Reformas para la capilla de la patrona

Cristina Sancho
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La Consejería de Cultura saca a licitación la rehabilitación de la Capilla de Santo Tomé con un presupuesto cercano a los 150.000 euros.

Reformas para la capilla de la patrona

Desde hace varios años tanto la parroquia de Cuéllar como el anterior equipo de gobierno del PP han planteado la necesidad de recuperar uno de los elementos patrimoniales más destacados de la villa. Se trata de la Capilla de Santo Tomé, en pleno centro de Cuéllar pero cuya importancia radica en que es la sede de la patrona de la villa, la virgen del Rosario, lugar del que parte en procesión marcando el inicio de las fiestas de los encierros. El Obispado de Segovia y la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León han realizado distintos estudios y proyectos para rehabilitar este espacio. Ahora se encuentra en proceso de licitación con un presupuesto de 147.497,67 euros y un plazo de ejecución de las obras de seis meses. Las obras se financiarán con cargo a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional. 

Este proyecto comenzó su andadura con la llegada de las Edades del Hombre a la villa. En el proyecto básico y de ejecución realizado por el arquitecto Miguel de Andrés Hernando y promovido por el Obispado de Segovia se plantea la necesidad de realizar seis intervenciones de diferente calado. Por un lado se pretende una intervención estructural de las cubiertas de la sacristía, el camarín, actuaciones puntuales en la cubierta de la nave central y la renovación de revocos exteriores para eliminar los problemas de humedad tanto en el interior como en el exterior del templo entre otros. Así mismo se llevará a cabo la restauración de las pinturas interiores y se realizará un estudio arqueológico. 

En la primera de las intervenciones, correspondiente al camarín se ha detectado que la cubierta se encuentra en muy mal estado, con la cornisa completamente deformada e incluso desprendida, además de las correspondientes humedades. La estructura de madera se encuentra desencajada lo que hizo necesario la instalación de elementos de sujeción para evitar su hundimiento. La madera presenta además un avanzado estado de pudrición y xilófagos por lo que es necesario la realización completa de la cubierta, según se recoge en el proyecto. Así mismo se plantea la sustitución de la escalera que da acceso al camarín y la actuación en los muros de piedra.

La segunda acción se centrará en la sacristía que da acceso a la cripta, un espacio adosado al ábside. En este caso la cubierta es de fibrocemento y se plantea una nueva cubierta ya que las maderas se han visto afectadas por la carcoma y corren riesgo de hundirse. También se realizará una escalera que facilite el acceso a la cripta. La tercera intervención afectará a la cubierta de la nave central y el ábside donde se han producido desplazamientos de tejas provocando importantes filtraciones en el interior de la nave. En cuanto a la cubierta del ábside, realizada a cinco aguas, presenta problemas en las uniones lo que provoca humedades y en la cubierta de la entrada principal también se trabajará para evitar las filtraciones. 

HUMEDADES. Las humedades son otro de los principales problemas en los muros de la capilla tanto en el exterior como en el interior con desprendimientos de elementos del muro. Para poner solución a este problema el proyecto redactado por el arquitecto Miguel de Andrés Hernando, propone la ejecución de una zanja en el perímetro del templo para instalar un drenaje y la renovación de los revestimientos en los muros interiores. Otra de las intervenciones que se plantea es la restauración de paramentos, bóvedas y camarín a cargo del taller de restauración de las Edades del Hombre con el fin de reparar las pinturas y murales del interior de la capilla. Esta intervención será realizada a través de un programa de la Dirección General de Patrimonio Cultural. 

El origen del templo se remonta al siglo XIII, aunque ya es citada en un documento de 1272 por lo que es posible que su construcción fuera incluso del S.XII. La actual capilla de Santo es de estilo gótico y fue construida como anexo a la antigua parroquia del mismo nombre, hoy desaparecida, y de estilo románico mudéjar. De la iglesia primitiva solo se conserva el ábside de la nave principal y la torre mudéjar. Varios elementos del antiguo templo fueron convertidos en fábrica de harina a finales del siglo XIX y actualmente son oficinas y comercios. A la primitiva iglesia se le agregó a comienzos del siglo XVIII el camarín adosado al ábside de la cabecera, de estilo barroco y en el siglo XIX se construyeron dos anexos que serían la actual sacristía y el pasillo de acceso al camarín. En 1993 y en 1996 se realizaron obras de restauración en la cubierta y en el camarín.