Los temporales del pasado invierno, sobre todo el que desató cuatro días de caos desde la noche de Reyes, regalaron bellas postales para el recuerdo y también cicatrices políticas entre los responsables de todas las instituciones públicas para no olvidar. Segovia capital quedó colapsada por una brusca caída de temperaturas entre el 9 y el 10 de enero que convirtió en hielo 36 horas seguidas de intensa nevada. Las consecuencias son de sobra conocidas y el colapso de aquellas jornadas, innegable. «El plan de nevadas ha funcionado en lo esencial, pero hay que mejorarlo porque decir lo contrario sería caer en la soberbia», admitía entonces a El Día el concejal de Medio Ambiente, Jesús García Zamora. Y las palabras de entonces parecen convertirse en hechos de cara a este próximo invierno. Si será suficiente o no lo dirá el tiempo, nunca mejor dicho, pero el operativo diseñado para este invierno mejora el anterior tanto en medios materiales como en protocolo de actuación.

En su presentación del pasado miércoles, García Zamora admitió sin matices «cuestiones que no se atendieron con la prioridad debida» durante ese temporal, caso de las paradas de autobuses, impracticables por las montañas de nieve que se dejaron acumular y que terminaron siendo hielo. Ya después de aquello hubo «una primera reunión» y se supone que no debería volver a ocurrir. 

Además, también entonces se pudo demorar en exceso la limpieza de calles y también eso se pretende evitar ahora, ya que los empleados del operativo encargados del «trabajo manual» de limpieza, es decir los que vayan «a pie», sabrán de antemano cuál es el itinerario exacto que deben seguir para que no se les puedan pasar las farmacias que tengan cada uno en su recorrido, centros escolares o las propias paradas de autobús. Los encargados de despejar las vías para el tráfico sí que contaban ya con rutas definidas como «una orden de trabajo» en cada camión cuando se equipa como quitanieves, pero no se hizo lo propio con los que van a pie hasta después de esa primera reunión en la que, de esta manera, ya se fue actualizando el plan tras aquellas eventualidades.

La falta de más medios materiales también lastró el operativo con el que se afrontó aquel temporal, de nuevo sobre todo en lo relativo a la limpieza de aceras, y el Ayuntamiento va a encarar el arranque de esta campaña con cuatro máquinas más que entonces, barredoras que «fundamentalmente» podrán adaptarse para agilizar esa labor tan criticada. Dos las ha comprado directamente el Ayuntamiento y otras dos, la adjudicataria del servicio de limpieza,Fomento de Construcciones y Contratas.

¿Y no podía potenciar Segovia su colaboración con empresas privadas para asegurarse que le faciliten maquinaria con rapidez si hace falta porque viene un temporal de esos que sólo sacuden cada mucho tiempo? «Ese puede ser el camino», respondía Zamora a El Día en enero. Y en la presentación del miércoles pasado confirmó que así se va a hacer: «Se ha contactado con empresas ajenas por si fuese necesario incrementar la maquinaria, están avisadas y se están dando los pasos para firmar los contratos». 

TOQUE A LOS CIUDADANOS. Que la máxima responsabilidad la tienen las administraciones públicas es obvio, pero no es menos cierto que sobre todo la prevención se comparte con los primeros que van a sufrir y criticar un operativo si sale mal. El próximo lunes empieza para los ciudadanos una nueva campaña de reparto gratuito de sal que se extenderá hasta el 24 de noviembre. Se repartirán sacos de 25 kilos entre las asociaciones y comunidades de vecinos, centros educativos, mercados, galerías de alimentación, organismos oficiales, empresas, comercios... Quienes viven en unifamiliares también se pueden acercar a por ellos a los puntos limpios del Peñigoso (camino de San Juan, Zamarramala) y el Vallejuelo (calle Guadarrama, 64, el vial interpolígonos).

«No esperemos a que haya nieve para recogerlos, que fue entre otras muchas cosas lo que ocurrió la campaña pasada», advirtió el concejal. De hecho, en ese primer plazo de reparto preventivo se repartieron 750 sacos y durante los temporales, unos 4.000, cuando además la sal es más eficaz si ya está echada sobre la acera antes de que caiga la nieve. Eso también complicó el reaprovisionamiento de sal, un defecto que en este caso debe servir como lección para todos.

EL OPERATIVO, EN BREVE. Resumiendo, los medios materiales que integran el operativo son básicamente cuatro vehículos con cuchilla y esparcidor de sal, más una pick-up; otro para el reparto de sal a los operarios; cuatro barredoras a las que se les pueden colocar cuchillas; once equipos con dotación de herramientas y sacos de sal; diez esparcidores de sal manual y dos fresadoras manuales (sopladoras de nieve).

En cuanto a medios humanos, FCC tiene casi un centenar de operarios que cuentan con el apoyo de Bomberos, PolicíaLocal, operarios de zonas verdes y jardineros de la unidad especial hasta sumar unas 350 personas.

El plan incluye rutas prefijadas barrio por barrio para las máquinas, con prioridad para las principales vías, itinerarios de autobuses y conexión con infraestructuras sanitarias y de transporte.