Como en la semifinal, Águeda Muñoz se ha rebelado contra su teórica inexperiencia y ha querido decir 'aquí estoy yo' en la final del 1.500 del Europeo en pista cubierta que se está celebrando en la ciudad polaca de Torun. Junto a las otras dos representantes españolas, Esther Guerrero y Marta Pérez, ha querido marcar el ritmo de una carrera que, sin embargo, no se ha escapado nunca del control de sus rivales.

La alemana Krause ha tomado la iniciativa a seis vueltas del final, pero sin acelerar. Las hostilidades sólo se han roto poco después de cubrirse el mil en 3:04.95 y ha sido precisamente Guerrero la que ha imprimido un cambió brusco a 400 metros. La barcelonesa ha abierto un hueco apreciable con respecto a las demás pero las fuerzas le han abandonado en la recta de meta, donde le han pasado Valderelst (4:18.44), la británica Holly Archer (4:19.91), la alemana Hanna Klein (4:20.07) e incluso Pérez (4:20.39), mientras ella caía al quinto puesto con 4:20.45.

Águeda, que había hecho récord de España sub-23 en las series con 4:09.94, novena marca española de todos los tiempos, ha acreditado un crono de 4:22.44 en su despedida, antes de ser descalificada por pisar fuera y perder el séptimo puesto que había logrado. Igual que la británica Archer, que había cedido su sitio en el podio a la soriana Pérez aunque finalmente ha sido rehabilitada. 
Aun así la mediofondista segoviana cierra un campeonato espectacular. En su estreno en una cita de esta magnitud ha conseguido meterse en la final, ha logrado la mejor marca española sub-23 de la historia en 1.500 (4:09.94) y ha reclamado un sitio en la élite del atletismo europeo.