La construcción del tramo A del desdoblamiento de la variante SG-20, entre el punto kilométrico 0 al 8,4, entre la CL-601 y la conexión con la autovía a Valladolid, podría estar paraliza, ralentizada o continúa su marcha, según se pregunte a una fuente u otra, aunque a ojos de cualquier ciudadano parece que hay menos actividad y la adjudicataria Dragados ha reducido personal, pero no en su totalidad.
Con una fuerte polémica sobre el caso entre el PP y el PSOE que se acusan mutuamente de la situación, una de las cuestiones que se sacan en limpio es que la Administración trabaja en un modificado del proyecto para retirar y llevar a una planta de tratamiento más de 17.000 metros cúbicos de residuos del antiguo vertedero de Roduelos, en Palazuelos, que se encuentran junto a una de las zapatas que se deben ejecutar para el nuevo puente sobre el río Eresma. Se trata de una solución técnica, que incluye conversaciones con el Centro de tratamiento de ‘Los Huertos’, que se puede arbitrar en unas semanas, según la Subdelegación del Gobierno, aunque no ofrece fecha concreta paara hacerlo. Ya ha habido una reunión y, la próxima semana, se celebrará una segunda.
Consultado por este periódico, el Ministerio de Fomento niega que hayan cesado los trabajos –que en el otro tramo, adjudicado a Azvi siguen su ritmo– y, con testimonio gráfico, aseguran que en la zona en discusión se sigue llevando a cabo fabricación de zahorra artificial en zonas de acopios temporales, desencofrado de estructura de tablero sobre el Eresma, ferrallado y hormigonado de conos de tierras de las estructuras sobre los rios Eresma y Cigüiñuela, muro de contención en ramal Segovia-Madrid del enlace Nueva Segovia, reposición de líneas eléctricas y ejecución de canalizaciones y drenajes, entre otros.
Solo en el mes de septiembre, de acuerdo con el departamento del ministro José Luis Ábalos, lo ejecutado en el conjunto de la obra asciende a 700.000 euros, y reconoce que «hay en paralelo un modificado para la adecuación de la reposición de los servicios de abastecimiento y la propuesta concerniente a la gestión de los residuos industriales afectados por las obras».
gobierno. Ante esta situación, el PP emitió un comunicado en el que acusaba directamente al Gobierno de «paralizar» la obra. En declaraciones a EL DÍA, el senador juanRamónRepresa subraya que si estuviera gobernando su partido «las obras no estarían paralizadas» y no descarta que el freno a los trabajos se deba a un tira y afloja entre la empresa y el Ministerio, mientras negocian el tema.
Tras anunciar la inmediata presentación de iniciativas al respecto, tanto, en el Congreso como en el Senado, Represa afirma que el asunto de los residuos estaba contemplado en el proyecto, que contaba con el correspondiente estudio de impacto ambiental, para concluir que al PSOE «le viene grande el problema, que Fomento contrate una empresa [que lleve los residuos a la planta de tratamiento] y solucione la situación».
Recuerda el PP que en los presupuestos de este año que aprobó el Ejecutivo popular hay destinados 8,6 millones de euros, pero también son 11 millones menos de los que habían proyectado en las cuentas de 2017, que ese año previeron una inversión de 4,5 millones. Ya no se habla de finalizar los trabajos en 2019, sino en 2020. Quedan por invertir 24,2 millones.
El secretario provincial del PSOE, José Luis Aceves considera al Gobierno de su partido una ‘víctima’ de la «mala gestión» del PP. Lo argumenta diciendo que, en 2016, ya con el proyecto en marcha la Junta de Castilla yLeón dictó una nueva disposición obligando a que los residuos que se encuentran junto a una zona donde se enclavan algunos de los pilares del puente debían ser trasladados para su tratamiento, no considerando suficiente con el sellado.
Aceves subraya que el anterior Ejecutivo «lo ha sabido desde entonces y ahora nos toca arreglarlo a nosotros, como pasa con las obras del edificio de los juzgados, nos han dejado los marrones, es su responsabilidad y un cinismo político». La visibilidad del problema es patente porque mucho tráfico de la SG-20, por la que discurren unos 18.000 vehículos diarios, circula ahora por el interior de la ciudad, de por sí con problemas por el corte de la calle SanJuan. El desdoblamiento se lleva a cabo con tráfico en una vía que nació mal, aunque entonces se considerara suficiente.