El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Segovia investiga el posible envenenamiento de al menos seis gatos callejeros en Añe. Una familia del municipio encontró el primer cadáver el pasado 21 de mayo y desde entonces han aparecido cinco más, aunque creen que las muertes podrían superar la veintena. Los hechos coinciden en el tiempo con la presentación de varios escritos de queja en el Ayuntamiento por parte de vecinos por las supuestas molestias ocasionadas por los animales, según señala Javier Martín González, uno de los denunciantes.

Él y su mujer –que viven en Segovia pero tienen una segunda residencia en Añe– y una familiar se encargan habitualmente del cuidado de los gatos callejeros de este pueblo. Con conocimiento del Ayuntamiento, los alimentan y en algunos casos los esterilizan para controlar el crecimiento de la colonia, formada hasta hace unos días por una treintena de animales. «El día 21 [de mayo] echamos en falta a uno y finalmente encontramos su cadáver junto a otros dos que tenían un aspecto enfermizo», comienza su relato Martín González. «Luego estuvimos fuera unos días y, al volver, solo hemos localizado vivos a seis de los treinta que teníamos controlados. Otros cinco aparecieron muertos y el resto no han aparecido».

Los signos hallados hasta el momento les hacen pensar que se ha tratado de una acción premeditada. «Tienen el morro quemado, están salivando… Tenemos el convencimiento de que ha sido un envenenamiento deliberado», señala este vecino, que ha informado de lo ocurrido al Ayuntamiento, al Seprona y a la asociación Ángeles Callejeros, que ya se enfrentó a una situación similar en Segovia capital en 2019. «Quien lo haya hecho no se va a entregar y va a ser muy difícil encontrarlo, pero a ver si por lo menos se asusta al ver que estamos detrás de ello», apunta su presidenta, Ascensión Arribas.

Investigan un envenenamiento masivo de gatos en Añe

De momento la investigación de los posibles envenenamientos en Añe se encuentra en punto muerto. Los cuidadores de los gatos enterraron los cadáveres, lo que ha impedido su examen en busca de restos de veneno. No obstante, podrían obtener pruebas de otros miembros de la colonia que se encuentran enfermos e incluso de una de sus mascotas, que también presenta indicios de haber sido envenenada. «Aparte de los que cuidamos en la calle, en casa tenemos doce gatos. Pues uno de ellos se escapa de vez en cuando y el otro día, cuando volvió, se caía, babeaba y tenía sangre en la boca. Le hemos dado alimentación forzada y probióticos y ha remontado, pero le hemos llevado al veterinario y nos han dicho que los resultados son compatibles con un fallo hepático que vendría del envenenamiento», cuenta Martín González, que alerta de los peligros para el resto de la fauna: «Por aquí hay águilas y especies protegidas que se pueden comer los gatos muertos».

La denuncia ha saltado a Facebook, donde han hablado de un conflicto con algunos vecinos. «Nos parece mucha casualidad que pase esto justo cuando algunos de los que tienen segunda vivienda se han quejado al Ayuntamiento de la existencia de una colonia de unos treinta gatos alegando motivos de falta de salubridad y diciendo que había que atajar el problema», revela, al tiempo que asevera que «aquí ha habido una intencionalidad clara a pesar de que nadie puede decir que las calles quedaban sucias, ya que no les dábamos sobras de comida sino pienso».

Los integrantes de la colonia que han sobrevivido o que al menos han conseguido localizar están ahora en el garaje de esta familia. «Lo que han hecho es una crueldad. Ya no es solo que los animales se mueran, es que sufren una agonía de varios días», concluye Martín González. El País Vasco multará hasta con 100.000 euros el maltrato animal, pero los casos aún se suceden. «En La Albuera un vecino ya no deja entrar en su casa al gato a pesar de que lo había recogido. No vamos a dejar denunciar estas cosas», remacha la presidenta de la asociación Ángeles Callejeros.