Los niños de 0 a 9 años son el único grupo de edad de Segovia que ha sufrido un aumento de los casos de coronavirus detectados por Atención Primaria en pleno descenso general de la incidencia; con muchos menos contagios en las dos primeras semanas de febrero que en las dos primeras de enero, ellos han tenido más. Suben muy poco, pero contrastan con un descenso medio del 61% en el conjunto de la población.
En cualquier otro grupo edad los contagios han bajado si se comparan ambos intervalos, que coinciden con los de mayores ritmos de ascenso y descenso de la tercera ola; pero también baja mucho menos entre los de 10 a 19 años, constatando así esta estadística la percepción que ya tenían las autoridades sanitarias de una mayor incidencia entre los menores de 20, independientemente de que sean menos vulnerables y proliferen los asintomáticos. Lo atribuyen sobre todo a tres factores: la vuelta al cole tras la Navidad, con todo lo que conlleva de cambios de rutina y relación con los compañeros dentro y fuera de sus centros; los cribados que se llevan a cabo cada vez que surge un brote en una clase; y el incremento de la transmisión del virus de padres a hijos, por la variante británica, temida por su alta contagiosidad y, tal vez, por una menor ventilación de las casas por el frío.
Tales conclusiones se desprenden de un análisis realizado por El Día a partir de la estadística que facilita la Junta sobre ‘Enfermos por coronavirus detectados por Atención Primaria’. En Segovia, en las dos primeras semanas completas del año (del 4 al 17 de enero), desde esta área se contabilizaron concretamente 2.748 casos, cifra que se redujo a 1.084 en las dos primeras semanas de febrero (del 1 al 14), un 61% menos (redondeando, sin decimales).
Sin embargo, entre los niños de 0 a 9 años se detectaron 170 casos del 4 al 17 de enero y 172 del 1 al 14 de febrero; sólo un 1% más, pero chocan con la tendencia general de bajada. Y entre los jóvenes de 10 a 19 años se pasó de 307 a 221, por lo que el descenso fue del 28%, menos de la mitad de lo que cae la media.
No en vano, los niños de 0 a 9 años representan casi el 8% de los casos detectados por Atención Primaria de Segovia desde el inicio de la pandemia y ese porcentaje sólo fue del 6% en el parcial citado de enero, pero se disparó a más del doble (16%) en el de febrero. Y ha ocurrido parecido con los de entre 10 y 19 años, que de estar detrás del 11% de los casos del 4 al 17 de enero casi se han duplicado, hasta el 20%. De este modo, los menores de 20 años han pasado a su vez del 17 al 36%.
La evolución de estos grupos de edad contrasta con la de los jóvenes de entre 20 y 29 años, que de registrar 410 casos en las dos primeras semanas de enero pasaron a 88 en las dos primeras de febrero, anotándose el mayor descenso porcentual de todos (79%), claramente superior a la media (61%). No obstante, también en ese extremo destacan los que tienen entre 70 y 79 años, con un descenso del 78% (de 192 casos a 43); y los mayores de 80 con un 75% menos (de 198 a 50).
Al jefe del Servicio Territorial de Sanidad de Segovia, César Montarelo, no le cogen de sorpresa las conclusiones generales que se deducen de la estadística: «Son datos que más o menos ya conocíamos, los he hablado con los epidemiólogos y más que deberse a un único efecto puntual de algo, probablemente hayan influido distintos factores», apunta.
En el caso de los menores de 20 años, «hay que tener en cuenta que al aumentar los brotes en colegios también se incrementaron los cribados y así se pudieron detectar más asintomáticos», agudizando la curva creciente de casos en esos grupos de edad. «Ese sería por tanto uno de los motivos por los que está aumentando mucho la incidencia en esos grupos de edad, pero hay otros», como la vuelta a la rutina lectiva tras las navidades. «No es que relacionemos este aumento con contagios dentro de los colegios, pero es evidente que aumentan al compartir autobuses, coches o juntarse más con los amigos», situaciones más frecuentes de transmisión comunitaria que las aulas. Claro que también puede ocurrir y ahí está el ejemplo de este mismo mes con el colegio Claret y el cierre de todas sus clases de primero y segundo de ESO, pero no es un origen mayoritario de contagios.
«Otra causa importante es que en esta tercera ola, a diferencia de lo ocurrido con las anteriores, si los padres se contagian, los niños tienen muchas más posibilidades de contagiarse también que antes», añade. «Ya sea por la alta transmisión de la variante británica, porque en invierno ventilamos menos las casas o también por otras causas, el caso es que, cuando el virus entra en una familia, ahora es muy difícil que no acaben todos contagiados».
Por otro lado, respecto al descenso de casos entre los mayores, Montarelo cree «en esta tercera ola se está notando la inmunidad de muchos usuarios de residencias que ya pasaron la enfermedad en la segunda y sobre todo en la primera». Y también «la vacuna se tiene que estar empezando a notar», dado que la primera dosis ya inmunizaba algo y se empezó a poner a finales de diciembre, y la semana pasada se terminó de administrar la segunda dosis a los usuarios de todas las residencias de la provincia, salvo los de dos centros de Ayllón y Carbonero afectados por brotes: allí recibieron la primera la semana pasada, así que tendrán la segunda en torno al 4 de marzo. Y más que debe bajar la incidencia según avance la vacunación en los próximos meses, aunque todavía sea pronto para bajar la guardia.