Detenido con 40.600 archivos pedófilos en Valladolid

SPC
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El arrestado en la capital vallisoletana tenía documentos «de extrema dureza», pero asegura estar arrepentido y reclama ayuda para poder rehabilitarse

Un agente de la Policía Nacional participa en el registro de la vivienda del hombre detenido en Valladolid. - Foto: Ical

Golpe de la Policía Nacional contra la pornografía infantil. Miembros del cuerpo han detenido a un hombre en Valladolid que contaba en su haber con más de 40.600 archivos de carácter pedófilo de extrema dureza. Para garantizar su seguridad, el individuo utilizaba una red privada de intercambio rápido y seguro de archivos a la que sólo se podía acceder a través de una invitación previa. De hecho, el presunto pedófilo lleva ya dos meses en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid. Familiares del detenido, a través de su abogada defensora, aseguran a Europa Press que A.J.C. se encuentra arrepentido y dispuesto a asumir los hechos para poder rehabilitarse.

Los agentes que participaron en las investigación constataron que presumía en Internet de mantener relaciones sexuales con su hija menor de edad, sin que realmente se hayan llegado a producir esos hechos. De hecho, la propia niña ha negado categóricamente haber sufrido abusos sexuales algunos por parte de su progenitor.

Al parecer, para realizar conexiones seguras y asegurar su anonimato, el ya detenido recurría a la vulneración de redes wifi de sus vecinos para realizar conexiones de un modo seguro y garantizar que no sería descubierto.

La investigación comenzó a finales de 2015 cuando, a través de Interpol, los agentes recibieron una comunicación procedente de la policía suiza en la que se indicaba que habían detectado a un usuario ubicado en España con «multitud» de archivos de explotación sexual infantil a disposición de sus contactos en Internet. Tras la investigación inicial, desarrollada con la información recibida de Suiza, los agentes no lograron definir su localización exacta debido a las fuertes medidas de seguridad que adoptaba.

Meses después, y también vía Interpol, la policía alemana emitió una nueva comunicación acerca de lo que en un principio indicaba ser otro usuario de esta misma red, también ubicado en España, y que, del mismo modo, contaba con una «ingente» cantidad de archivos ilegales que ofrecía a modo de intercambio a sus contactos. Tras varias pesquisas, se determinó que se trataba del mismo objetivo, además de identificar otras tres cuentas de las que hacía uso con el mismo fin de realizar intercambios de material audiovisual con pedófilos de todo el mundo.

Igualmente se pudo verificar que el detenido recurría al uso de aplicaciones específicas y malware para descifrar las contraseñas de seguridad de las redes wifi de su entorno cercano, en este caso de sus vecinos. Así, realizaba las conexiones de un modo más «seguro y garantizaba su total anonimato, dificultando así la labor policial al no poder centrar con exactitud su ubicación».