La presión que están ejerciendo tanto la oposición venezolana como la comunidad internacional sobre el jefe del Ejecutivo del país, Nicolás Maduro, para que convoque unas elecciones «democráticas» parece no haber hecho mella en el mandatario, que ayer hizo oídos sordos a los llamamientos de gran parte del planeta, que le exige que anuncie un adelanto de los comicios antes de que acabe la semana o se reconocerá como «legítimo» al autoproclamado presidente Juan Guaidó. Y es que el dirigente chavista, lejos de poner su puesto en juego en las urnas, consideró que lo que «sería muy bueno» es un adelanto de «elecciones para el Parlamento», controlado por sus detractores y encabezado por el propio Guaidó, pero descartó tajantemente el «ultimátum» sobre él.
«Yo estaría de acuerdo en que se adelanten las elecciones de la Asamblea Nacional y eso sirva como válvula de escape a la tensión que el golpe de Estado imperialista le ha metido a Venezuela», aseveró.
Eso sí, sobre las exigencias de la oposición y de la comunidad internacional, añadió que «no aceptamos el chantaje». «En este país ha habido presidenciales, ha habido un resultado y si el imperialismo quiere nuevos comicios, que espera para 2025», zanjó.
En este sentido, defendió que el pasado mayo obtuvo el «68 por ciento de los votos y el 32 por ciento del padrón electoral en general», lo que constituye, agregó, «casi más del doble de cualquier primer ministro de Europa que ganan las elecciones con el 15 o el 16 por ciento del padrón». «¿Por qué ellos son legítimos y yo no?», cuestionó.
Asimismo, acusó al estadounidense Donald Trump de dar «la orden de matarme» y alertó de que «si me pasara algo algún día, serían Trump y el presidente de Colombia, Iván Duque, los responsables».
Por otro lado, instó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a «estar alerta» para responder a las supuestas «conspiraciones» de un «grupo de desertores que se han convertido en mercenarios para atentar contra la patria» y que, a su juicio, operan «desde Colombia».
Este mensaje lo realizó el presidente el mismo día en que miles de personas volvieron a las calles del país para «alzar nuestra voz y demostrar que podemos cambiar nuestro país», según Guaidó. «Pensaron que el pueblo se iba a asustar, que generarían miedo, pero estamos en la calle y volveremos el sábado», aseguró el líder opositor, al que el Parlamento Europeo reconoció como «único interlocutor» de Venezuela, según una votación celebrada en la Cámara comunitaria, que se pronunció así sobre la crisis en la nación caribeña.