El control de las residencias contiene la covid en Segovia

D. A.
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El brote de Riaza, que ya se ha cobrado la vida de dos usuarios, evidencia la fragilidad de las residencias cuando entra el virus, pero las demás se mantienen limpias de covid tras la mortalidad acumulada al inicio de la pandemia

La Residencia Asistida ha acumulado el peor balance de mortalidad de todos los centros públicos de la región, con 59 fallecidos con covid o síntomas compatibles. - Foto: Rosa Blanco

En pleno inicio de la segunda oleada del coronavirus, con algunas provincias del país sufriendo una incidencia incluso mayor que en marzo o abril, Segovia resiste y hasta ve descender el ritmo diario de notificación de nuevos casos desde hace tres semanas; sobre todo en ésta, con 92 entre el lunes y el jueves de esta semana, frente a 126 en ese mismo periodo de la anterior, que a su vez terminó siendo la de menos casos (255) desde que se marcaran las cifras más altas desde abril entre el 7 y el 13 de septiembre (368). Segovia se situó entonces entre las siete provincias de España con mayor incidencia de contagios, 241 por cada 100.000 habitantes en siete días, y el martes ya era decimosexta con 163, una tasa aún alta, pero la segunda más baja de la región, sólo por detrás de Soria (73), aunque este jueves se declaraban cuatro brotes nuevos; en total, 37 activos con 254 casos vinculados.

Baja la incidencia a pesar de que Sanidad notificara en los cuatro primeros días de esta semana la muerte de tres pacientes covid en el hospital, que hasta este jueves llevaba casi cinco meses (desde principios de mayo) sin sufrir dos decesos en una sola jornada. Suma 224 desde el inicio de la pandemia, pero sin contar los que murieron allí con síntomas sospechosos, en residencias, en sus casas o en otros centros, hasta alcanzar 642 fallecidos desde el inicio de la pandemia, según el balance de mortalidad covid de la Junta.

Pero nada tiene que ver la situación epidemiológica actual de la provincia con la de primavera. Al menos de momento, aunque el repunte sufrido a partir de mediados de agosto haya llevado a cifras muy por encima de las registradas desde entonces. Y una clave fundamental está en las residencias, todavía hoy controladas, sin casos de covid-19 activos, con la lamentable excepción del brote puntual localizado la semana pasada en una privada de Riaza que ha desvirtuado la positiva tendencia del conjunto de la provincia. 

Ese foco revela hasta qué punto la situación pende de las residencias, extremadamente vulnerables cuando el virus entra en ellas. Si lo mantienen a raya, difícilmente llegará a sufrir Segovia en esta segunda oleada un castigo semejante al de la primera, pero ha bastado el brote de Riaza para acumularse allí 81 positivos, con 45 usuarios de la residencia entre ellos y con 212 contactos en estudio dentro y fuera del centro. 

Dos de los tres fallecidos con covid en el hospital esta semana eran precisamente usuarios de esa residencia, que tiene a otros siete ingresados. No obstante, son las primeras víctimas que se incorporan al balance de mortalidad en residencias o viviendas tuteladas de Segovia desde el 20 de julio. De hecho, con fecha 11 de mayo ya se contabilizaban 380; el 96% en mes y medio y el 4% restante (13), en los cinco meses siguientes.

La consejera de Familia, Isabel Blanco, ya reconocía la semana pasada que las residencias debieron cerrar antes del 13 de marzo y que tres de cada cuatro no contaron entonces con suficientes equipos de protección. Así vieron dispararse los contagios y la mortalidad hasta concentrar, en el caso de Segovia, más del 60% de los fallecimientos por covid. Una letalidad extraordinariamente alta, dada la extrema vulnerabilidad ante el virus de personas con patologías previas, y consecuencia a su vez de un nivel de contagios también extraordinariamente alto. 

No en vano, en estos centros de Segovia viven actualmente 2.401 personas y 983 ya pasaron la enfermedad, un dato lamentable que, sin embargo, ahora facilita el control de su propagación en esta segunda oleada gracias a la relativa inmunidad de esos usuarios que ya lucharon y ganaron a la covid-19. Así sucede que ahora, con datos actualizados hasta el jueves, hay 45 usuarios de residencias de Segovia con covid confirmado y activo, y resulta que todos son de la de Riaza, mientras el resto se mantienen limpias.

