Segovia ya es desde este viernes la primera provincia de Castilla y León, junto con Ávila, donde la Junta levanta la prohibición de apertura que pesaba desde el 6 de noviembre sobre todos los establecimientos hosteleros, centros comerciales y deportivos de la Comunidad. Bien pudo suceder antes, dado que el umbral para iniciar la desescalada se ha fijado en 400 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y Segovia ya estaba en esas cifras en torno al 20 de noviembre, aunque el dato no se consolidara y oficializara hasta el pasado lunes. Ávila, de hecho, pasó el corte el miércoles (fue cuando se aprobó el levantamiento de esas últimas restricciones) sin que su tasa estuviera oficialmente aún por debajo de 400, hecho que, eso sí, se produjo al día siguiente, mientras Segovia ya se situaba con una IA14 consolidada de 324,56 que, además, lleva tendencia de bajar al entorno de los 200 la próxima semana.

El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, afirmaba este jueves que confía en que «la gran mayoría» de la Comunidad pueda dar el mismo paso que Segovia y Ávila en vísperas del puente gracias a la tendencia de descenso de la incidencia que están registrando las demás provincias, aunque suena difícil cuando Salamanca, el jueves, aún era la única de las siete restantes con una IA14 inferior a 500, mientras Valladolid y Burgos, las que peor están, rozaban o rebasaban el millar. Y Segovia, entretanto, con una evolución que le permite aspirar a que entonces su nivel de alerta baje por fin del 4 al 3. Aún está por verse porque la situación es tan cambiante que un mal día, un brote masivo u otras cuestiones que disparasen los contagios de nuevo tirarían al traste semanas de mejora, pero ahora mismo la evolución es buena. 

Cierto que el confinamiento perimetral se ha endurecido y Segovia solo tiene movilidad con Ávila desde este viernes, pero ha sido para proteger a estas provincias del resto de la región por tener mejores datos y menos restricciones.

Segovia apunta a bajar de nivel de alerta la próxima semana

No en vano, en todo el país sólo hay 13 provincias (de 52) con una tasa de incidencia acumulada en 14 días mejor que la de Segovia; y si se pone el foco sobre tasa la de los últimos 7, según datos actualizados hasta el martes, sería la octava, con Madrid como el territorio con menos covid de la España peninsular.

Más aforos. Estar antes o después en un nivel de alerta u otro no es un tema menor. El sistema vigente de control contempla una serie de indicadores como la incidencia acumulada de casos a 7 y 14 días entre la población en general y entre los mayores de 65 años en particular, la positividad de las pruebas diagnósticas y la ocupación hospitalaria en planta y UCI. A partir de estas variables y los umbrales que se han fijado para cada una se define si un territorio se encuentra en una situación de riesgo extremo, alto, medio, bajo o ‘nueva normalidad’, y asociadas a cada nivel hay distintas restricciones preestablecidas.

Bajar al nivel 3, entre otras cuestiones, supone para los establecimientos hosteleros poder ampliar su aforo en interior a más del doble del que se les permite desde este viernes. Actualmente pueden utilizar un 33% del aforo, concretamente, y en alerta 3 el porcentaje sería del 75% en salas de hasta 40 comensales y del 50% en las más grandes. Los clientes, eso sí, seguirían sin poder consumir ni de pie ni en barra.

Los aforos máximos permitidos subirían también en los cines del 33 al 50%; igual que en las bibliotecas, donde las actividades en grupo se podrían desarrollar con hasta diez personas en lugar de seis. Asimismo, en instalaciones deportivas convencionales y centros deportivos, donde el aforo está actualmente en el 33%, pasaría a ser del 50% en espacios al aire libre y seguiría en el 33% en espacios cerrados, pero ya sin el límite de seis personas.

¿Pero qué tiene que pasar para que Segovia baje al nivel de alerta 3? La tabla de indicadores de riesgo (o ‘el semáforo’, tal y como se le viene llamando de forma coloquial) incluye ocho variables principales repartidas en dos bloques, uno relativo al grado de transmisión del virus y otro sobre la situación hospitalaria. En el primer bloque se recogen seis variables, en el segundo las otras dos, y para no bajar a alerta 3 deberían seguir en alerta 4 al menos dos variables del primer bloque y una del segundo.

