"Javi se ve capaz de subir un par de puntos más"

Nacho Sáez
-

El nuevo entrenador de Javi Guerra habla de los objetivos que se han marcado, con los Juegos Olímpicos como punto culmen, y destaca la «potencialidad fisiológica» del maratoniano segoviano.

Jesús Álvarez-Herms. - Foto: DS

No se puede decir que Javi Guerra sea un deportista conformista. En el año en el que ha levantado su tercer título de campeón de España de maratón  y sellado su segunda clasificación para unos Juegos Olímpicos, se ha atrevido primero a cambiar de equipo y, ahora, de entrenador. Jesús Álvarez-Herms (Barcelona, 7 de mayo de 1980) será quien guíe sus próximos pasos tras haber puesto fin a su vinculación con Antonio Serrano, el gurú de su feliz salto a la maratón.

«Estoy aprendiendo a reconstruirme, a reinventarme y a reilusionarme», escribió Guerra en la publicación en Instagram en la que compartió la noticia. En esta entrevista, su nuevo técnico habla de los desafíos que afrontará, cómo será su preparación y cuál fue el origen de este proyecto que ahora inician.

¿Cómo se conocieron?

Javi Guerra, en una imagen reciente.Javi Guerra, en una imagen reciente. - Foto: Nacho Valverde Ical

Todo surgió porque yo desarrollo formación en diferentes entidades y universidades, y se organizó un curso de entrenamiento en hipoxia para deportistas con el Colegio de Licenciados en Educación Física de Castilla y León Le pedí [a Javi] que diera una charla de su experiencia práctica con la altitud y quedamos un día para hablar en Venta Magullo. Me contó que utilizaba la altitud pero desde un punto de vista diferente al mío. Le expuse cómo yo trabajaba y empezamos. Le programé varios ciclos de hipoxia para la Maratón de Sevilla de este año. Él también es un deportista curioso al que le gusta saber de su propio entrenamiento y se fue generando una amistad y una complicidad.

¿Qué cree que busca Javi con el cambio de entrenador?

Yo creo que busca poder llegar al máximo de sus posibilidades sabiendo que es difícil. Respeto mucho a Antonio Serrano, que es un gran entrenador y tiene una gran trayectoria, pero es un modo diferente de trabajar, de ver el entrenamiento, y creo que [Javi] ha apostado por creer en el método. Básicamente es una apuesta personal, más allá de que yo no soy muy conocido a nivel mediático. Dentro de mi área sí que soy conocido, pero no me prodigo mucho en redes sociales. Los deportistas acaban llegando a mí por el boca a boca con otros deportistas. Él ha apostado fuerte por el hecho de que cree que se pueden subir un par de puntos más y conseguirlo con la metodología que yo llevo a cabo.

"Javi se ve capaz de subir un par de puntos más"

Habrá quien considera que asume un riesgo innecesario teniendo en cuenta que no ha fallado en prácticamente ninguna de las maratones que ha corrido estos años.

En la vida siempre hay riesgo, nunca sabemos lo que puede pasar. Puede haber una lesión, una enfermedad... Pero la vida es un poco así, hay que arriesgarse, los objetivos que nos hemos planteado se pueden conseguir y llevamos trabajando diez meses. Para Sevilla yo tuve un papel importante ayudándole a reajustar sus cargas; controlar sus variables; en varios puntos pudimos ver una disfunción fisiológica que, si no la hubiéramos detectado, no habría llegado bien a Sevilla posiblemente... Y él ha ganado confianza con estas cosas. Me refiero a que el deportista de élite no es tonto. Javi lleva veinte años de profesional y ha tratado con todo tipo de entrenadores. Yo no le he puesto una pistola en la cabeza. Sabe lo que le puedo aportar y a partir de ahí ha decidido. Yo sí que le planteé la situación. Le dije que lo que decidiera iba a estar bien, pero que tenía que quedar claro. Yo soy entrenador de atletismo también y puedo ejercer la misma labor que Antonio [Serrano], pero tenía que decidir si le llevaba Antonio o yo porque era incompatible con que yo le estuviera modificando entrenamientos. Pero no era mi intención máxima llevar a Javi porque no quiero enemistarme con Antonio.

¿Cómo le ve ahora?

Le veo bien. A nivel personal a lo mejor tiene ahora una situación un poco complicada, pero a nivel físico yo le veo muy bien. Está realizando unos entrenamientos muy muy buenos, ya desde hace un par de meses que salió del confinamiento, y la verdad es que le veo centrado, aprendiendo la metodología nueva y con capacidad de buscar retos muy importantes. A nivel de marcas españolas de todos los tiempos y de buscar un plan para Tokio, que va a ser una competición muy exigente por las condiciones climáticas. Si lo trasladan a Saporo parece que van a ser menores, pero no dejan de ser duras porque al final, en comparación con Segovia, nos encontramos con un clima de 80 por ciento de humedad y una temperatura elevada que lo van a hacer complicado.

¿Qué están preparando para los Juegos?

