Segovia recibe más viajeros nacionales que en prepandemia

Nacho Sáez
-

El turismo se dispara en julio y agosto a pesar del lento regreso de los visitantes extranjeros, y el sector reclama la eliminación de las restricciones aún en vigor.

Segovia recibe más viajeros nacionales que en prepandemia - Foto: Rosa Blanco

A falta de dos semanas aún para que finalice, el sector turístico ya realiza un balance muy positivo del verano. Bares, restaurantes, hoteles y museos han recuperado el bullicio previo a la pandemia. A pesar de las numerosas restricciones que aún continúan en vigor o de que el turismo internacional todavía no ha salido de la crisis. Ese crecimiento lo confirman los datos –aunque todavía habrá que esperar semanas para conocer los definitivos– y alimentan las esperanzas en torno a un buen cierre de año.

La encuesta de ocupación hotelera publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que Segovia recibió en este pasado mes de julio más viajeros nacionales (40.851) que en el último verano sin pandemia, el de 2019 (39.654). El INE define ‘viajero’ como la persona que realiza una o más pernoctaciones en el mismo alojamiento. Por tanto, el número real de turistas que pasaron por Segovia durante ese mes fue mucho mayor, aunque también es más difícil de calcular. El Centro de Recepción de Visitantes de la plaza del Azoguejo suele ser el termómetro más fiable de los flujos turísticos, pero deja fuera a la provincia. No obstante, por sus instalaciones pasaron 21.336 personas en julio, el 43 por ciento del total de este año y casi el doble que en junio (12.010).

Los datos de agosto del INE y del Ayuntamiento de Segovia todavía están por publicar, pero la sensación entre todos los actores implicados es que también van a cumplir las expectativas. «Teniendo en cuenta de dónde venimos, todas las limitaciones y la incertidumbre que hemos sufrido en los últimos meses y que todavía hay nueve hoteles cerrados, estamos contentos», señala el concejal de Turismo, Miguel Merino. Las solicitudes de información en el punto de la estación de autobuses y la demanda de la tarjeta turística aumentaron en agosto respecto a 2019; en el segundo de los casos, un 35 por ciento. Por su parte, el resto de centros de información y venta de entradas y la Casa-Museo Antonio Machado se han quedado a un punto.

Segovia recibe más viajeros nacionales que en prepandemiaSegovia recibe más viajeros nacionales que en prepandemia

Todas esas cifras han confirmado la tendencia que apuntaron junio y julio. En el conjunto de junio, julio y agosto suben –en comparación con el mismo periodo de 2019– la Casa-Museo Antonio Machado (un dos por ciento) y la tarjeta turística (1,87 por ciento), se mantienen la página web, la Colección de Títeres Francisco Peralta y la Casa de la Moneda, y bajan el resto. «De media estamos superando el 80 por ciento de ocupación [en los servicios turísticos del Ayuntamiento] cuando en 2019 estuvimos al cien por cien, y en mayo y junio de este año, al cincuenta por ciento», remacha Merino. Y hay muchas ilusiones puestas en las próximas semanas: «Nos enfrentamos a incógnitas (el clima, las restricciones que pueda haber a partir del 13 de septiembre...), pero tenemos un septiembre lleno de actividades. El Día de la Romanidad, las jornadas sobre la cultura judía, Titirimundi, las Noches del Patrimonio, Hay Festival...».

Incluso se vuelven a asomar los congresos y el turismo deportivo. «La Segovia Convention Bureau está notando un aumento –repuntan los congresos para 2022– y el 16 y  el 17 de septiembre tenemos el campeonato de España de espeleología», apunta el propio Merino. Para los hosteleros, esta recuperación es la consecuencia –entre otras cosas– de la seguridad transmitida por los profesionales segovianos. «En Segovia ha habido muy poquitos brotes en negocios de hostelería. Nos reafirma en seguir trabajando como lo estamos haciendo hasta ahora, demostrando que nuestros establecimientos son seguros y prácticamente libres de covid. Ofrecemos la mayor garantía de seguridad y de confianza. Por eso, Segovia está siendo una de las ciudades de interior que más respuesta está teniendo dentro del turismo de interior», reflexionaba a mediados de agosto el presidente de la Asociación de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse-AIHS), Jesús Castellanos. Ahora, a las puertas de que acaba el verano, reconoce que no pueden tener queja. «Julio ha sido raro como lo es siempre aquí, porque no es un mes netamente vacacional y depende mucho del tiempo que haga, pero aun así ha sido de los mejores de los últimos años. Y agosto ha sido muy bueno».

Los bares y restaurantes han estado condicionados por las limitaciones de aforo en interiores, pero la ocupación en hoteles se ha disparado. De los 33.190 viajeros como máximo que habían recibido desde que se declaró el estado de alarma se ha pasado a los 45.401 de julio, según el INE. Incluidos 4.549 extranjeros, el único segmento que impide que los datos globales superen a los de 2019. El turismo internacional todavía está lejos de recuperarse. En julio de 2019 pernoctaron en hoteles más del doble que ahora (10.657).

ALTERNATIVA. Esa diferencia es menor en los alojamientos rurales, donde la caída se ha situado en el 31 por ciento, aunque solo representan el dos por ciento de los clientes (frente al diez por ciento en los hoteles). «[Julio y agosto] han sido un poco más flojos que el verano pasado, que fue mejor de lo habitual porque estaban cerradas muchas zonas costeras y el turismo rural era la única alternativa. Ahora hemos vuelto a la normalidad. Las que tienen piscina han funcionado mejor, las que no, unas mejor y otras peor dependiendo de su ubicación», radiografía en su conjunto el presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia (Aturacse), Gerardo Otero.

La temporada ha estado marcada por algunas peculiaridades. «No ha habido un lleno y tampoco alquiler de larga estancia. Ha sido casi todo de última hora y de fin de semana. Sobre todo nos ha costado arrancar la temporada por las limitaciones que tuvimos a principios de verano, lo que nos ha lastrado en las semanas siguientes. Se ha arreglado un poco en agosto por las reservas de última hora, pero julio ha sido bastante más flojo que otros veranos», resalta Otero.

La pregunta que se hace ahora el sector tanto en la ciudad como en los pueblos es si el verano se alargará hasta octubre. «Ahora comienza nuestra temporada fuerte y ya está habiendo bastantes reservas. Pero las perspectivas también eran buenas el año pasado. El tema es que la cosa no se tuerza y volvamos para atrás», dice Otero. «Estamos un poco asustados porque [el negocio] ha bajado esta semana y la pasada. Que sea como otros septiembres y el trabajo sea aceptable hasta el Pilar. Pero nos tienen que dejar», remacha Castellanos.