La pujanza del sector porcino en los últimos años convirtiéndolo en uno de los que mejor está aguantando los problemas económicos generados por la crisis sanitaria del coronavirus ha influido en el crecimiento de las granjas de grandes dimensiones -conocidas popularmente como ‘macrogranjas’-, cuya expansión ha aumentado en los últimos años.
Es más, este tipo de instalaciones no están exentas de polémica y en algunas ocasiones se enfrentan a la oposición de los vecinos de los municipios donde quieren ubicarse. En las últimas semanas varias plataformas de Burgos, Palencia y Soria han trasladado a la calle sus quejas por la instalación de macroproyectos ganaderos.
Castilla y León tiene en la actualidad concedidas autorizaciones ambientales para 570 explotaciones porcinas al tener más de 2.000 cerdos o 750 madres. Solo en lo que va de año, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha dado el visto bueno a once proyectos dedicadas a la cría intensiva de cerdos, mientras que el año pasado fueron 22 en toda la anualidad, 54 en 2019, 43 en 2018 y 29 en 2017. Las provincias con mayor presencia de este tipo de instalaciones son Segovia, seguida de Valladolid y Soria, ya que en otras provincias se apuesta más por otro tipo de ganadería.
Desde la Consejería matizaron que el término ‘macrogranja’ no se corresponde con ninguna referencia legal e incluso carece de fundamento toda vez que, a diferencia de otros países europeos y otros de fuera de Europa, en España hay una limitación legal del tamaño de las granjas de cerdos motivada en cuestiones sanitarias. Además, también señalaron que la concesión de una autorización ambiental se hace tras la tramitación de un expediente largo en el que se implican diversas administraciones y cuenta con un periodo de información pública y otro de audiencia previo a la resolución. «La resolución positiva solo se hace cuando se constata que el proyecto propuesto por el promotor cumple con todos los requisitos legales siendo esto un acto reglado, es decir, no es discrecional de la administración el otorgar o no estos permisos, solo se pueden denegar si se incumple la normativa de aplicación», indicaron las mismas fuentes.
Del mismo modo se pronunció recientemente el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. «Un proyecto de macrogranja, uno eólico, uno solar o uno de cualquier tipo: cumplimiento de las normas, informes técnicos y, por tanto, rectitud en la tramitación del expediente administrativo y creo que es lo que hacen también otras administraciones», dijo.
Provincias.
Las nuevas granjas de grandes dimensiones autorizadas en lo que va de año se distribuyen por toda Castilla y León. En Valladolid, concretamente en el municipio de Cogeces del Monte, será para una ampliación de una explotación porcina de 2.000 a 6.000 cabezas de cerdo. A esta se suma otra en el municipio soriano de Candilichera para acoger 7.200 plazas de cebo.
En la provincia de Zamora se han autorizados tres granjas. La primera en Bercianos de Vidriales para ampliar una explotación porcina de 2.288 a 5.000 plazas de cebo desde 20 a 100 kilos. El segundo proyecto se desarrolla en Granja de Moreruela, concretamente para ampliar una granja de 1.400 a 3.376 plazas de 20 a 100 kilos, mientras que el último autorizado se pondrá en marcha en Santovenia del Esla para un proyecto de explotación porcina de multiplicación para 3.444 cerdas y 10 verracos.
La explotación porcina ubicada en Laguna Rodrigo, en Santa María La Real de Nieva (Segovia), pasará de 436 a 571 plazas de madres con lechones hasta seis kilos, con 152 plazas de reposición, manteniendo 1.648 plazas de lechones de 6 a 20 kilos, 3.392 plazas de cerdos de cebo de 20 a 100 kilos y un verraco. Otras dos iniciativas son en Hernansancho (Ávila), para una ampliación de una explotación de 1.560 a 3.110 plazas de cebo, y en San Esteban de Zapardiel (Ávila) para una explotación de 4.608 plazas. En el caso de León, el proyecto para una explotación porcina de cebo hasta 3.162 plazas en Laguna Dalga. Por último, en la localidad salmantina de Villoruela se ha solicitado la ampliación de una explotación porcina intensiva. La última en publicarse en el Bocyl el pasado miércoles es un proyecto de producción de lechones en la localidad de Balisa, en el término municipal de Santa María La Real de Nieva (Segovia).