Dicho esto, con los datos oficiales de este jueves, Segovia ya tenía en niveles por debajo de la alerta 4 los porcentajes de ocupación de camas en planta y UCI del hospital, que son las dos variables del segundo bloque. Y dentro del primero, ya cumplía con lo establecido en cuanto al porcentaje de pruebas que resultan positivas y la tasa de incidencia de casos acumulados en 7 días. Le quedaba la incidencia acumulada en 14, pero ésta ya apunta a descender de manera notable para la próxima semana; y está por verse qué ocurre con las variables de incidencia a 7 y 14 días entre la población de más de 65 años, que son la que arrojan peores datos en Segovia. Sobre todo, como consecuencia de los más de 100 positivos contabilizados en las residencias del Espinar y Cuéllar afectadas por sendos brotes de covid-19 desde principios de mes, hasta el punto de que ya acumulan cinco y dos fallecidos, respectivamente.

Notable mejoría. El jefe del Servicio Territorial de Sanidad, César Montarelo, valora que la situación «ha mejorado mucho» y también que ese ritmo de mejoría está siendo «más evidente que en otras partes», pero llama a no relajarse. «Tenemos que seguir bajando la incidencia, no podemos olvidar que la nueva normalidad (alerta 0) se establece en menos de 10 casos por cada 100.000 habitantes y no podemos bajar la guardia si estamos en 80», subraya. En realidad la IA7 de la tabla de indicadores de riesgo todavía estaba el jueves por encima de 100, pero con datos pendientes de registro que la harán descender. 

Montarelo destaca además que en 176 de los 209 municipios de Segovia no ha habido ningún caso en la última semana, incluidos ocho de los que tienen más de 1.000 habitantes, si bien la incidencia sigue siendo muy alta en pueblos y zonas básicas como Cuéllar, El Espinar, Sepúlveda y Cantalejo (noticia detallada en este enlace).

«Hacer las cosas bien no es garantía de éxito, pero sí una condición importante», añade el gerente de Asistencia Sanitaria, Jorge Elízaga, al analizar los motivos por los que Segovia, en esta segunda oleada, se está comportando mejor que el resto de la Comunidad y que buena parte del país. «Nosotros supongo que intentamos hacer lo mismo que los demás: diagnósticos lo más precoces posibles, estudios de contactos fiables con cuarentenas rápidas y bien cumplidas por los ciudadanos, compromiso de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, comprensión por parte de la ciudadanía y los empresarios… Además, habrá influido una mayor afectación en la primera fase de primavera y algunos otros aspectos que me dejo o no conocemos. Hay muchos condicionantes». El de la afectación parece importar y mucho en la que fue la segunda provincia europea con más mortalidad durante la primera ola, y coincide que otras provincias del país coinciden en llevar tendencias parecidas.

Elízaga, sin embargo, observa «con mucha precaución» la desescalada. «No quiero que recuperemos una situación parecida a la del verano, cuando mucha gente pensó que esto ya estaba superado y pasamos a una casi normalidad. Todavía hay una incidencia alta y, si no respetamos las medidas de aforos y reuniones, sigue habiendo asintomáticos que pueden contagiar y daremos pasos hacia atrás muy rápidamente».

Tampoco puede ignorarse que la incidencia sigue bajando, pero la mortalidad aún no. El hospital suma 12 pacientes con covid fallecidos este mes y la estadística de mortalidad covid global de la Junta ya iba por 37 en Segovia con datos del 1 al 24 de noviembre, contando fallecidos en residencias, domicilios u otros centros además del hospital. Va camino de superar la mortalidad de octubre (40) y duplicar la de septiembre (22); y en total, 715 muertes en el balance covid de esta provincia desde que se desató la mayor tragedia sanitaria en un siglo.