todas las personas que experimenten síntomas se aíslen inmediatamente y se pongan en contacto con su centro de salud para que les practiquen la PCR. Igualmente pide a quienes hayan estado en contacto con un positivo que guarden cuarentena de al menos diez días aunque la prueba que se les realice dé negativo.

Evitar el escenario de la transmisión comunitaria constituye la prioridad de las autoridades sanitarias, que lo ven como el eje fundamental para mantener el Hospital General en unos niveles normales de presión asistencial. Este jueves no había pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos por el coronavirus y sí seis en planta, aunque en este último caso no se habían producido variaciones demasiado significativas a lo largo de la semana. 

Las residencias de mayores también reproducen ese escenario de estabilidad. No registran un fallecimiento por coronavirus desde el 20 de julio y tan solo mantienen un positivo activo. Pero no está de más una nueva llamada a la prudencia. Especialmente en el medio rural, donde el jefe del Servicio Territorial de Sanidad observa los principales riesgos «por la afluencia masiva de vecinos y visitantes que tienen en verano». «Segovia capital quizás se está manteniendo a salvo de brotes porque hay menos gente y no está teniendo el turismo de otros años», concluye Montarelo.