«El equilibrio en la vida es un aburrimiento»

Sergio Arribas
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Pisó este verano el escenario del Sonorama Ribera con su banda 'Ánima' de «indie-rock», en lo que fue «un sueño cumplido» y un prometedor acicate a su aún corta trayectoria. Es Alberto o 'Tito' Valverde, el doble de 'Isco Alarcón', jugador del Madrid

Alberto Valverde, cantante de 'Ánima'. - Foto: Gema Escuderos

El «artista» tiene que hacer lo que le viene en gana, que para eso lo es. Es la filosofía de Alberto Valverde ‘Tito’, a quien le apasionan, a partes iguales, el pensamiento del suizo Carl Gustav Jung, pionero de la psiquiatría profunda, y Kutxi Romero, compositor de Marea.

Bienvenido Isco Alarcón, ¿qué tal el último partido con el Real Madrid?

Fui suplente, pero es lo que tiene tanta competencia en el equipo. En el anterior, lo peté (se ríe). Me han confundido más veces de las que me caben en las dos manos. En Madrid, en una fiesta, me confundieron unos chicos y les vacilé. Dije que era el primo del jugador del Real Madrid. Se corrió la voz en la discoteca y todos se hicieron fotos conmigo, que luego subieron a las redes sociales. En twitter se montó parda.

Alberto 'Tito' Valverde, con La Pizarra.Alberto 'Tito' Valverde, con La Pizarra. - Foto: D.S.

No jugará en el Santiago Bernabeú, pero, si me lo permite, subirse al escenario del Sonorama Ribera 2019, donde actuó con su grupo Ánima, es también un gran triunfo.

Pues es como el Bernabeú, ciertamente. Soy un asiduo al Sonorama y siempre que acudía me sobresaltaba esa ilusión de poder subir un día al escenario. En esta última, la décima edición, lo conseguimos. Ha sido un sueño cumplido. Es un cambio abismal. Pasas de tocar en espacios minúsculos, donde los músicos estamos casi de lado, a tocar sobre ese escenario, donde casi no ves al resto de la banda. Y con tanto público, con sonido superprofesional…

Ánima. Explíqueme el origen del nombre de la banda.

Fue tras leer a Carl Jung, un psicólogo que me apasiona. Decía que el ‘ánima’ es la parte femenina de los hombres de la cual las mujeres se sienten atraídas. Me moló el rollo y dije pa’lante. Soy más filosófico que espiritual, pero sí, por ahí me puede encontrar.

Pero es un grupo poco convencional, empezando por las influencias de cada uno de sus miembros.. rock, música brasileña, jazz. Defina su música, si tiene definición.

No me considero músico, pero es que, a veces, no soy ni persona. Es lo que tiene. Y como no sé de música, huyo de las etiquetas. No me interesa. Un batería brasileño, un bajista de pop-rock… imagine la mezcla. Hemos puesto ‘indie-rock’ por poner algo (se ríe), por aquello del marketing..

¿La fusión musical es moda pasajera?

¿Me lo pregunta por lo del fenómeno Rosalía? Es que lo nuestro no es ni fusión. Compongo las canciones, en plan básico, con la letra, un teclado y poco más... y los músicos de la banda hacen el tema grande con sus aportaciones. No somos fusión, somos indefinidos. ¿Le vale la respuesta? Y lo de Rosalía, pues ¿qué quiere que le diga? Dicen que hace fusión, trap.. y, si es eso, parece como muy artificial y, por tanto, intuyo que pasajero, como las canciones del verano.

Le invitan a entrar en la Academia de ‘Operación Triunfo’. ¿Aceptamos gustosos, rechazamos la invitación o entramos al programa para disparar las audiencias?

Rechazamos, sin contemplaciones. Es un paso atrás. Todos los que van, se venden a la televisión y al negocio. Y de Eurovisión ni hablamos. Es la pantomima del mundo.

«El mercado musical actual obliga a los músicos a prostituir su trabajos”, han comentado los integrantes de Ánima. ¿Tan desolador es el panorama actual?

Partiendo de la base de que para tocar en una sala tienes que pagar antes…. Que no te paguen, hasta se puede entender, porque si un grupo es malo y no lo va a ver nadie... pero pagar para tocar en una sala es algo lamentable.

¿Le oiremos en los 40 principales?

Difícil. El 90% de las canciones que emite esta radio española, la de más audiencia, son de artistas internacionales. No apuestan por la música española. Porque apostar por Alejandro Sanz no es ningún riesgo, es una coña.

