Bruno Hortelano, plusmarquista español de 100, 200 y 400 metros, no pudo con los récords nacionales de las dos primeras distancias que intentó batir ayer en un control organizado para su exclusivo lucimiento, al coste de 250 euros, por la Federación Madrileña de Atletismo.

Con marcas de 10,31 y 20,56 el velocista que abandera la nueva generación del atletismo español se quedó, respectivamente, a 25 centésimas de su récord de 100 metros y a 52 de la plusmarca nacional de 200.

Dos horas después de correr el 100, y una vez concluido el ritual de hidratación, movimientos de las articulaciones, progresivos y visualizaciones, Hortelano volvió a colocarse en los tacos de salida para librar por la calle seis su segunda batalla contra el crono.

Hacía poco más de un mes que en la misma pista del polideportivo Juan de la Cierva, en las semifinales de los campeonatos de España, había rebajado su plusmarca nacional de 200 hasta los 20,04 segundos. Suyas son, además, las 14 mejores marcas españolas de la Historia.

Un profundo silencio en la grada precedió al pistoletazo de salida. Bruno corrió la curva en la penumbra y surgió en la recta más iluminada para ejecutar un esprint en solitario que terminó en una marca algo decepcionante de 20,56.

El doble reto había despertado expectación inusitada, de ahí que la grada principal del estadio estuviera repleta pese a que el programa solo contenía tres pruebas, para cumplir con el reglamento.

Dos horas y media antes, en su primera carrera de 100 metros en 25 meses, Bruno había acreditado un tiempo de 10,31 segundos que auguraba un registro de mayor enjundia en el 200.