Todas esas condiciones no se entrenan al uso. No es hacer 2h8m y con eso quedas entre los diez primeros. Allí va a ser un poco como en Doha, que hizo mucho calor. Va a ser supervivencia. Hay que tener un plan, hay que generar unas adaptaciones a largo plazo que ya hemos empezado a hacer para adaptarse a las condiciones de deshidratación extrema, de termoregulación muy muy importante. Al final se puede ganar con 2h10m, pero a lo mejor equivalen a 2h06m en condiciones normales. Hay que prepararlo no tanto en ritmos como en condiciones fisiológicas. Saber gestionar pérdidas de sudoración de un litro y medio por hora. Esos componentes son sistémicos. El músculo que más trabaja en ese caso es el riñón. O el hígado para filtrar todas las toxinas y la acidosis que se genera. Todo ese trabajo no se hace en tres meses o en cuatro semanas. Para ir allí y rendir como los mejores del mundo se requieren ocho o diez meses, que es lo que estamos haciendo. Y hay ejemplos: el cuarto en el Mundial de Doha fue un británico que también trabaja con fisiólogos en este área y que estuvo dos años preparándose para estas condiciones tan exigentes. Luego fue capaz de competir de tú a tú con los africanos. Ese es un poco nuestro plan, trabajar la potencialidad fisiológica, que durante estos años no lo ha hecho.

¿Pero el confinamiento y sobre todo el hecho de no poder competir le pueden dejar secuelas?

A nivel físico le veo bien. Hemos hecho un tipo de propuesta en la cual las cargas se han reducido mucho a nivel mecánico –está haciendo el 50 o 60 por ciento de su carga normal–, y está manteniendo el nivel que tenía e incluso más. Correr es una parte, pero también es importante mantener los umbrales sistémicos del riñón, el hígado... Y desde el punto de vista mental lo veo bien. Lo veo maduro, centrado y creo que tiene un entorno que le está ayudando bastante. No le veo ansioso o que no sepa el rumbo. Lo sabe y próximamente creo que hará públicos retos que tiene y que son bastante potentes.

¿La idea es que siga entrenando en Segovia?

Nuestra base está en Segovia. Él está bien allí, es un apasionado de Segovia, está contento y cuando sale de ese entorno no está cómodo. Es un deportista que necesita a su gente, necesita la ciudad y estar cerca de sus padres, de su familia, de sus amigos. Mi idea es que continúe con esa dinámica, creo que es lo más sensato.

¿Y va a variar la planificación de la temporada? ¿Seguirá corriendo croses y dos maratones al año con carreras más cortas por medio?

Primero de todo nos vamos a adaptar a lo que vaya pasando. No sabemos ni lo que va a pasar el mes que viene, con lo cual no podemos centrar un objetivo. Sabemos que a corto plazo tendrá un objetivo fuerte, que se conocerá dentro de poco, y eso nos ocupará hasta el mes de noviembre aproximadamente. A partir de ahí hablamos de trabajar alguna competición, alguna media maratón a finales de año o principios del próximo, y luego ya centrarnos en los Juegos. Eso no quita para que vaya a alguna competición para coger ritmo y no abandonar el contacto con la competición. Pero yo creo que Javi ha madurado mucho y es un deportista que ahora mismo sabe que su carrera deportiva está llegando a su fin y que tiene que guardar balas. No puede empezar a exponerse a muchas competiciones y viajes teniendo en cuenta que su reto básico son los Juegos y hacer un gran papel.

Después de lo que le pasó en Río y ahora con la suspensión por la pandemia, pocos se merecerán más ir a unos Juegos que él ¿no?
Él ha madurado mucho en ese sentido y tiene claro que no se va a arriesgar a poder volver a fallar y no ir a unos Juegos. Cuanto más compites, más te expones y el riesgo está. No es lo mismo apretar y desapretar en un entrenamiento. En una competición vas al cien por cien o al 120 por ciento y ahí te la juegas. A lesionarte o a empeorar tu forma física por una molestia. Desde que lo conozco ha estado muy centrado en el tema del cross, alguna media, el maratón... Era un poco la rutina. Pero yo he podido también influir en eso y mi visión es, conociéndole, intentar quitarle presión en muchos aspectos de las competiciones y centrarse en cuidarse como deportista y en mejorar su fisiología y no únicamente la carga mecánica. Y de esta forma. evolucionar. Ya no tiene 20 años, tiene 36, tiene que cuidarse y competir bien, aunque esto último no me preocupa porque lo sabe hacer. A Sevilla fue sin haber competido las seis semanas anteriores. No creo que sea necesario en él que esté compitiendo cada dos o tres semanas.

Creo que usted colabora también con otro segoviano, con el piragüista David Llorente, que tampoco está pudiendo competir.

Estuve con David la semana pasada porque estoy viendo a mis padres en Barcelona y él está en La Seu d’Urgell. Y le vi bien. A diferencia de Javi está llevando peor el tema de que no haya competiciones. Percibí que le ha generado una situación de más estrés a nivel emocional. Yo trabajo con él colaborando en su preparación desde el punto de vista de la fisiología. Él tiene un entrenador técnico que está con él día a día en el canal y yo no puedo influir en eso porque la técnica del piragüismo no la conozco. Simplemente le ayudo a potenciar la fisiología, como he dicho con Javi. A mejorar aspectos de su recuperación, de potenciación del entrenamiento... Y valoramos su evolución a largo plazo. Le hemos analizado la genética, le hemos analizado el microbioma y a partir de ahí hacemos propuestas para que pueda seguir mejorando por la edad que tiene.

Es otro tipo de planteamiento, porque David tiene 23 años. De aquí a cuatro años, en los siguientes Juegos, va a poder dar todo su potencial y el trabajo es totalmente diferente porque está por hacer en muchos aspectos. En sus hábitos de vida, en sus hábitos de descanso, en sus cargas de entrenamiento, que muchas veces han estado orientadas a lo técnico pero no a una potenciación de la fisiología... Yo lo que hago es colaborar con él y hoy mismo (por el miércoles) me ha pasado unas analíticas que le han realizado y vemos los parámetros de cómo está, si la carga es adaptativa, si no lo es, lo que nos dice su genética, su estado intestinal...