Las leyes del corazón

Patricia Martín
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'Los diez lugares' de Julio Sanz Orejudo, presidente del Consejo de la Abogacía de Castilla y León.

Las leyes del corazón - Foto: Rosa Blanco

Julio G. Sanz Orejudo (El Espinar, 1956). Licenciado en Derecho por la UCM, ingresó en el Colegio de Abogados de Segovia en 1980. Fue Diputado Segundo(1993-1998) y Diputado Primero desu Junta de Gobierno (2003-2008). En este último año fue nombrado Decano. Durante cuatro años fue vicepresidente del Consejo General de la Abogacía de Castilla y León, siendo su máximo responsable desde marzo de 2017. Casado y con dos hijos. Fue durante dos legislaturas, concejal por el PSOE en El Espinar.

1. La Plaza de San Martín. Su actual oficina, en la que lleva cerca de dos décadas, perteneció al procurador segoviano Francisco Martín Orejana, “una gran persona”, que tenía aquí “el despacho en la parte delantera”, donde recibía a la gente, pero decidió marcharse a la calle Infanta Isabel, y se instaló él, ampliando con otro espacio comprándoselo a su ambos propietarios. Todo los días observa la Plaza de San Martín llena “de vida”, mucho más que otros puntos del casco histórico de la ciudad, donde confluye la historia, el arte, la cultura o el museo y por las personas que la visitan y la transitan. 

2. Las tabernas y las casas de comida. Se define como un amante de las tabernas y las casas de comida y tiene un recuerdo muy especial para ‘El Campesino’, en la popular calle de los bares, donde pasó muchos años comiendo allí todos los días. Un agradecimiento a su trabajo profesional compartido con los propietarios también del bar ‘Siboney’. Sin olvidar, el bar Manso, “en mi pueblo” donde se toma un buen café y los fines de semana disfruta de la lectura pausada de los periódicos. 

3. El comercio y los oficios. Se inclina por el comercio tradicional vinculado a los oficios, con dos menciones, al zapatero del número dos de la calle San Juan, Miguel Ángel Clemente, todo un expertos en la reparación y arreglos del calzado; y la Pastelería Yagüe, en El Espinar, un comercio centenario que conjuga esa tradición con la creatividad de Antonio, que todos los meses elabora un dulce diferente y “nunca defrauda”. No tiempo mucho tiempo pero cuando puede le gusta pasar buenos ratos en las librerías.

4. El Acueducto. Un privilegio poder observarle con la luz de la mañana o del atardecer. Su visión es inevitable porque por otros sitios pasas pero con el Acueducto te encuentras, y él repite ese encuentro cuando llega a la ciudad desde El Espinar y por las tardes pone rumbo a casa. A diario, se saludan y se despiden. Además del encanto placentero para el arte de ver su imagen majestuosa desde el Postigo. 

5. El Parque Cipriano Geromini, en El Espinar. Por ser una auténtica delicia de la naturaleza donde poder y disfrutar del silencio, la lectura, la música y el aire puro. En esta estación del otoño con mayor motivo y también con nieve. 

6. Las plazas de los pueblos. Le llevan a su niñez por los muchos recuerdos en las plazas de arena, con árboles, jugar al fútbol en la Plaza de la Corredera de El Espinar. Y los viajes a Madrid, en verano, acompañando a su padre, que fue “tantísimo años conductor”, de ida a vuelta a El Espinar y cómo el autobús eran centro de vida de la comunicación para las personas porque había pocos vehículos privados.

7. La Academia de San Quirce y el Memorial Democrático. San Quirce por ser un lugar de saber y humanidad, que mantiene vivo el espíritu de cultura de la Universidad Popular, en cuya fundación también participaron abogados. Y el Memorial Democrático de La Cárcel, con especial y emocionado recuerdo a su abuelo y otros familiares, presos en la Guerra Civil y el franquismo. 

8.Los Montes de El Espinar. Se perdería en cualquier rincón de los Montes de El Espinar, Reserva de la Biosfera. El Espinar es una joya de la naturaleza en estado puro, con sus parajes y los diferentes núcleos de población. En segundo lugar, desconectar en las costas de Cádiz. 

9. Los pueblos rojos y negros. Con sus dos grandes exponentes Madriguera y El Muyo que son dos grandes desconocidos. 

10. El Romeral de San Marcos. Un paseo por los jardines de Leandro Silva, por el Alcázar, el entorno de San Marcos y la Alameda para rebajar la visión del Románico y del conjunto monumental de Segovia.