Ontex y Drylock irán a juicio el 9 de abril

Nacho Sáez
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El Juzgado de Primera Instancia número 2 y de lo Mercantil señala la fecha para la celebración de la vista oral por la demanda que Ontex presentó contra su rival por supuesta competencia desleal.

Continúa la guerra industrial que libran Ontex y Drylock y, el próximo 9 de abril, irán a juicio como consecuencia de la demanda que la primera presentó contra su rival, el pasado mes de junio, por una supuesta competencia desleal. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Segovia y de  lo Mercantil ha señalado el mencionado 9 de abril y también el día 11 para la celebración de la vista oral, en el marco de la que está previsto que se practiquen diferentes pruebas testificales y periciales.

La batalla judicial entre ambas empresas se inició el pasado 20 de abril. Ese día Ontex solicitó la aplicación de medidas cautelares contra Drylock Technologies y 21 de sus trabajadores. La razón era la inminente apertura por parte de Drylock de una fábrica en Segovia y la contratación para este proyecto de antiguos empleados de Ontex. Ambas compañías son de origen belga y están especializadas en el mismo sector, la fabricación de productos de higiene íntima femenina y de incontinencia, aunque desde la más novel se ha insistido en que la tecnología y las materias primas que emplea «nada tienen que ver» con las de su rival.

Ontex cree, sin embargo, que se podría estar haciendo un uso ilícito de la información que podrían haber recopilado –como consecuencia de su desempeño profesional en la empresa– sus extrabajadores. Entre estos últimos figura el que fuera su director general hasta 2015, Miguel Ángel González –ahora líder de Drylock en su nueva apuesta en España–, al que también acusan de haber difundido «informaciones falsas y difamatorias» sobre su actividad industrial.

En un auto emitido el pasado 18 de mayo, la jueza Cecilia Fernández Prieto dio algunas de cal y otras de arena a la pretensión de Ontex de imponer medidas cautelares. Por un lado, decretó –entre otras cuestiones– que González «debe dar estricto cumplimiento» al pacto de confidencialidad que firmó tras su salida de la multinacional en 2015, pero también rechazó prohibir que Drylock contratara extrabajadores de su competidora. Según algunas fuentes, Ontex le reclama ahora 75.000 euros por los daños ocasionados.