El Ayuntamiento de Segovia cuenta con dar a conocer en octubre el plan de uso y gestión del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE) del Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT). Lleva más de cinco meses terminado, ya que forma parte del Plan Estratégico de Segovia, que se iba a presentar en abril, pero la Junta Electoral ordenó cancelar el acto tras aceptar una denuncia del PP, y en este documento se define el perfil de las empresas que podrán alojarse allí, así como las condiciones de alquiler de espacios, con cuyos ingresos se espera costear el mantenimiento del edificio.
En principio, según se recoge en el propio plan de uso, para cubrir los gastos del primer año bastará con un nivel de ocupación del 50%, porcentaje que puede alcanzarse con la suma de las nueve empresas que ya anunciaron su intención de ubicarse en este edificio, o con alguna más que se presente al concurso que se abrirá tras la firma de la preceptiva recepción de las obras, lo cual debería ocurrir «de sobra» antes de acabar este año, según asegura a El Día el concejal de Desarrollo Económico y Empleo, Jesús García Zamora.
La licitación del alquiler de espacios se prevé que arranque «inmediatamente después», y aunque lo habitual es que estos procesos se prolonguen cuatro o cinco meses, García Zamora afirma que «se podrá resolver más rápido», de modo que el CIDE abriría «en febrero o marzo de 2020, si no antes».
El concejal declina desvelar aún el coste de los alquileres, pero matiza que saldrán «a precio de mercado o ligeramente más bajo», al tiempo que los espacios que se asignen a las empresas dependerán del empleo que prevean a corto y medio plazo.
¿Pero no queda mucha obra pendiente en el interior del CIDE antes de que se puedan iniciar estos trámites? García Zamora admite que «puede parecerlo al ver el inmueble desde fuera, pero porque falta el vidrio». Precisamente la presencia de una grúa junto al edificio días atrás venía motivada por la retirada de placas del hueco central y la colocación de perfiles para ubicar los cristales. «Cuando acaben con eso, sólo quedarán remates», añade.
Tres licitaciones. La licitación del alquiler de espacios es el proceso administrativo más importante que debe pasar el CIDE en los próximos meses, aunque se contemplan otras dos licitaciones que no tienen por qué lanzarse a la vez que la primera: una, para adjudicar la gestión de la cafetería restaurante; y otra, para facilitar a los segovianos el uso de una sala de coworking.
En cuanto a las empresas interesadas en instalarse, ocho ya anunciaron su intención en diciembre de 2018: Indra, a través de su filial Minsait, considerada la más importante de las que se presentaron entonces; Pig Champ, Biobullet.Bioammo-Febios, Delonia, Grupo Jomagar.Primer paso, Next Lab/Paramotion, Seidor y Mejora tu Ciudad. Una novena firma trasladó al Ayuntamiento su interés poco después: Limmat, una startup segoviana que desarrolla tecnología para mejorar la seguridad del sector ferroviario, entre otras aplicaciones, y que se encuentra actualmente en el vivero cameral (Vicam) de Palazuelos, propiedad de la Diputación. Y todavía se cuenta con que puedan entrar más, incluidas algunas de las que han participado en el programa de aceleración de startups Segovia Open Future.
Todas, las ya anunciadas y las que puedan surgir, deberán pasar en cualquier caso por el trámite de presentar sus proyectos durante la fase de licitación. Y una vez se resuelva la adjudicación de espacios, de cada firma dependerá la instalación de su mobiliario e identidad corporativa para iniciar por fin su actividad allí.
Entre ellas habrá empresas ya radicadas enSegovia y también de fuera.«Todas pueden concurrir a la misma licitación», aunque «obviamente» interesa más atraer nuevo empleo que trasladarlo de un punto a otro de la ciudad. De hecho, el CIDE incluye la puesta en marcha de un servicio que «facilitará el aterrizaje» a los recién llegados, orientándoles en la búsqueda de domicilio, colegio para los hijos u otras necesidades que pudieran surgir a sus trabajadores.
