El edificio San Roque será reformado para evitar el cierre

Nacho Sáez
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La comunidad de propietarios ultima un proyecto para adaptarse a la normativa contra incendios y cumplir los requerimientos realizados por el Ayuntamiento desde hace más de cuatro años.

El edificio San Roque será reformado para evitar el cierre - Foto: Rosa Blanco

El edificio San Roque es seguramente el inmueble de oficinas más importante de Segovia y, sin embargo, carece de licencia. Así se puede comprobar en un requerimiento que realizó a su comunidad de propietarios, hace ahora dos años, el jefe del Servicio de Urbanismo, Obras y Servicios del Ayuntamiento, Emilio García de Castro. Un documento al que ha tenido acceso El Día de Segovia en el que este instaba a los titulares del inmueble –tras haberlo hecho también previamente en 2015– a adaptarlo a la normativa vigente de seguridad, bajo amenaza de sanción y de suspensión cautelar de la actividad que en él se desarrolla. Ahora el final de este tira y afloja ya parece encontrarse cerca.

El edificio San Roque será remodelado en los próximos meses: las escaleras serán sectorizadas, se mejorará la accesibilidad, se reparará el sistema de aire acondicionado de uno de los alas y se regularizará el sótano 1, que alberga plazas de garaje. La comunidad de propietarios ultima un proyecto que comenzará este año y que tendrá un coste superior a los 100.000 euros, según fuentes de la misma. Acabará con una incertidumbre que se había tornado en preocupación después de que el 3 de abril de 2017 el Ayuntamiento remitiese el mencionado requerimiento que advertía de la posibilidad de que el inmueble fuera precintado.

Ubicado en el paseo Ezequiel González, a muy pocos metros de la Comisaría de Policía y junto al Hotel Los Arcos, fue construido a finales de los 80 y en la actualidad alberga las oficinas de 48 empresas o instituciones y un centenar de plazas de garajes. Es la sede, por ejemplo, de la Cámara de Comercio desde que esta abandonó la Casa del Sello. También de algunas secciones de CSIF, del sindicato de profesores ANPE, de la delegación de Radio Nacional de España (RNE) en Segovia, del Colegio de Graduados Sociales, de la empresa de recursos humanos Randstad y de despachos de abogados, inmobiliarias, gabinetes de fisioterapia, aseguradoras, fotógrafos...

En su interior trabajan alrededor de 250 personas, para las que no existe plan de evacuación en estos momentos. El 19 de marzo de 2015, el Ayuntamiento instó a la comunidad de propietarios de este edificio San Roque a que «procediese a la regularización» de las actividades que se desarrollan en el mismo y a que aportase la documentación técnica necesaria «para justificar los requisitos de seguridad». Los técnicos municipales solicitaban también que se especificasen las actuaciones que se llevarían a cabo para el cumplimiento de estas exigencias, a tenor de que «para el ejercicio de las diferentes actividades que se desarrollan en la edificación resulta necesario previamente la tramitación de una licencia para el conjunto del inmueble, sin que conste hasta la fecha que se haya presentado dicha documentación», según remarcaban.

La normativa sobre seguridad de protección contra incendios cambió en el transcurso de la tramitación del expediente del edificio San Roque, lo que legitimó al Ayuntamiento a exigir a sus titulares en abril de 2017 que, «en el plazo de tres meses», presentasen el Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio (DB-SI), acompañado de planos de cada una de las plantas con su distribución. Del mismo modo puso en su conocimiento un real decreto –introducido en 2013 en la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social– que se refería a la adecuación de los edificios ya construidos a las condiciones de accesbilidad recogidos en el Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad (DB-SUA) «en todo aquello que sea susceptible de ajustes razonables antes del 4 de diciembre de 2017».

Al tiempo que recordaban que las instalaciones del inmueble sujetas a reglamentos técnicos están sometidas a las revisiones periódicas que correspondan, los servicios municipales otorgaban un plazo de tres meses para acometer la adaptación, bajo la advertencia de abrir un expediente sancionador y adoptar la suspensión cautelar de toda actividad que se desarrolle en el edificio, en caso de incumplimiento. «Desde el Ayuntamiento nos dijeron que estuviéramos tranquilos y al final hemos presentado un proyecto y vamos a hacer una obra mayor de la que se nos exige», destacan fuentes de la comunidad de propietarios.

No ha sido sencillo porque los trabajos que se plantearon inicialmente para crear zonas de evacuación eran de difícil ejecución. Finalmente la solución que se ha hallado es sectorizar las escaleras del inmueble con dos puertas de arriba a abajo. De esta manera, el edificio San Roque podrá sortear la amenaza de cierre.

ARCADAS DEL ACCESO. Uno de los aspectos más sobresalientes del edificio San Roque es su entrada, unos arcos construidos en acero corten o similar que cuentan con una protección especial, según confirman a esta redacción fuentes de la comunidad de propietarios. En el entorno de la misma está prevista la instalación de una rampa para mejorar la accesibilidad. Un objetivo que también se verá cumplido al habilitar un servicio para personas con discapacidad dentro de las obras que se llevarán a cabo para adaptarse a la normativa de seguridad contra incendios.

Estas se prolongarán durante seis u ocho meses, según los primeros cálculos, y la idea es que comiencen a ejecutarse coincidiendo con el inicio del verano. Un periodo en el que la comunidad de propietarios también tiene la intención de convocar una reunión para tratar todos estos aspectos.

El edificio San Roque es uno de los pocos inmuebles de oficinas del centro de Segovia y sus titulares están decididos a adecuarlo a los tiempos actuales, ya que incluso plantean la posibilidad de que el garaje esté listo para tener punto de recarga para vehículos eléctricos.