Ordenan restaurar el monte que motivó un intento de atentado

Nacho Sáez
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El TSJ obliga a devolver a su estado anterior la finca de Sigueruelo en el que se llevaron a cabo trabajos de roturación, cuya paralización desencadenó que un hombre intentara 'volar' el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto.

Terreno que fue roturado en Sigueruelo.

Ecologistas en Acción ha dado a conocer una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) que obliga a devolver a su estado anterior un monte de Sigueruelo en el que se llevaron a cabo trabajos de forestación que posteriormente fueron desautorizados. Esa revocación de los permisos está en el origen del intento de atentado que sufrió, el pasado mes de octubre, la casa consistorial de Santo Tomé del Puerto, municipio al que pertenece Sigueruelo. La organización ecologista destaca que el tribunal con sede en Burgos ordena la restauración de esos terrenos a la situación en la que estaban antes de la apertura de pistas, cortafuegos y roturación de la vegetación de las cumbres que realizaron los titulares de esa finca.

El 12 de abril del año pasado la Dirección General de Medio Natural de la Junta de Castilla y León acordó revocar la autorización que había concedido tiempo antes. Sus propietarios ya no podrían sustituir un tapiz vegetal por una plantación de pinos como era su intención. Unos trabajos que incluían la apertura de pistas y cortafuegos que «podían dañar el sistema de abastecimiento de agua del municipio al estar las captaciones en estos terrenos», según señaló en su momento Ecologistas en Acción.

Esta organización presentó en septiembre de 2016 un recurso de alzada para pedir la paralización de los trabajos de roturación que se estaban realizando con maquinaria pesada en los terrenos mencionados. «Afectaban a una zona que se había recuperado de forma natural con pinos silvestres, robles melojos, sabinas albares, acebos, matorrales de brezo y enebro rastrero y, en las zonas más elevadas, los piornales serranos», argumentaban los ecologistas, que destacaron la «rápida» reacción de los propios vecinos de Santo Tomé para paralizar las obras «cuando apenas se habían roturado unas pocas hectáreas de las más de 90 previstas».

Ese hecho motivó que una de las personas implicadas en esos trabajos asaltara una noche el Ayuntamiento de Santo Tomé y colocara una bombona de butano con una mecha de dos metros, que finalmente no llegó a explotar a pesar de contar con todos los elementos necesarios para hacerlo, según informaron en aquel momento los Tedax. También quemó dos máquinas que estaban llevando a cabo trabajos de reforestación en la zona de la estación de La Pinilla. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sepúlveda dirige las investigaciones de este caso.