El conflicto de la casa Buitrago, valorada por el Ayuntamiento como un ejemplo de la arquitectura noble del siglo XV, sigue creciendo como triste emblema de la degradación del entorno de la plaza de Santa Eulalia, cuya ruina va más allá del controvertido inmueble pese a su condición de BIC en categoría de conjunto histórico. Buena parte de los solares y bienes aledaños en situación de abandono son también propiedad de Construcciones Gliazar, que acaba de ser objeto de una subasta ordenada por un juzgado de Valladolid por una deuda de más de 17 millones. Se ponían en liza 16 lotes (trece a nombre de esta sociedad y tres relacionados con ella) a la vez pero por separado. La mayoría correspondía a los solares o edificaciones de esta zona y mientras la Casa Buitrago no ha encontrado interesados, tres lotes sí que registraron una puja cada uno en las horas previas al cierre del plazo el pasado lunes.

Una de las ofertas fue para hacerse con la parcela de Santa Eulalia 6, pegada al tristemente famoso inmueble (ocupa el número 7), por 496.821 euros, poco más de la mitad de su valor de subasta (887.180), aunque no se fijaba puja mínima y tiene cargas. Y las otras dos ofertas, para Buitrago 5 y 6, parcelas que conforman el solar situado a apenas 50 metros en la misma alineación vial, junto a un edificio en ladrillo que también lleva años en clara situación de abandono, evidenciado por la estructura metálica que lo sujeta, pagada y mantenida por el Ayuntamiento como actuación subsidiaria. Buitrago 5 salió con un valor de subasta de 467.473,37 euros y la oferta fue de 196.338,87; y las cifras de Buitrago 3, 244.790,35 y 156.665,92 euros, también en ambos casos con cargas pendientes. Y en cuanto a la Casa Buitrago, salió con 1.074.094,93 euros de valor de subasta y sin puja mínima, pero dio lo mismo porque nadie ofreció un céntimo.

El Ayuntamiento de Segovia presentó una reclamación en el juzgado por si de la subasta resultaba un sobrante (a mayores de los 17 millones de deuda reconocida judicialmente) para cubrir algo de lo que le debe Gliazar, 340.740 euros entre multas e impagos, pero tampoco cobrará por esta vía. 

«Ahora tendremos que ver qué soluciones nos deja el juzgado para poder actuar», apunta la concejala de Urbanismo, Clara Martín. Y respecto a los bienes que sí pueden cambiar de manos (en el caso de que se dieran por válidas las ofertas registradas), «la labor del Ayuntamiento, como siempre, será velar por la conservación del patrimonio de este conjunto histórico».

En paralelo a la subasta, el Ayuntamiento ha desestimado un recurso que presentó Gliazar días atrás contra la ejecución de las obras de emergencia que ha encargado para evitar el derrumbe de la Casa Buitrago. Se esperaba que los trabajos hubieran empezado a mediados de marzo, pero se han demorado por los estudios previos sobre el terreno ante la complejidad que entraña el delicado estado de lo que queda de inmueble. La conclusión a la que se ha llegado es que la empresa deberá colocar allí una estructura metálica realizada previamente que sirva de sujeción provisional de las fachadas para poder proceder después a su consolidación. Una intervención de urgencia de 160.000 euros que también asumirán las arcas municipales, de modo que la deuda de la propiedad seguirá creciendo por ello sin una solución clara a la vista.