Los Presupuestos Participativos vuelven a revisión

D. A.
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Tras caer aún más la participación, la alcaldesa sugiere «a bote pronto» que sea el Ayuntamiento el que decida qué proyectos de interés general votan los ciudadanos

Los Presupuestos Participativos vuelven a revisión

Si la primera edición de los Presupuestos Participativos ya se habló de introducir cambios tras votar sólo 1.442 ciudadanos, un 3,28% de los que tenían derecho a ello, con más motivo tras caer a 1.328 en la segunda, 114 menos y un 3% raspado del electorado. Y eso que en esta ocasión hubo posibilidad de votar a través de internet en los ocho días previos a la jornada del sábado 5 de octubre, que fue cuando se abrieron las urnas en los centros cívicos, sociales y otras dependencias municipales. ¿Están los ciudadanos cansados de tanto votar?, ¿no creen en los participativos?, ¿no atraen lo suficiente los proyectos por los que se votan? Por de pronto, desde luego que atractivas por mediáticas no resultan propuestas como el arreglo de calles sin asfaltar o la renovación de tuberías... Y la que ganó, más allá de su evidente utilidad, tampoco se ajustaría a ese perfil de actuación llamativa: «Habilitar los patios de los colegios públicos para dedicarlos a espacios de juegos y encuentro», que logró 449 votos. En segundo lugar quedó el ascensor urbano entre el barrio de San José y El Palo Mirasierra (228); y tercero, mejorar la accesibilidad del cinturón verde de Segovia en el puente de la Casa de la Moneda (135). 

Preguntada por la prensa acerca de esa baja participación, la alcaldesa, Clara Luquero, cuestionó este jueves incluso el valor representativo de estas votaciones: «Si no hay una implicación significativa por parte de la ciudadanía, quien tiene la responsabilidad de tomar las decisiones sobre las inversiones municipales son los legítimos representantes de los segovianos elegidos por las urnas. Es decir, si lo van a decidir muy pocos vecinos, es más lógico que lo decidan quienes han sido elegidos en las urnas por miles de votos». Eso no significa que no se vaya a cumplir el mandato de las urnas en esta segunda edición, pero ahí dejó la reflexión.

A criterio del Consistorio. «Si no tenemos el grado de implicación que habríamos deseado, es decir, por lo menos haber superado lo de la primera edición, lo lógico es replantearse el modelo, consensuar qué vamos a hacer en el futuro y ya está», prosiguió Luquero, pero con idea de mantener la apuesta por convocar presupuestos participativos. ¿Y qué cambio sugeriría a botepronto? «Bueno, pues hay modelos en otras ciudades donde es el propio Ayuntamiento el que plantea, para las actuaciones de interés general, cuáles son prioritarias para la ciudad», al entender que los técnicos municipales tienen un «conocimiento» más amplio que los «ciudadanos de a pie» sobre esa cuestión. La elección de proyectos para la modalidad de pequeñas actuaciones en los barrios seguiría en manos de los vecinos, quizá a través de lo que opinen sus asociaciones. Pero el modelo por el que se opte, en cualquier caso, se decidirá «por consenso, teniendo en cuenta el Consejo de Participación Ciudadana, las asociaciones... contando con la sociedad segoviana», concluyó.