El Ayuntamiento quiere prescindir de las grandes eléctricas

D. A.
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Apuesta por comprar la luz de los edificios municipales en el mercado mayorista para no pagar los márgenes comerciales de los grandes intermediarios y reducir la factura

El Ayuntamiento quiere prescindir de las grandes eléctricas - Foto: Rosa Blanco

El Ayuntamiento de Segovia quiere independizarse de las grandes multinacionales energéticas y comprar la luz que consumen los edificios municipales directamente en el mercado mayorista. Sin intermediarios, o sólo con la intervención de una empresa especializada que le represente en las subastas y trabaje sin los «amplios» márgenes comerciales de las grandes. El objetivo es doble: reducir la factura en torno a un 20% y también el impacto ambiental, asegurando la cobertura de toda su demanda con renovables.

El sistema convencional de gestión de la energía se basa en su adquisición por medio de una empresa comercializadora (normalmente Endesa, Iberdrola oGas Natural) que se encarga de comprarla en el mercado y facturársela al Ayuntamiento, cuya intervención se limita a realizar la comprobación de tal facturación, prácticamente al estilo de cualquier cliente. La compra directa de energía, mientras, se realiza cada día mediante subasta y el comprador, para ahorrar, debe aproximarse lo máximo posible a su consumo real de cada jornada, lo cual requiere llevar a cabo estudios previos para conocer con la mayor precisión posible la previsión de demanda. Esa adquisición se suele llevar a cabo a través de una empresa especializada en la gestión de consumidores directos de mercado, que sería por tanto quien representara en las subastas al Consistorio, cuya condición de operador autorizado la recibiría tras darse de alta en el Ministerio de Energía como comprador directo.

El concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo (IU), reconoce que «se trata de un proyecto complejo» que puede requerir buena parte del mandato por los estudios previos y, en caso de llevarse a cabo definitivamente, por los tiempos de tramitación administrativa, pero valora que «ya es un avance que se haya podido plantear como un objetivo político». De hecho, IU lo incluyó en su acuerdo de gobierno con el PSOE, donde se contempla que la Administración local «promoverá, a través de sus concejalías de Vías y Obras y Medio Ambiente, la compra directa de la energía eléctrica que abastece a los edificios municipales, y que ésta sea de origen renovable».

El acuerdo programático firmado por los socialistas con Podemos-Equo en el inicio del mandato también incluye esta cuestión, aunque abierta al estudio de otras alternativas: «El equipo de Gobierno, a instancia del grupo municipal Podemos-Equo y atendiendo a las recomendaciones de objetivos de desarrollo sostenible contenidos en la Agenda 2030, se compromete a estudiar la posibilidad de licitar un nuevo contrato o bien la compra directa de electricidad», tal y como se recoge en ese pacto, pero la energía contratada la proveerían «comercializadoras certificadas como 100% verdes», lo cual compromete las opciones de competir de las principales energéticas, que ya litigaron por esa exigencia con el Ayuntamiento de Madrid en 2018 y perdieron. Asimismo, ese punto del acuerdo entre PSOE y Podemos incluye la idea de impulsar un proyecto por el que el pabellón Pedro Delgado se convertiría en «la primera dependencia municipal con autoconsumo» de renovables. Una medida que, como las anteriores, quedan «supeditadas al correspondiente estudio jurídico y a su viabilidad económica». 

Galindo considera que la compra directa de energía es «uno de los puntos más importantes» del acuerdo de su partido con el PSOE porque «esos intermediarios suelen ser multinacionales que campan a sus anchas, sin el debido control del Gobierno, subiendo el precio de la luz constantemente».Cita a Gas Natural,Endesa o Iberdrola como los integrantes de un «oligopolio» del que la Administración local quedaría «libre», al menos, en lo relativo al consumo eléctrico de edificios municipales. El alumbrado público, entretanto, apunta hacia su gestión por parte de la Empresa de Servicios Energéticos (ESE) que se haga en el futuro con el plan integral de renovación de todas las luces convencionales y ornamentales de la ciudad, cuya salida a concurso, por otro lado, se esperaba para el mandato pasado y aún sigue pendiente. El alumbrado público pasará entonces a led, lo cual propiciará un descenso del consumo entre el 50 y el 70%.