‘Boreales’ es el primer trabajo profesional de la banda. ¿Su música es aurora boreal?

Un aurora boreal es algo que está en el cielo y que no debería estar. El disco va de eso, cada canción tiene un sentido, un significado y con una interpretación que es, al mismo tiempo, abierta. La aurora boreal es sorprendente y es lo que queremos, sorprender. Ánima te gustará o no, pero siempre es original. Se lo garantizo. Lo que sale de aquí, no lo hace nadie. Es imposible que imitemos a nadie. El artista siempre tiene que hacer lo que quiera, sin directrices, censuras ni presionado por la búsqueda del negocio. Sin libertad, no hay arte.

Vayamos a sus orígenes. ¿Autodidacta? ¿De dónde le viene su pasión por la música?

Empecé a querer a tocar la guitarra y a componer canciones tras escuchar a Extremoduro y a Marea. Las letras de Kutxi Romero, de Marea, fueron una flipada en mi cabeza. Me dije «¡Ostias!¡Yo quiero hacer esto!» Me ponía a tocar la guitarra con cuerdas desafinadas. Y así estuve un año hasta que un primo mío me puso en orden el asunto.

Me le imagino en su pueblo, el Caserío de San José, de niño, dando la ‘matraca’ a sus vecinos.

No. Empecé tarde, tocando la guitarra o el piano cuando no había nadie en casa. Mis padres no lo prestaban atención y solo se percataron cuando dí el primer concierto en las fiestas de mi pueblo. Fliparon cuando me vieron sobre un escenario. Quizá tampoco me veían capaz (se ríe).

¿Algún secreto para superar el miedo escénico?

No es mi caso. Nervioso estoy siempre, pero por las ganas de tocar. Cuando te plantas delante de un micrófono, una de dos, o te enfrentas al público con arrogancia y te crees el mejor o como tengas dudas y vaciles, la acabas liando. No puedes arrugarte, hay que rugir como los leones.

Amante de las versiones. Las que hace de ‘Morena Mía’ de Miguel Bosé o ‘Mi Gran Noche?, de Raphael, son de las que dejan huella. Se lo aseguro.

La canción de ‘Morena Mía’ me flipa y es de las pocas que me sé, no siendo las mías, claro. El resto de Bosé pues, sinceramente, son una auténtica castaña. Y lo de Raphael… es que tengo una coreografía con esa canción muy particular. Y ya le digo, siempre triunfa.

Lo de salir con falda o pareo, ¿es por influencia de Locomia o del autor de ‘Amante Bandido’?

No, no… (se ríe). Tiene que ver con el significado de ‘Ánima’, lo que le comenté de David Hume. Es esa parte femenina de los hombres. Quería buscar un elemento mayormente femenino y que no fuera de coña. Me podía haber puesto un sujetador, pero no era el caso.

Por cierto, ¿qué le enamora?

La gente que es capaz de transmitir, sin querer hacerlo.

¿Dónde encuentra su inspiración para componer?

Eso habría que preguntárselo a mi cabeza, que muchas veces va a su bola. Algunos hacen uso de drogas, alcohol… En mi caso, cero. No quiero distracciones.

Como compositor, ¿qué le inspira más, el amor de las viejas novelas o el cambio climático?

Ninguna de las dos cosas. En mis letras soy enrevesado, complico las cosas, lo admito (se ríe). A los del grupo nunca se las explico. Un día lo hice y me dijeron: «Alberto, estás fatal».

Me pilla ya con una edad. En mis tiempos jóvenes, si hubiera dicho ‘indie’ me hubiesen remitido a las tribus norteamericanas. ¿No hay demasiado artista y banda bajo este paraguas?

Sí. De hecho, siempre digo que el ‘indie’ me está jodiendo la vida, porque nos hace ensayar los domingos por la mañana, algo que nunca hacen los rockeros.

Vivió en Malasia, país famoso por sus playas y bosques tropicales. Imagino que allí practicaría el ‘surf’, una de sus pasiones. ¿Hace muchos equilibrios en la vida?

Una canción nuestra se llama ‘Al borde del equilibrio’. Siempre digo que hay que estar siempre buscando el equilibrio, pero sin conseguirlo. Si lo haces, es un aburrimiento. Tienes que estar cayéndote un poco.

Eso de nadar en el Pontón Alto, incluso en invierno…. ¿amante del riesgo?

Sí, siempre, a tope con el riesgo (se ríe)

¿Y ha sido arriesgada esta entrevista?

Pues podía haberme metido más caña. Perdió la oportunidad (se ríe).