La Guardia Civil ha detenido al presunto autor del incendio forestal que arrasó más de 400 hectáreas en La Granja y en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama en el verano de 2019. Ya ha sido puesto a disposición judicial, según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Se trataría de un vecino de Valsaín, según ha publicado 'El Norte de Castilla'.
Este suceso conmocionó a la provincia en agosto del año pasado. Por suerte, los daños en el Pinar de Valsaín fueron mínimos en comparación con los pastos y los matorrales que quedaron arrasados, especialmente en las cumbres. La madera es un recurso económico de primer orden en la zona, pero las consecuencias del fuego no fueron tan graves como se pensaba en un principio.
En la vertiente segoviana de este incendio –que no hay que olvidar que paralelamente se originó otro en la parte madrileña–, los trabajos se repartieron en dos flancos. El derecho fue el que más preocupó durante la mayor parte del tiempo, pero el izquierdo generó problemas porque se agarró en un punto de difícil acceso para el operativo. Las autoridades tardaron poco en concluir que la causa del incendio era humana, aunque luego se ha tenido que aclarar si se había tratado de una negligencia o de una acción premeditada.
Todos los actores implicados en el operativo remaron en la misma dirección. Incluso algunos señalaron la rapidez con la que se activaron los medios como una de las claves para que el desastre no fuera mayor. Hasta el punto del incendio se desplazaron durante aquella semana efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, bomberos, brigadas de refuerzo en incendios forestales (BRIF), agentes forestales... Todos permanecieron en el terreno el tiempo que marcaron las necesidades con la ayuda, además, de hidroaviones, helicópteros, maquinaria pesada... El trabajo fue especialmente intenso en la tarde y noche del domingo, continuó durante toda la jornada del lunes, el martes se dio por estabilizado el perímetro del fuego y se rebajó a 1 el nivel de peligrosidad y el miércoles se declaró controlado con nivel 0. Para que se considere completamente extinguido aún fueron necesarios unos días más, en los que siguieron sobre el terreno medios aéreos y terrestres.
La ciudadanía también se comportó a la altura de las circunstancias. Desde el primer momento se movilizaron numerosas personas para ayudar y en la Plaza de Toros del Real Sitio se montó un campamento improvisado al que no dejó de llegar comida y bebida durante más de 48 horas. El Ayuntamiento del municipio tuvo que pedir incluso que cesaran las aportaciones porque se encontraban "saturados". Después comenzaron las tareas para limpiar el monte y, con el objetivo de recaudar fondos, se organizaron numerosas iniciativas solidarias. Ahora se está más cerca de señalar al culpable de este desastre.