Ya tiene su maratón olímpica. Tras el varapalo que supuso la retirada en Río de Janeiro 2016 a escasos días de competir, Javi Guerra se ha sacado la espina de participar en unos Juegos. Seguramente la cima de una carrera también adornada por tres presencias mundialistas (Moscú 2013, Pekín 2015 y Londres 2017), un cuarto puesto en un Europeo (Berlín 2016) y tres títulos de campeón de España (La Coruña 2013 y Sevilla 2018 y 2020). Todo en la disciplina de maratón.

Sin embargo, su papel en Sapporo -el escenario elegido para la maratón en estos Juegos de Tokio- no ha sido seguramente el que había soñado. Entre los tapados al no haber apenas competido en el último año y medio, había señalado que llegaba en el mejor momento de forma posible pero las condiciones de calor y humedad de la prueba la convertían en una incógnita.

Guerra se coló en la foto de salida y resistió con los mejores hasta el kilómetro 17, aunque casi todo el tiempo se situó a la cola del grupo. Al quedar descolgado no saltaron las alarmas pues acostumbra a ir de menos a más. Esta vez, en cambio, se detuvo en el entorno del puesto 30 sin poder recuperar más posiciones.

Su tiempo final (2h16m42s) se quedó a ocho minutos del ganador, el keniano Eliud Kipchoge, a seis minutos y 26 segundos del primer español Ayad Lamdassem (quinto en la general) y a un minuto y 21 segundos de Daniel Mateo (puesto 21). Un mal menor al lado del inmenso trabajo realizado por el atleta segoviano durante estos cinco años.