Persiguiendo los pasos de Elcano

Manuel Sánchez / EFE
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Jerónimo Santos es el primer patrón español en participar en la regata Clipper Race, donde dará una vuelta al mundo en un viaje de 40.000 millas

Persiguiendo los pasos de Elcano - Foto: imagecomms

Casi 500 años después de que Juan Sebastián Elcano dibujase la primera vuelta al mundo en la nave Victoria, otro español, Jerónimo Santos, se ha convertido en pionero en su campo y será el primer patrón de barco español en la regata Clipper Race alrededor del mundo.

Nacido en Vigo pero criado en Melilla, 'Jero' arrancó su primer contacto con la vela a los siete años, cuando participó en su primer curso en este arte marítima.

Ahora, con 44 primaveras, afronta uno de los retos profesionales más grandes de su carrera. Será a finales de agosto cuando esta aventura, dividida en ocho etapas alrededor de todo el planeta, comience.

"Como navegante es un sueño que se tiene desde que empiezas. Es una meta, un sueño que piensas que es imposible. Hace un año pensé que si no lo hacía ahora no lo haría nunca", declara Jero, que reside en el Reino Unido.

Serán 40.000 millas náuticas (74.080 kilómetros) en las que se pasará por los cinco continentes y en las que Jero actuará como patrón de una tripulación de navegantes aficionados.

"Hay más gente que ha subido al Everest que gente que ha dado la vuelta al mundo navegando. Lo bueno de esta carrera es que abre las puertas al que está en busca de aventuras, pero no tiene el conocimiento náutico o no ha navegado en su vida", explica.

Esta inexperiencia la cubre la organización con un trabajado proceso de formación durante meses que prepara tanto a la tripulación como al capitán para el año que vivirán en el mar.

"Para mi puesto se envían más de 200 aplicaciones. Es un proceso selectivo muy intenso, te ponen en situaciones en las que buscan lo mejor de la vela mundial para ver si tienes el don para hacerlo", asegura Jero.

 

Un desafío con dificultades

La seguridad toma un papel muy importante a la hora de afrontar etapas que como es el caso de la que conecta China con la costa oeste de Estados Unidos.

"Todo tiene que ser muy seguro, es lo más importante. Accidentes pueden pasar, pero se intenta minimizarlos. El mar es el mar, cuando se pone bravo, se pone", comenta.

"El pacífico norte se tiene que cruzar en invierno y ahí hay muchas tormentas. A veces puedes esquivarlas o aprovechar el viento, en otras no tienes opción. Entonces te encuentras en pequeños huracanes, con olas enormes de 15 metros. Es peligroso", reflexiona el navegante.

Pese a esta seguridad, la Clipper Race tiene un gen competitivo. El barco que llegue en menos tiempo a Liverpool, al término de la octava etapa, será proclamado vencedor de la edición 2019-2020 de este evento que cumple 23 años.

"La seguridad es lo más importante, pero vamos a tope, hay que ganar, es una regata. Solo el participar es un honor, el ganarlo sería mucho mucho más, aunque yo prefiero ser cauto y esperar a la primera etapa para ver cómo va todo", agrega.

Junto a los 11 patrones, que recibirán una embarcación de las mismas características que la de Santos, por lo que competirán en igualdad de condiciones, están los más de 700 aficionados que fletarán esos barcos, lo que convierte el certamen en una especie de familia.

"El viaje se organiza un poco como una operación militar. Se hacen grupos y se navega día y noche. Es una rutina. Durante seis horas está un grupo llevando el barco, otros están descansando, otros haciendo comidas, haciendo arreglos", explica.

"Tiene un engranaje muy detallado. Le llaman ‘The Clipper Family' porque es una experiencia tan intensa en un espacio tan reducido que no te queda otra que llevarte bien", prosigue.

Cuando Jero desembarque en el Reino Unido el próximo verano de 2020, lo hará como ganador o no, pero será el pionero español de una carrera de resistencia y amor al mar, una de las regatas más espectaculares y difíciles del mundo. "Es un tipo de vida que te engancha y que no lo puedes soltar", sentencia a escasas semanas de soltar amarras.