El concejal de Medio Ambiente advierte además que el Ayuntamiento de Segovia «está pagando un precio especialmente alto» por la electricidad debido a que el concurso para la adjudicación del suministro se cerró el verano pasado sin ganador. Se presentaron las tres grandes, pero con ofertas económicas que rebasaban el precio máximo de licitación, fijado entonces en 1,2 millones al año más IVA, lo cual hizo inviable la posibilidad de adjudicárselo a alguna de ellas, de ahí que actualmente se esté asumiendo por ello «un precio estándar superior al que se podría estar pagando», lamenta.

Primeros pasos. El Ayuntamiento de Avilés, municipio asturiano con casi 80.000 habitantes gobernado por el PSOE, fue el primero de España en comprar energía eléctrica como consumidor directo. Empezó en septiembre de 2014 con una parte de su alumbrado público, en 2018 decidió ampliarlo a todo, y en febrero de 2019 anunció su extensión a más de 50 edificios municipales; muestra de la complejidad de un sistema que en ese caso se implantó de manera progresiva en un periodo de más de cinco años. El ahorro en la factura es variable, pero de media la estima en torno a un 20%.

Avilés, por cierto, coincide que decidió ampliar la compra directa de energía a edificios municipales después de que también viera como se quedaban desiertos sus concursos para la adjudicación de diversos suministros energéticos. Realizó los pliegos de condiciones de tales concursos con una previsión de incremento del coste de la energía del 15% durante el tiempo que requiriera el proceso administrativo hasta la adjudicación y resulta que se quedó corto, algo parecido a lo que le pasó a Segovia en 2018.

Después del Ayuntamiento de Avilés empezó a operar como comprador directo de energía Canfranc, pequeño municipio del Pirineo oscense con apenas 500 habitantes y gobernado por el PSOE desde 2003; y el tercero,Rivas Vaciamadrid (IU) a comienzos de 2018.

En Segovia, aunque el proyecto se va a desarrollar a través de las concejalías de Vías y Obras (liderada por el socialista Miguel Merino) y Medio Ambiente (la de Galindo), será esta última la que se encargue de los primeros estudios previos tomando de referencia precisamente a Rivas Vaciamadrid. Los primeros contactos con ese Consistorio ya se han producido, pero el edil de Medio Ambiente avanza que será a partir de septiembre cuando se empiece a estudiar y aprender más en profundidad su sistema de compra directa de energía. «Conoceremos más al detalle cómo lo han hecho ellos para ver cómo se puede trasladar aquí», resume.

Fuentes del Ayuntamiento de Rivas, por su parte, valoran que la compra de energía en el mercado libre «supone un evidente ahorro para las arcas municipales, ya que en ese modelo se prescinde de los costes y beneficios de la compañía comercializadora, aunque también lleve consigo una serie de gastos implícitos, como pueden ser los costes de gestión y los desvíos en las compras realizadas», por adquirir más energía de la que después haya resultado necesaria. No obstante, dicho desvío suele ser superior cuando se factura a través de las grandes comercializadoras, yRivas, en la línea de Avilés, ha estimado un ahorro «de hasta el 20% o incluso más» en estos años.

Después de Avilés,Canfranc yRivas, no han sido pocos los ayuntamientos que han ido dando pasos hacia su conversión en compradores directos de energía y uno de los últimos ha sido el de Zaragoza, que ya el pasado mes de mayo, después de más de un año de trabajo previo, adjudicó la gestión de la compra directa de energía a una empresa especializada en la gestión de consumidores directos de mercado,Urbener. Desde esa compañía explican que la siguiente fase en la capital aragonesa pasa por la implantación de los sistemas informáticos necesarios para gestionar los contadores de energía, realizar compras virtuales durante dos meses para hacer comprobaciones y, por último, empezar de forma paulatina con compras reales para ciertos servicios. Otro ejemplo del tiempo y los pasos que requiere convertirse en comprador directo de energía, con Segovia ahora ante el inicio de ese camino.