Segovia, con el 80% de su población vacunada contra el coronavirus pero sin apenas restricciones, encara las inquietantes semanas previas a las navidades con más contagios de los que registraba hace un año y peor tendencia, ya que ahora sube la incidencia y entonces estaba bajando. La cantidad de pacientes covid que permanecen ingresados en el Complejo Asistencial es ligeramente inferior a la de entonces y la gran diferencia está en la mortalidad covid, que en la actualidad afecta sobre todo a personas con otras patologías asociadas o sin vacunar. Noviembre ha dejado así un balance de cinco fallecimientos relacionados con la pandemia, todos ellos de personas que estaban hospitalizadas, y en ese mes de 2020, en cambio, hubo diez veces más: 50, de los cuales 35 se produjeron fuera del hospital público de la provincia (en otros hospitales o, sobre todo, en residencias o en los propios domicilios).
El riesgo de contagio de los vacunados crece según pasan los meses desde que recibieran el último pinchazo, pero quienes acaban dando positivo en esas circunstancias suelen sufrir síntomas más leves, si es que los sufren, de ahí que mes a mes se haya ido reduciendo el porcentaje de personas afectadas por el virus que mueren o requieren hospitalización para recuperarse.
Sin embargo, no deja de ser un hecho que, según aumentan los contagios, lo hacen también los ingresos y los fallecidos, aunque el impacto sea menor que antes. Preocupa por ello la nueva variante Ómicrom, más contagiosa que las anteriores según los primeros estudios, pero no más letal; y a dos semanas de las navidades, a la espera de ver desde la próxima la resaca epidémica que deja el puente, el caso es que la incidencia es mayor que en las mismas fechas de 2020, cuando apenas se intuía la llegada de la tercera ola en enero, la peor tras la primera.
Tabla de indicadores de riesgo actualizada con los datos oficiales facilitados el jueves 9 de diciembre.La tasa de incidencia acumulada en 14 días, concretamente, se situaba este jueves en 192 casos por cada 100.000 habitantes en Segovia, muy por debajo de las medias de España (305) y Castilla y León (401), pero por encima de los 161 que notificó Sanidad para la provincia el 9 de diciembre de 2020, día en que se marcaban 315 a nivel regional y 193 a nivel nacional . Y el problema está además en la tendencia, ya que la IA14 casi se ha duplicado desde que se inició el nuevo repunte el 18 de noviembre (98), mientras que el año pasado Segovia llegaba a estas fechas con ritmo descendente, después de haber sufrido tasas por encima de los 500 casos que habían llevado al cierre de la hostelería durante tres semanas en noviembre. Reabrió el 27 de ese mes y aun así las tasas siguieron bajando a tal ritmo que llegó a marcar 109 casos de IA14 el 19 de diciembre, pero entonces empezó a subir de nuevo. Cerró el año con 169, llegó a Reyes ya con más de 500 y Sanidad decidió echar el cierre otra vez al interior de los establecimientos hosteleros a partir del 10 de enero, cuando ya había 817. Pero la covid estaba ya completamente desbocada y todavía el 26 de enero se marcó el pico más alto de todo el año: 2.170 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días. Nada que ver con los 192 de este jueves y nada parecido a lo que esperan ahora las autoridades sanitarias, aunque el punto de partida fue más bajo, y países como Chequia o Bélgica se han puesto en estos días a más de 2.000 pese a tener coberturas de vacunación por encima del 60 y el 75%, respectivamente.
VACUNACIÓN. Segovia, por otra parte, ronda el 80% de población vacunada con ciclo completo (79,85% a 8 de diciembre) y, en pleno debate sobre la implantación del pasaporte covid (descartado este jueves finalmente por la Junta), ha encadenado cinco semanas con la demanda de primeras dosis al alza: la que terminó el domingo 7 de noviembre atrajo a 147 segovianos no vacunados hasta entonces y en las sucesivas se contabilizaron 167, 180, 250 y por último, la del domingo 5 de diciembre, 352, según datos oficiales de la Consejería de Sanidad. Claro que todavía quedan alrededor de 12.000 personas de 12 años sin una sola dosis, a pesar de que oportunidades no les han faltado ni les siguen faltando, y después van los niños de 5 a 11 años, casi 10.000, que serán citados a partir de la próxima semana si todo va como se espera y a la Junta le llegan desde Madrid las vacunas previstas. Una remesa que se espera que dé para cubrir a toda la población de 11 años y a toda o buena parte de la de 10, con llamamientos que irán de mayores a menores para acudir a inmunizarse (acompañados por un adulto, claro) en los puntos habituales de vacunación.
CONTAGIOS E INGRESOS. La vacunación sigue siendo el principal dique de contención de las hospitalizaciones, pero aun así Castilla y León ha visto como casi se triplicaban los pacientes en UCI en apenas dos semanas: de 25 el 25 de noviembre a 73 el 7 de diciembre, si bien este jueves eran 62. Contando los que están en planta, en ese intervalo se ha pasado de 205 a 370 hospitalizados. En Segovia, no obstante, este jueves había 13 pacientes (11 en planta y 2 en UCI), el peor dato de presión asistencial por covid desde el 30 de agosto, pero muy bajo en comparación con olas anteriores: desde los 341 de la primera (2 de abril de 2020) a los 151 de la tercera (2 de febrero de 2021), aunque el 9 de diciembre de 2020 sólo había seis más que ahora: 14 en planta y 5 en UCI.
Al menos ahora no son los grupos de edad más vulnerables los que más se contagian, otro factor clave de contención de las hospitalizaciones y la mortalidad. Si se observa la estadística oficial de casos detectados por Atención Primaria en noviembre, el 20% los abarcaron los segovianos de 40 a 49 años, a pesar de que representan el 15% de la población total de la provincia y que más del 80% de esa franja etaria (el 82% de los hombres y el 85% de las mujeres) tiene la vacunación completa.
En cuanto a los brotes activos, el 8 de diciembre de 2020 se contabilizaban 14 con un total de 114 positivos vinculados, mientras que este jueves tales cifras ascendían a 31 y 142, respectivamente. A estas alturas ya predominan además los que terminaron provocando la tercera ola tras los encuentros navideños: los familiares, ya que 12 se limitan exclusivamente a ese ámbito; y después hay otros 15 mixtos («familiar y social o con varios domicilios afectados», explican desde Sanidad), dos de origen exclusivamente social y dos con «criterio impreciso».
A partir de ahí, el temor a sufrir algo parecido a lo del año pasado está sobre la mesa desde el momento en que el punto de partida a nivel de contagios es peor. Con dos herramientas fundamentales que no existían el año pasado: la vacunación y también los test de antígenos en la farmacia al alcance de cualquiera, pero sin apenas restricciones.