Unas 500 personas piden el fin del maltrato a perros de caza

ICAL
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Los manifestantes apoyaron en cinco ciudades de Castilla y León la protesta nacional 'No a la caza'

Unas 500 personas piden el fin del maltrato a perros de caza

En torno a 500 personas salieron hoy a la calle en Castilla y León para pedir el fin de la caza con galgos y otras razas, así como mayor protección para estos animales. Valladolid, León, Burgos, Salamanca y Segovia se sumaron a las concetraciones 'No a la caza' convocadas en casi medio centenar de capitales de toda España para solicitar que se deje de maltratar a estos animales, muchos de los cuales son abandonados a la conclusión de la temporada cinegética, y que la ley se les trate “con respeto”.

Tras una pancarta en la que se podía leer ‘No a la caza con galgos y otras razas. Cuanto más indefensa está una criatura, más derecho tiene a ser protegida”, alrededor de medio centenar de personas se sumaron a esta concentración en Valladolid, reclamando la modificación de la ley de caza y “que se prohíba la caza con perros en todo el territorio español”.

Desde la asociación Patitas callejeras, Marian Llorente se mostró en contra de “cualquier tipo de maltrato”, pero lamentó el trato que se da a las razas en la caza, en especial a la finalización de la campaña, cuando son “maltratados o abandonados y dejaos a su suerte”. En este sentido, denunció la “total impunidad” que hay hacia los cazadores porque la ley “no protege a los animales” ya que “el maltrato o el asesinato del animal no está castigado”, lamentó.

Con la temporada de caza recién terminada, cifró en cinco o seis los perros que cada día llegan a una asociación, algo que es “difícil” de afrontar ante la falta de espacio, de medios económicos o amparo legal o por parte de las administraciones, por lo que gran parte del éxito en el trabajo para su cuidado y atención depende de los voluntarios. Muchos de esos animales son enviados a otros países, como Alemania o Bélgica, donde están “mucho más concienciados en la adopción”.

Irma acudió con su perro Nito, un galgo que llegó de Granada después de que una amiga lo encontrara por casualidad. El animal estaba colgado en un pinar y a punto de morir de cansancio y deshidratado. Sin embargo, el perro llevaba todavía el microchip, pero “aunque se sabía quién lo había hecho, no pasó nada” porque “no hay una ley que sancione”. Por eso, Irma quiso participar hoy en la concentración para reivindicar una ley “más dura” y que no se pueda “criar a lo loco, como si fueran objetos” porque “para los cazadores es una herramienta de trabajo y cuando no lo utilizan, ese perro ya no les sirve para nada”, denunció.

En la misma línea se expresó Cristina, que estuvo acompañada por Neska, a la que tiene desde que era un cachorro, aunque recuerda a otra perra que había sido maltratada y abandonada tras ser “usada para poder parir”. Cristina reclamó un cambio de leyes que otorguen “respeto” a estos animales y se les dé “un poco de dignidad, que la tienen perdida los pobres”. Sobre la nueva ley de caza, Cristina estimó que “no es nueva” porque las leyes “no protegen a los animales”.

León

En León, salieron a la calle más de medio centenar de personas con lemas como ‘No son instrumentos, tienen sentimientos’, ‘Desprecio ante la muerte, qué vergüenza de gente’ y ‘Si cazar te divierte, revisa bien tu mente’. La coordinadora de la Plataforma No A la Caza (NAC) en la provincia, Nuria Alcántara, recordó que cada vez que finaliza la temporada de caza aumenta el censo de abandonos de galgos y otros perros utilizados para esta actividad.

El colectivo, que persigue como objetivo prioritario la inclusión del maltrato animal en el Código Penal y la prohibición de la caza con perros, reclamó también el control del censo de los canes dedicados a la caza. “Nos da vergüenza que España sea el primer país de Europa en abandono animal”, dijo antes de iniciarse la manifestación que, desde la plaza de Guzmán, recorrió el centro de la capital acompañada de pancartas en las que se podía leer ‘Porque los animales importan’ y ‘No a la caza con galgos y otras razas’.

Burgos

También en Burgos esta concentración reunió a cerca de un centenar de personas que recorrió el centro de la capital burgalesa con este mismo fin. En este caso la manifestación partió desde el Teatro Principal y se trasladó hasta la catedral, donde se aprovechó la presencia de ciudadanos para hacerles llegar este mensaje mediante el reparto de folletos informativos.

También en este caso se rechazó la caza con galgos y con otras razas, y advirtieron de que mientras estos animales “no tengan voz”, seguirán saliendo a la calle para trasladar al resto de la sociedad el “maltrato” al que muchos de ellos se ven sometidos.

Salamanca

Igualmente fueron alrededor de un centenar de personas las que se movilizaron en Salamanca, acompañados por sus perros y con pancartas de rechazo a esta práctica. Según expuso Raquel, portavoz y coordinadora de este movimiento en Salamanca, “España es el único país donde aún existe esta legalidad”, por lo que reclamaron junto, al resto de ciudades, que “ese maltrato finalice”, de ahí sus lemas “la caza no es un deporte, es un asesinato” o incluso las que portaban algunos de los galgos en sus cuellos “no somos armas”.

Cifraron en unos 50.000 los galgos que son abandonados cada año tras la temporada de caza, sin tener en cuenta otras razas, y el 80 por ciento de los cachorros son eliminados. Igualmente, elevaron hasta 12.000 los galgueros que están federados, y desde la plataforma NAC en Salamanca lamentaron que el Estado “facilite esa licencia de caza con precios muy bajos y se pongan facilidades para tener un arma”, aseveraron.

Segovia

También en Segovia salieron a la calle, en este caso más de medio centenar de personas que reclamaron dignidad para los animales y mayor dureza a la hora de castigar los comportamientos de algunos cazadores que optan por el abandono o el maltrato animal una vez que los perros, mayoritariamente, no son empleados para el fin para el que se empezó a contar con ellos.

Los manifestantes, integrantes de diferentes asociaciones, recorrieron la distancia entre la plaza de Medina del Campo y la plaza del Azovejo antes de la lectura de un manifiesto con el que quisieron trasladar esta queja al resto de la sociedad segoviana.