La Junta acelerará la vacunación en un "abril de esperanza"

SPC
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Casado anuncia un envío "muy importante" de Pfizer la próxima semana e Igea recalca que la vacunación "permite eliminar la inmensa mayoría de la mortalidad"

La Junta acelerará la vacunación en un "abril de esperanza"

La Junta de Castilla y León acelerará la vacunación en un mes de abril de “esperanza” gracias a la recepción esperada de “muchas más vacunas de Pfizer”, por lo que llama a la población a “evitar cometer errores fatales” en estas próximas semanas ya que “queda muy poco” para vislumbrar el final del impacto de la pandemia de COVID-19.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno extraordinario celebrado hoy por los miembros del Gobierno autonómico, el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, y la consejera de Sanidad, Verónica Casado, manifestaron su esperanza en aumentar el ritmo de vacunación en abril gracias a la recepción de más vacunas de Pfizer, empresa que, como señaló la consejera, “ha hecho un adelanto y cuando dice que manda, suele cumplir”.

El Ejecutivo autonómico también cuenta con una reserva de dosis de Moderna para inocular segundas dosis ante la falta de previsión de que vayan a llegar nuevos envíos en el corto plazo, mientras que Astra Zeneca va dando “las cifras ya conocidas” y se espera que Janssen “se ponga en circulación en la segunda quincena del mes de abril”, por lo que Castilla y León tendrá “más vacunas” y se va a poder “acelerar el proceso”.

Es por ello que, ante una previsión al alza sobre la entrega de vacunas, Igea hizo un llamamiento a la población para “evitar cometer errores fatales” ya que “queda muy poco y solo hay que aguantar un poco más”, de cara a que la pandemia pase “más pronto de lo que parece”.

De hecho, Igea relató que, de cara a la cuarta ola de la pandemia, “los números y la comparativa con Europa indican que ha crecido pero no tanto como en la tercera”, al registrar la subida de datos “una pendiente mucho menor” que a su vez se corresponde con el crecimiento de pacientes hospitalizados, que aumentan “pero no con la pendiente de enero” y que desde la Junta esperan que se mantenga así ya que los datos indican “una movilidad vacacional menor que en Navidades”.

Y es que, como refirió el vicepresidente de la Junta, “cada semana que ganamos, bajamos la mortalidad porque vacunamos a la población de mayor riesgo”, por lo que “aunque crezca la incidencia, esperamos que no crezca la mortalidad como en la tercera ola”.

Sin embargo, el propio Igea aseguró que su preocupación sigue siendo “grande” puesto que “el porcentaje de casos con la cepa británica, que conlleva mayor transmisibilidad y mortalidad como se está viendo en el conjunto de Europa, es muy alto”, por lo que aseguró que “no se puede bajar la guardia ni dar un mensaje erróneo de ausencia de preocupación”.  

Por ello, el vicepresidente reiteró a la población que “siga cumpliendo” con las medidas de distancia y de evitar el contacto social puesto que “queda muy poco". "Estamos en la recta final para estar en dos o tres meses mucho mejor”, concluyó.

Mayores de 70 años

También se refirieron Igea y Casado al hecho de que se estén realizando vacunaciones masivas a personas nacidas en el año 1956 mientras los mayores de 70 años siguen esperando sus dosis, señalando que esa situación se debe a la diferencia entre “el tipo de vacunas que utilizamos para un tipo de población y otro”.

En ese sentido, Casado recordó que las personas menores de 65 años pueden ser vacunadas “con tranquilidad” con las dosis de Astra Zeneca, mientras que los mayores reciben dosis de las marcas de vacunas con RNAm, esto es Pfizer y Moderna, que se han visto menguadas con respecto a las previsiones iniciales porque “no se han recibido más dosis de Moderna ni están previstas a corto plazo”.

No obstante, y debido a que Pfizer “va a hacer un envío muy importante la semana que viene” junto a las más de 92.000 dosis enviadas hoy, se podrá “ir avanzando en esa población que nos preocupa”, consiguiendo “no tardar mucho” en empezar con los mayores de 70 años, si bien Casado afirmó que no le gusta “hacer predicciones” porque con esta pandemia lleva “muchas decepciones” en ese sentido.

Reducción de la mortalidad

En cualquier caso, la consejera de Sanidad y el vicepresidente de la Junta se mostraron satisfechos con un ritmo de vacunación que posiciona a Castilla y León en el “grupo de cabeza” de España, al estar por encima del 80 por ciento de inoculación de las dosis y con un 8,7 por ciento de la población ya inmunizada, porque las vacunas son “la forma esencial de inmunizar a la mayor cantidad de población para cortar la cadena de transmisión”.

Pidió por ello Casado “más vacunas” ante una situación epidemiológica que “va cambiando”, con un aumento “progresivo” de los casos y un “riesgo elevado” frente al que la campaña de vacunación está permitiendo demostrar que “tiene un impacto importante en los sitios donde ya se ha puesto”, como en las residencias, donde apenas hay casos y en las que aquellas personas que desarrollan la enfermedad a pesar de la vacunación lo hacen “de forma leve o prácticamente asintomática”.

“La vacunación permite eliminar la inmensa mayoría de la mortalidad”, explicó a su vez Igea, quien justificó por ello la estrategia de vacunación a mayores de 80 años porque su porcentaje “supera el 30 por ciento” de las personas fallecidas en las anteriores olas. Así, y ante una nueva ola, desde la Junta esperan que el hecho de haber vacunado a más de la mitad de los mayores de 80 años con una dosis “permita una notable disminución de la mortalidad”.

Desequilibrios entre provincias

Por último, Casado e Igea se refirieron a los desequilibrios existentes entre las diferentes provincias de Castilla y León dentro de la campaña de vacunación, puesto que aunque desde el Gobierno autonómico se trata de “tener un cierto nivel de homogeneidad”, lo que no pueden hacer es “frenar la vacunación para ir todos a la vez”.

De hecho, ambos responsables políticos se sorprendieron porque se critique “por no tener un punto de vacunación masiva” en algunas provincias y en otras por “no llevar la campaña a determinados centros de salud”, cuando lo que hacen es “buscar el equilibrio” para que las personas que se puedan desplazar a un punto de vacunación lo hagan porque “permite vacunar a 30 personas a la hora e ir mucho más rápido”, mientras que en otros casos se trata de “acercar a los lugares donde tienen dificultades geográficas claras”.

En cualquier caso, el objetivo fundamental que apuntaron tanto Casado como Igea es “ganar tiempo” con diferentes estrategias de planificación que permitan “adaptarse a las circunstancias de cada provincia” que, no obstante, cuentan con diferente población en cada grupo etario o distinta cifra de profesionales sanitarios, por lo que “todas las semanas habrá una provincia que irá primera y otra última” en rapidez de vacunación, pero “el esfuerzo es bueno porque cada vez será una provincia la que esté en esa situación”. Por ello Igea pidió a la oposición “reconocer algún día cuando las cosas se hacen bien”.