Miles de árboles contra la huella de carbono

SPC
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Repsol Impacto Social, junto a Grupo Sylvestris y LandLife Company, llevan a cabo una acción de reforestación con cerca de 53.000 especies

Miles de árboles contra la huella de carbono - Foto: Ical

Cerca de 53.000 nuevos árboles serán dentro de unos años los nuevos pobladores de 64 hectáreas en la localidad palentina de Fresno del Río. La plantación, llevada a cabo por Repsol Impacto Social, una herramienta de la Fundación Repsol, Grupo Sylvestris y LandLife Company, se estructura en un acuerdo que sienta las bases para la creación de una ‘joint venture’ que desarrolle proyectos de reforestación en España, Portugal y Latinoamérica.

Sylvestris, con el apoyo de Land Life, están trabajando en la ejecución de un plan de reforestación en España para plantar 350.000 árboles en tres zonas afectadas por incendios forestales y abandono agrícola, como son Mombeltrán (incendio de 2016), Cuevas del Valle y Fresno del Río, en Castilla y León, y Ejulve (incendio de 2009), en Aragón. Se estima que gracias a estas plantaciones se eliminarán de la atmósfera 108.000 toneladas de CO2.

Tras pisar el terreno palentino, el supervisor de la plantación, perteneciente Land Life, Gaspar Caparó, afirma en declaraciones a la Agencia Ical que el objetivo de la acción medioambiental se centra en la fijación de dióxido de carbono. Y es que, desde hace un par de años, se trabaja en colaboración con la Junta, y el elegido en este caso es uno de los montes más degradados. De ahí el interés de la reforestación, apunta. 

Durante el proceso, se han dividido las zonas de plantación en orlas y un espacio central para diversificar las especies. Principalmente se ha plantado un 25 por ciento de roble melojo, además de encinas y frutales silvestres, como el majuelo, el manzano, el peral o endrinos. Siempre caracterizado por «su gran diversidad, de la mano de árboles que puedan dar refugio y alimento a la fauna».

A simple vista, hay dos tipos de árboles plantados. Por un lado, los que poseen protectores y tutores para «que la fauna existente no los dañe, además de mejorar su crecimiento». En segundo lugar, aquellas que no poseen protección, debido a que ellas mismas no atraen a los animales, en mayor medida, por su tipología de hoja o la presencia de espinas, subraya.

El capataz forestal detalla que las mejores fechas para plantar «son siempre de cara a final de invierno, dado que las raíces se desarrollan por la parte subterránea». De esa forma, la planta lleva a cabo un crecimiento y tiene mucho más vigor, aclara. La planta «va a comenzar a crecer por las raíces, al profundizar por un hoyo, de 60 por 60 centímetros, para que, en primavera, pueda brotar, pero con un enraizamiento importante».