El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha alegado de nuevo ante el Tribunal Supremo (TS) la falta de imparcialidad de la Junta Electoral Central (JEC) y de magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en la causa por la que ha sido condenado a un año y medio de inhabilitación por desobediencia y ha considerado que hubo una "conspiración" para apartarle del cargo.
Así lo expresa en un escrito presentado ante el Alto Tribunal oponiéndose a las posturas de la Fiscalía y la acusación popular contra su recurso de casación a la sentencia condenatoria, en el que alega vulneración del derecho a tener un juez imparcial, a un proceso con las debidas garantías y del derecho a la tutela judicial efectiva, y al derecho a la libertad de expresión, entre otros.
En el escrito, el abogado de Torra, Gonzalo Boye, argumenta que la parcialidad que ha invocado a lo largo de todo el procedimiento "no solo era una falta de imparcialidad sino una auténtica suerte de conspiración para perjudicar la opción política" que representa.
Torra afirma que el miembro de la JEC Andrés Betancor trabajaba como asesor de Cs por lo que considera que el procedimiento tiene origen en la "denuncia de un órgano administrativo contaminado o políticamente servil".
Asegura el escrito que Betancor, mientras ejercía su cargo en la JEC, se encontraba trabajando en el Congreso de los Diputados como asesor jurídico del partido naranja, con despacho y sueldo a cargo de esta formación, por lo que tenía "un claro conflicto de intereses" y un evidente posicionamiento político.
"Este nuevo dato es gravísimo, dado que pone al descubierto una estrategia política tendente a neutralizar políticamente a nuestro mandante", insiste el escrito de Torra.
"Motivaciones espurias"
Según Torra, la JEC actuó contaminada por convicciones políticas y que "motivaciones espurias" dieron lugar a tramitar las consultas del PP y de Cs, hasta concluir en su sanción por vía administrativa y denuncia ante la Fiscalía General del Estado.
Todo ello, a ojos del presidente catalán, demuestra que había "no ya de una contaminación sino de una auténtica infección en la Junta Electoral Central".
Resalta que el origen del procedimiento, su instrucción y la misma composición de la Sala de enjuiciamiento indican que hay "una causa de índole política, con claros visos de una búsqueda de apartamiento del cargo que representa".
En su escrito, Boye afirma que la JEC no era un órgano imparcial y que la resolución sobre la cual se construyó la actual condena "no fue más que parte de un plan urdido, como mínimo, por el entonces miembro de la JEC Andrés Betancor".
El escrito pide que se celebre una vista oral para abordar el recurso de casación de Torra y eleva de nuevo las mismas cuestiones prejudiciales que formuló ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).