Repartos a la carrera

D. A.
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La apertura tardía de los negocios de la Calle Real lleva a concentrar casi todo el reparto de allí en la última media hora permitida, de ahí los atascos. El Ayuntamiento estudia habilitar carga y descarga por la tarde en puntos próximos a esta vía

Repartos a la carrera

Mira, por la parte de arriba de la Calle Real no me abren algunos comercios hasta las 10.00, tengo veinte notas de reparto y hay que salir de aquí a las 10.15, así que imagínate cómo voy». Quien habla es un empleado de DHL a la carrera, pero podría haber sido cualquier colega de cualquier otra empresa de reparto que trabaje en esta zona, porque todos van contra reloj: «A veces sales en hora y a veces no, y según se acerquen las navidades será peor, porque entonces casi nadie saldrá en hora», admite uno de Nacex, pensando ya en cómo se dispara la demanda de paquetería y suministro en las épocas de mayor consumo. Son las 9.50 de la mañana del pasado lunes, que para ellos suele ser el día laborable más tranquilo de la semana, pero aun así hay prisa. Siempre la hay, y eso no siempre cuadra con el tráfico de peatones, segovianos o turistas, que también empieza a crecer en esos minutos en los que al repartidor le toca acelerar.

«Legalmente nos dejan hasta las diez y tenemos un cuarto de hora de cortesía para salir de la Calle Real, o sea que vamos muy mal porque, quitando cuatro o cinco, los demás están cerrados antes de esa hora», incide un empleado de Seur. 

Antes de las 9.30 todo es calma en la vía más comercial del casco histórico. Las pisadas, tampoco muchas, suenan más que los motores, y el silencio amplifica el ruido de las pocas persianas que se oyen subir. Entre las excepciones está Calzados Marypaz: «Abrimos a las 9.30, aquí solemos estar desde las 9 y el repartidor nunca viene antes de las 9.10, así que por aquí no tenemos problema», comenta una de las trabajadoras. Pero es más representativa la descripción de Javier Figueredo, propietario del Estanco Mayor y presidente de la asociación comercial Decalles: «Si ya de por sí el comercio echa muchas horas, porque al final trabajas diez diarias, como encima tengas que venir una hora antes o dos para poder recibir la mercancía, cuando no sabes ni a qué hora va a venir el reparto... Las agencias de transporte no te dicen ‘mañana venimos a las diez’, tú haces los pedidos y a veces te llegan a lo largo de la semana», explica. Así que «al final es a partir de las 9.30 cuando va llegando todo el mundo, muchas empresas te han dejado el papel de que han estado a las ocho y pico y a veces te toca ir a por paquetes al polígono».

Las complicaciones crecen según avanza la semana. «El martes y el miércoles ya aumentan porque suelen repartir las empresas grandes de bebidas; puede que el viernes sea el día de más jaleo, pero esta semana imagino que el miércoles será una jungla por el puente, al concentrarse los repartos del jueves y el viernes», añade Figueredo. Y efectivamente, así fue.

En los días más intensos, de 9.45 a 10.15, no es difícil ver peatones sorteando furgonetas (o viceversa). Pasando en filas de a uno a escasos centímetros de los retrovisores o esperando a que pase la furgoneta de turno detrás del mobiliario extra de algún comercio, ya que la prohibición de los carteles tijera ha reducido de forma notable este problema desde agosto, pero no del todo. 

«El reparto no da abasto en la Calle Real», constatan dos comerciales de bebidas aparcados en la Plaza Mayor pasadas las 10.30 del lunes (allí pueden estar hasta las 11.30). «Para nosotros no habría problema si los hosteleros abrieran sus almacenes a las 8, pero tienen los horarios que tienen y no es fácil». Ni siquiera los lunes, pese a ser «un día de pedidos» más que de entregas.

Cierto es, por otro lado, que la situación ha mejorado para el peatón. ya que ahora al menos los colapsos se acaban más temprano. Antes de abril de 2016 el reparto en esta vía era de 8 a 11, así que una furgoneta que entrara por ejemplo a las 10.50 perfectamente podía estar allí hasta casi mediodía. Y desde entonces el horario es de 7.30 a 10.00, más los ya citados 15 minutos ‘de cortesía’, de modo que la franja de mayor conflicto se ha reducido a la que va de 9.45 a 10.15; aunque después el problema se traslada a la avenida del Acueducto y aledaños, caso de la calle SanFrancisco. «Antes la Calle Real parecía Calcuta y si lo comparamos con eso, desde luego que hemos avanzado», recalca el concejal de Tráfico y Transporte, Ramón Muñoz-Torrero, que aun así admite que queda margen de mejora. De hecho, el primer planteamiento del Ayuntamiento fue adelantar el final de la carga y descarga en esta vía a las 9.30, pero cedió 45 minutos tras reunirse con los afectados e intentar equilibrar entre la necesidad de facilitar la movilidad del peatón y la de no poner demasiados palos en las ruedas a comerciantes y hosteleros.

POSIBLES CAMBIOS. La asociación Decalles, por su parte, ha hecho llegar ahora sus nuevas propuestas al Ayuntamiento por escrito, tal y como les sugirió la alcaldesa,Clara Luquero, en una reunión que mantuvieron semanas atrás para tratar esta y otras cuestiones. Plantea que se habilite alguna hora de carga y descarga por las tardes con plazas en «zonas alternativas» como el paseo del Salón, la calle Herrería, la Plaza Mayor, el Azoguejo o la avenida del Acueducto, para poder llevar la mercancía andando desde allí hasta la Calle Real. Una medida que, aparte de dar más opciones a transportistas y negocios, podría rebajar el tráfico de furgonetas de cada mañana.

Y el concejal de Tráfico y Transporte, al menos a bote pronto, no ve mal establecer «puntos de abastecimiento» extra. «Lo tenemos en mente, y también nos planteamos dar alguna facilidad en otras zonas», avanza. «Es verdad que a partir de las 11 ahora se monta algo de lío por la avenida del Acueducto y la calle SanFrancisco, y también hay que dar una vuelta al tema en zonas como Constitución y José Zorrilla», aunque no avanza plazos, ya que primero habría que cerrar acuerdos con los colectivos interesados y cualquier cambio en la Ordenanza de Circulación conlleva meses de tramitación. 

El Ayuntamiento ya descartó permitir repartos de 15.30 a 16.30 cuando recortó los horarios por considerar que también en esa franja hay muchos peatones, sobre todo turistas asiáticos, si bien ahora se trata de puntos de parada alternativos a la Calle Real. Y en caso de aceptarse esta medida, aún debería concretarse si es a primera o a última hora de la tarde. «A todos los comerciantes y hosteleros no les interesa lo mismo, tendríamos que reunirnos», matiza Muñoz-Torrero. Y hasta entonces ya se sabe: repartidores a la carrera por la Calle Real, por más que esta vía ya no sea «la Calcuta de antes», y con peatones en fila entre furgonetas durante los días más complicados.