Los andamios volverán en breve a diversas fachadas del centro del barrio de San José con la tercera fase del programa Área de Regeneración Urbana (ARU) de este barrio, El Palo y Mirasierra, que arrancó en el cada vez más lejano 2009 y ha permitido rehabilitar los edificios de 416 viviendas a las que se van a sumar otras 100. El Ayuntamiento de Segovia aprobó el miércoles en Junta de Gobierno Local la propuesta de resolución de una nueva convocatoria de subvenciones que permitirá avanzar en el rejuvenecimiento de esta vieja zona con la restauración de los inmuebles de seis comunidades más: las de Londres 5 (13 viviendas), Giner de los Ríos 1, 2 y 5 (15, 12 y 10), Atenas 5 (15) y Viena 1 (35).
La convocatoria se aprobó en octubre, hubo un mes de plazo para optar a subvención y se presentaron hasta diez comunidades, de modo que cuatro se han quedado fuera a pesar de no haberse agotado el presupuesto máximo. En total se podía haber alcanzado un límite de 935.453,93 euros a razón de 9.354,53 por vivienda y las ayudas concedidas suman 756.609, así que son casi 180.000 euros (178.844,05) los que se quedarían sin ejecutar, una cantidad que habría permitido rehabilitar al menos una edificación de otra comunidad, si no dos. «En principio, según la regulación de la Junta, se podían dar subvenciones hasta alcanzar un tope que podía venir marcado por un límite de 100 viviendas o por el del propio presupuestario, lo primero que ocurriese, y como ha sido el de la cifra de viviendas, en principio no podemos conceder más», explica la concejala de Urbanismo, Clara Martín, quien avanza que el Ayuntamiento cuenta con plantear «una consulta» a la Junta por si hubiera lugar a una excepción.
Los edificios que serán objeto de intervención presentan notables deficiencias por patologías en cimentaciones, malos aislamientos, deterioro general de instalaciones o accesibilidad; y los programas ARU están llamados a subvencionar ese tipo de obras. No puede olvidarse que el barrio de San José Obrero es el resultado de tres promociones públicas de viviendas, de unos 60 metros cuadrados cada una, levantadas en bloques de hasta cinco o seis alturas a mediados del siglo pasado, de 1950 a 1956; y el paso del tiempo no perdona, sobre todo, si la calidad constructiva no es óptima.
En la llamada fase III de este ARU, concretamente, las seis comunidades beneficiarias llevarán a cabo obras de eficiencia energética, con aislamientos de fachada, y de renovación de tuberías; así como también un arreglo de cubierta en el caso de Giner de los Ríos 2. Ahora cada cual deberá contratar sus trabajos para que se ejecuten en un plazo que vence el 31 de julio, de cara a la presentación de las facturas y justificación del abono de la ayuda.
Con la citada cuantía de subvención por vivienda de hasta 9.354,53 euros, el porcentaje máximo depende del objetivo de los trabajos a realizar. En obras de conservación las ayudas públicas cubren el 60% del coste; por mejoras de eficiencia, calidad y sostenibilidad, hasta el 100%; y por seguridad y accesibilidad, hasta el 50%. En cuanto al reparto del presupuesto en ayudas, redondeando, el 50% lo aporta la Junta, el 40% el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento, el 10% restante.
REURBANIZACIÓN DE CALLES. Con casi 760.000 euros se financia la parte del ARU relativa a reparaciones en inmuebles y si los vecinos responden demandando esta clase de obras, tal y como ha sido el caso, se genera una inversión parecida en mejoras de calles. Así se podrá completar ahora la renovación de redes y pavimento de la calle Tomasa de la Iglesia: falta el tramo comprendido entre las calles Atenas y Mónaco, que ya tiene el proyecto redactado con un presupuesto de 451.000 euros y saldrá a licitación en próximas semanas con un plazo de ejecución inicial de seis meses.
También se cuenta con costear la reurbanización de las calles París y Viena, pero en esos casos tocará esperar a que se tramiten las garantías de justificación de los gastos en obras de los inmuebles. Y en total, casi dos millones de inversiones en rehabilitación que se suman a los cinco que ya se destinaron a las dos fases anteriores de un programa que, desgraciadamente sin que sirva de precedente, logra coordinar a tres administraciones con la iniciativa privada para mejorar la calidad de vida del ciudadano.