Ocho años y medio de obras. Con un plazo de 15 meses empezaba a levantar este edificio Volconsa en mayo de 2011. Debía acabar en el verano de 2012, pero lo que llegó fue la quiebra de la constructora en junio de 2013 y un incumplimiento de calendario, con dos prórrogas incluidas, que provocó la pérdida de la ayuda estatal que había llevado a abordar este proyecto. Desde entonces se han sucedido parones de hasta tres años y medio con obras puntuales y reinicios, hasta que Rogasa empezó a ejecutar en diciembre de 2018 la fase de finalización, que debía estar ejecutada entre junio y julio y ya está sumando nuevas demoras. Principalmente, por partes del inmueble sobre las que no se contaba con intervenir y ha tocado hacerlo como consecuencia del deterioro causado por la paralización de las obras, lo cual también ha contribuido a elevar un presupuesto que en 2011 se cifraba en 9 millones y hoy ya supera los 14, incluyendo los 2,4 de intereses por la devolución del préstamo y la subvención estatal.
Así que hoy, ocho años y cuatro meses después, las obras siguen pendientes de rematarse; y el plan de uso y gestión, sin que se haya dado a conocer con detalle. De ahí que el portavoz municipal del PP,Pablo Pérez, decidiera convocar a los medios de comunicación el viernes 20 para criticar a pie de obra la errática ejecución y la gestión política del proyecto.
No obstante, García Zamora subraya que el plan de uso y gestión del CIDE lleva en realidad más de cinco meses terminado, dado que este documento está incluido dentro del Plan Estratégico de Segovia, cuya presentación pública se esperaba haber celebrado ya el pasado mes de abril. Pero el PP denunció aquel acto por considerarlo electoralista, la Junta Electoral ordenó su cancelación porque las generales se celebraban pocas semanas después y desde entonces se viene retrasando la cita. El concejal justifica tal demora en el hecho de que tras aquella prohibición llegaran las elecciones municipales del 26 de mayo, al mes siguiente la negociación para formar Gobierno municipal, en julio la constitución de la nueva Corporación, en agosto el clásico bajón de actividad… «La idea además es presentar el plan personalmente al Consejo Sectorial de Desarrollo Local, Empleo e Innovación antes de hacerlo público», para que los colectivos que han participado en la elaboración del plan estratégico conozcan el documento definitivo de primera mano, según justifica García Zamora, así que había que esperar a que se recompusiera ese Consejo tras el cambio de mandato. También se quiere exponer al Consejo de Diálogo Social, pero es también en octubre, en cualquier caso, cuando se dará a conocer tanto a los demás grupos municipales como a la ciudadanía en general. Aunque, por otro lado, tal incertidumbre no conlleva más retraso que acumular al proyecto porque son los plazos de las obras los que condicionan la salida a licitación, no la cocción administrativa del concurso.
Según el proyecto con el que arrancó esta última fase, el CIDE contará con una superficie útil de 5.493,90 m2 repartidos en cinco alturas, incluyendo la planta sótano, destinada a aparcamiento con 41 plazas. En la planta baja se proyecta un living lab, para exposiciones y presentaciones, de 297 m2; una sala de usos múltiples de 254, dos espacios de trabajo de 110 y más de 200 para una cafetería restaurante.
En la planta primera, una pequeña sala de audiovisuales (47 m2), una galería sobre la sala de usos múltiples (45) y cinco oficinas de trabajo (de 73 a 213). En la planta segunda, un espacio de trabajo común de 188 m2 y cinco oficinas más en doble altura, entre las que destaca una que suma 1.234 m2. La planta tercera queda ocupada en su mayor parte por la segunda altura de esas cinco oficinas. Y en el horizonte, la presentación del plan de uso en octubre, la conclusión de las obras antes de que acabe 2019 y el inicio de la ocupación de sus espacios en el primer trimestre de 2020.