Más de 3.000 personas claman por la igualdad en Segovia

Europa Press/ D. S.
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Más de 3.000 personas claman por la igualdad en Segovia - Foto: Nacho Valverde Ical

Más de 3.000 personas, según fuentes policiales, han acudido a la manifestación en Segovia convocada por la Asamblea 8M y que ha partido de la Plaza de la Universidad. Antes de la salida, se ha guardado un minuto de silencio por las 22 mujeres asesinadas por la violencia machista en lo que va de año y durante el recorrido se ha mantenido un cordón con el 'espacio de las ausentes'.

Diferentes colectivos, como PAH Segovia, Yedra, Condise, Segovia Antifascista o la Plataforma en defensa del sistema público de pensiones también se han sumado a la manifestación que ha concluido en el Acueducto con la lectura del manifiesto.

Por la mañana, más de 200 mujeres se han concentrado en la plaza de San Martín de la capital segoviana. Un desayuno acompañado de un micro abierto por el que han pasado diversos colectivos sociales de mujeres han protagonizado el acto que ha culminado con la lectura de un manifiesto. La mujer en el mundo rural, la necesidad de una perspectiva de género en la sanidad pública, la reivindicación de una educación igualitaria o la equiparación salarial entre mujeres y hombres han sido algunos de los temas más coreados de la jornada en Segovia.

El manifiesto íntegro que se ha leído por la tarde ha sido el siguiente:

"Hace 2 años, un 8 de marzo como hoy, nuestra compañera recordaba en las puertas de la cárcel a las mujeres presas y su huelga de hambre. Hoy volvemos a recordarlas. Sin su coraje , sin su valentía y sin la lucha de tantas mujeres que imaginaron un mundo mejor y que contra toda resistencia se arriesgaron a hacerlo posible, nosotras no estaríamos aquí.

El patriarcado es el modo de organización social que hace posible el sostenimiento del sistema capitalista, cuya base es la explotación de la gran mayoría de las personas, especialmente de las mujeres.

No flotaría el barco del capitalismo sin los trabajos de cuidados que las mujeres realizamos gratis los 365 días del año.

Más de 3.000 personas claman por la igualdad en SegoviaMás de 3.000 personas claman por la igualdad en Segovia - Foto: Nacho Valverde IcalNo flotaría el barco del capitalismo si miles de mujeres no realizaran los servicios domésticos en unas condiciones laborales, muchas veces, cercanas a la esclavitud, con contratos absolutamente precarios -cuando los tienen - sin derecho a prestación por desempleo, sin derecho a bajas laborales, sin salario mínimo.

No flotaría el barco del capitalismo sin esa brecha laboral que asciende al 21,92 %. Una brecha que tiene consecuencias en las pensiones, en la precariedad y en la falta de promoción en el puesto de trabajo.

Un sistema patriarcal que trata de tenernos sometidas, que nos maltrata, nos viola y nos asesina.

Más de 3.000 personas claman por la igualdad en SegoviaMás de 3.000 personas claman por la igualdad en Segovia - Foto: Nacho Valverde IcalEl sistema capitalista neoliberal se defiende astutamente y consigue que los medios, las empresas y los políticos convierten el feminismo en una moda, pero nosotras no lo vamos a permitir. No vamos a permitir que se nos neutralice, tenemos mucha fuerza , más de la que desearían y vamos a hundir el barco del capitalismo atacando su línea de flotación.

Nos seguirán oyendo y viendo luchar los 365 días del año para mejorar la vida de todas las personas.

Nos encontrarán defendiendo la tierra y el planeta de la codicia desmedida, del consumo obsceno de unos pocos para que vuelva a ser un lugar habitable para nosotras, para las generaciones futuras y para el resto de los seres que lo habitan.

Nos encontrarán poniendo la vida digna de las personas en el centro y no los intereses de los mercados y el capitalismo financiero.

Porque nuestro feminismo es un feminismo para todo el mundo.

Porque nuestro feminismo es un feminismo para todo el mundo

Para todas las mujeres, no solo para las privilegiadas o minorías preocupadas por la igualdad salarial o el techo de cristal, que también, sino sobre todo, para las atravesadas por diferentes vulnerabilidades: la clase social, la etnia, la raza, la diversidad, la edad, o la orientación e identidad sexual.

Un feminismo que no deja fuera a los hombres. Los mandatos de género, aunque de diferente manera, también les afectan. Ellos también salen ganando con el cambio. La masculinidad patriarcal no es un horizonte satisfactorio ni siquiera para los hombres.

El feminismo, al menos el que nosotras representamos, es un movimiento social y político de alianzas, construido desde lo común, desde la clase obrera y desde la pluralidad. Probablemente el movimiento más importante que existe en la actualidad.

Hemos venido a cambiarlo todo de raíz, a darle un nuevo orden, un nuevo sentido y un vuelco cultural, que sin la educación en las escuelas no será posible. La educación afectivo sexual es imprescindible para educar a chicos y chicas respetuosas con las demás y libres consigo mismas.

Una educación pública comprometida con la diversidad y la pluralidad. Comprometida con la libertad del alumnado y que deje fuera las ideologías privadas de las familias.

Un reto que normalice que en nuestros centros escolares el alumnado no sea objeto de exclusión ni por sus identidades, ni por su orientación sexual ni por su aspecto. Atajando así los estigmas de los roles, los estereotipos, los comportamientos sexistas y las violencias.

Las jóvenes venimos cargadas de reivindicación. Nosotras somos una parte fundamental de esta lucha, somos el futuro y traemos el cambio adherido a la sangre. Somos cientas, somos miles, y a pesar de que a cada paso que damos nos desgarran por todas partes, seguiremos avanzando, porque el miedo nunca va a ser más grande que nuestro amor al cuidarnos. Traemos con nosotras la rabia arrasadora de nuestras hermanas, el cansancio a espaldas de nuestras madres y la voz silenciada de nuestras abuelas. Porque somos las lesbianas y bisexuales, las trans y las migradas. Somos las obreras, las estudiantes y las amas de casa.

El feminismo es una forma de estar en el mundo: la única que nos da esperanza. Vale la pena, y lo vamos a conseguir.