Portando sus velas, los feligreseses de la parroquia de la Resurrección del Señor, del barrio de Nueva Segovia, han acompañado la imagen, portada a hombros por cuatro penitentes. Es el Cristo de la Salud, un crucificado que llegó hace cuatro años a la iglesia, procedente de la capilla del Hospital del Niño Jesús de Madrid y que se incorporó al vía crucis hace dos. La lluvia, débil al principio, ha obligado a completar el recorrido en el interior del templo.

La banda de cornetas y tambores de la cofradía abría el desfile tras los estandartes, que este año lucen un crespón como señal de luto por la reciente muerte de Hipólito Prieto, que dirigió esta parroquia durante 27 años. Este vía crucis es un momento muy especial para la cofradía, por celebrarse en el barrio. Este año se temen, además, no poder realizar la procesión del Jueves Santo, para trasladar el paso de La Flagelación a la Catedral, ya que las previsiones meteorológicas no son nada optimistas.