Otra cuestión es el estado en el que se encuentran las públicas a nivel de instalaciones. PSOE y Podemos recordaban recientemente que la Mixta está «al 50%» de ocupación por dos plantas que permanecen cerradas «desde hace más de diez años» a la espera de una reforma que no llega. En este sentido, la Gerencia de Servicios Sociales destaca a El Día que ya en 2019 se licitó y adjudicó el contrato de redacción del proyecto para la reforma de las plantas 2ª, 1ª, baja y sótano para facilitar la reocupación de las que están cerradas, destinadas a «personas válidas». En 2018 y 2019 se hicieron obras en la Asistida, pero sólo en la planta baja, para disponer de una nueva zona de fisioterapia, peluquería, podología y sala polivalente, además de sustituirse dos ascensores.

En la Mixta murieron siete usuarios con coronavirus (seis) o síntomas compatibles (uno) durante la pandemia y actualmente viven allí 61; y en la Asistida, que es la pública que más mortalidad covid ha acumulado en toda la región con 59 fallecidos (17 con coronavirus confirmado y 42 con síntomas compatibles), ha pasado de tener más de 250 residentes a sólo 185. Ahí también es clave ahora que Familia sólo está admitiendo nuevos ingresos si están justificados por causas tipificables como emergencia social (si el solicitante no tiene familia que lo pueda acoger, por ejemplo).

Situación hospitalaria. La influencia de las residencias en el control de la covid-19 se hace notar también en la situación del hospital. Tal y como apunta el gerente de Asistencia Sanitaria, Jorge Elízaga, «el brote de Riaza incide ahora de manera importante, ya que si no estaríamos dentro de la media que se viene registrando desde el repunte de mediados de agosto», un intervalo en el que el hospital ha tenido «un enfermo a la semana o ninguno procedente de residencias». En total este jueves había 26 pacientes ingresados, incluidos siete de la residencia de Riaza; 22 en planta y, eso sí, otros 4 en la UCI, con el agravante de que si esa unidad llegara a 6 podría obligar al hospital a suspender operaciones para recolocar en esa área a los críticos con patologías no covid. Ya hubo que trasladar a dos pacientes a Valladolid por ese motivo hace dos semanas, y en el alambre seguirá la continuidad de la actividad quirúrgica, como poco, hasta que acaben las obras de ampliación de la UCI, que se espera que disponga de una nueva unidad con seis camas operativas a partir del 20 de octubre.

Colegios. En el ámbito educativo, mientras tanto, desde el 9 de septiembre se han registrado 25 alumnos con covid confirmado y este jueves había 75 cuarentenados, de los cuales 30 pertenecen a tres ‘grupos burbuja’ (Infantil o primero de Primaria) del CEIP Eresma de Segovia, Zarzuela del Monte (CEO Villacastín) y Chañe (CRA Retama); y los 45 restantes, a estudiantes sueltos de cursos a partir de segundo de Primaria. Cuarentenas que también afectan a una veintena de profesores, aunque entre los trabajadores de la comunidad educativa segoviana ‘sólo’ van cinco positivos.

Sin lista de confinados para control policial de cuarentenas. La consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunciaba hace dos semanas que a partir de entonces empezaría a remitir listados de aislados y cuarentenados a los alcaldes de las capitales o grandes municipios de la región para que ayudaran a controlar que se cumplen los confinamientos a través de sus cuerpos locales de Policía, pero en Segovia todavía está por llegar el primer listado. Los agentes han prestado ayuda en ese aspecto por requerimientos muy puntuales a lo largo de la pandemia, fundamentalmente cuando los rastreadores no han logrado localizar a alguien en concreto, pero nada más. El Día preguntó por los motivos a la Consejería el miércoles de esta semana y al cierre de esta edición no había respuesta, pero al menos otras ciudades que actualmente sufren más incidencia de contagios sí que están recibiendo los listados.

Entretanto, la Policía Local sigue velando por el cumplimiento de las medidas preventivas fundamentales y la semana pasada fue una de las más intensas a nivel de denuncias: 89 a ciudadanos por no llevar mascarilla, la mayoría a jóvenes de botellón; 5 por aglomeraciones sin respetar distancias, una en un trastero y cuatro en la calle, de nuevo con botellones de por medio; y a establecimientos hosteleros, tres por incumplir horarios de cierre y otras tres intervenciones con desalojos incluidos por incumplir aforos. La Policía Nacional, por su parte, puso 12 denuncias por no llevar mascarilla y la Guardia Civil, 13 en la provincia. Cierto que son mayoría los que cumplen, y en Segovia más que en otros territorios, pero la minoría incumplidora no deja de ser amplia aunque el coronavirus siga circulando y el riesgo de que la incidencia se vuelva a disparar sea más que latente, por más que las residencias se mantengan controladas.