El relato de la distancia

Sergio Arribas
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El exdiputado socialista Juan Luis Gordo y la exprocuradora de Podemos Natalia del Barrio opinan de la fallida investidura de Sánchez y del fracaso del gobierno de coalición en un encuentro inédito organizado por El Día de Segovia.

El relato de la distancia - Foto: Rosa Blanco

Sorprende su primera confesión. Antes de esta cita, no recuerdan haber coincidido en persona, ni protagonizado ningún debate en sede parlamentaria. Es la distancia, no solo física, entre el Congreso de los Diputados y las Cortes de Castilla y León. Pese a ser los máximos responsables de sus partidos, tampoco tuvieron un ‘cara a cara’ en los recurrentes debates en los medios de comunicación durante las campañas electorales ni ‘enganchadas’ a cuenta de sus declaraciones cuando, en representación de Segovia, eran las voces más autorizadas de sus formaciones políticas y protagonizaban titulares de prensa. No hablaban en persona, aunque sí leían sus respectivos ‘blogs’ en internet, aunque nunca mantuvieron interlocución en la red.

Es la primera vez que conversan ‘de tú a tú’ el exdiputado en el Congreso por el PSOE, Juan Luis Gordo y la que fuera procuradora en Cortes por Podemos, también en la última legislatura, Natalia del Barrio. En común, su reciente salida de la política activa, de cuyas razones prefieren no hablar. Partidario de la abstención socialista para evitar unas terceras elecciones, Gordo se opuso al «no es no» a Rajoy del ‘Sanchismo’. 

«La legislatura de 2015 me llevó a la necesidad de salir del mundo político, de la primera línea, porque además lo viví francamente mal y después con el conflicto que tuvimos en el partido…., en fin», confiesa Gordo. Por su parte, Del Barrio, que en octubre de 2018 anunció que no iba a repetir como candidata de Podemos, sin explicar motivos concretos, dejó entrever que su marcha obedecía, simplemente, al desgaste y profundo estrés de cuatro años de intenso trabajo en las Cortes —era persona de confianza de Pablo Fernández—. Su interés era volver a sus «proyectos personales» tras cinco años de trabajo para la puesta en macha de Podemos en Segovia.

La charla, en torno a un café, en el Hotel San Antonio El Real, por invitación de El Día de Segovia, se aventura relajada, aunque su innata pasión por la política les traiciona. Se trata de que opinen y debatan sobre la fallida investidura de Pedro Sánchez y del ya famoso ‘relato’ con el que ambos partidos —los suyos— han tratado de justificar el fracaso de las negociaciones en favor de un gobierno de coalición progresista.

Tanto Gordo como Del Barrio han seguido  «muy de cerca» los acontecimientos. En todo momento, el exsecretario general del PSOE de Segovia tuvo la sensación de un ‘déyà vu’, porque ha sido, según dijo, una reproducción de lo acontecido en 2016, cuando Sánchez no logró la investidura tras pactar con Ciudadanos (Cs) y después no logró el apoyo de Podemos a este acuerdo para lograr que las «fuerzas del cambio» impidiesen un gobierno del PP. «No estoy de acuerdo. Sánchez en 2016 fue a la investidura con un acuerdo con Cs, algo que se ha olvidado ahora en el célebre relato», apunta Del Barrio. Por primera vez en la charla salta la palabra de moda, el relato, en alusión de las explicaciones que cada partido ha dado para convencer al electorado de que la culpa del fracaso de las negociaciones entre PSOE y Unidos Podemos no era suya sino del partido interlocutor.

«El PSOE dijo desde el principio que quería un gobierno en solitario. Luego se vetó la entrada de Pablo Iglesias. Es cierto que ha faltado un poco de debate sobre las políticas a aplicar, aunque el debate estaba ahí, con las competencias que se pedían para ciertos ministerios y su presupuesto», apunta la exprocuradora de Podemos, a quien le resulta «paradigmático» que los partidos nacionalistas e independistas fueran los que «pusieran un poco de sentido común». «Ha sido —añade— una desilusión que no se llegara a un acuerdo (…) quizá en septiembre haya una última oportunidad si por parte del PSOE hay voluntad de afrontar la negociación de otra manera».

Gordo replica sin medias tintas. «Unidas Podemos es un partido con alto nivel de inmadurez para el gobierno, que instrumentaliza la política y no piensa en el interés general sino en sus necesidades mediáticas y en los grupos de interés que les apoyan». A su juicio, el Gobierno Sánchez hizo un «gran esfuerzo» para el acuerdo, porque existe un «clamor popular» de no repetir las elecciones. «No hay mayoría ni de izquierdas ni de derechas y un acuerdo con las bases actuales nos puede llevar a una situación a corto plazo muy difícil. Por eso soy pesimista y no creo que haya opción a una segunda vuelta con Podemos. Su única opción, como ha planteado la rampa anticapitalista, es ir a un acuerdo de mínimos, programático y facilitar la investidura».

«FALTA UNA CULTURA DE PACTOS». Para Del Barrio, el proceso ha demostrado que «falta una cultura democrática y de pactos, de capacidad negociadora», negando similitudes con lo acontecido en 2016. «El apoyo de Unidas Podemos habría arrastrado a otros partidos. La mayoría progresista existe como existió en la moción de censura [contra Rajoy] donde jugamos un papel fundamental y eso parece que se ha olvidado».

Frente al ‘relato’ socialista, la ex-parlamentaria regional niega la presunta ambición de Unidas Podemos por acaparar ministerios, sillones y cargos, porque si así hubiera sido, razona, estaría con un «titulo», sin competencias ni presupuesto, un título nobiliario que «queda bonito en un salón pero que no sirve para nada». «¿Qué se ha hablado poco de los programas y propuestas asociados a esos ministerios? Pues sí, es un fallo muy gordo, pero el pedir competencias y presupuesto para tus ministerios es hablar también de que quieres ejecutar una serie de políticas».

Aunque Gordo da la razón a Del Barrio en la ausencia de la «cultura del pacto» en España, a diferencia, según dice, de lo ocurrido en países como Dinamarca, Italia y Alemania, no comparte su último argumento. «Unidas Podemos —subraya— se ha centrado en la búsqueda de cargos y su primera condición fue la vicepresidencia del Gobierno, en la persona de Irene Montero (…) Desde el primer momento, según el relato de quienes negociaron, se impuso la necesidad de concretar cargos, lo cual es, de antemano, el fracaso de cualquier negociación».

«No me ha gustado esa batalla del relato, parecía más una competición a ver quien quedaba mejor , que el buscar el interés general, tanto por el PSOE como Unidas Podemos», replica la ex parlamentaria por el partido de Pablo Iglesias. «Una negociación —añade— tiene que ser transparente, pero esto ha sido un show. Es lo que menos me ha gustado. Se ha pensado más en la negociación del relato, en quien quedaba mejor, que en el desarrollo de políticas».

En todo caso, Del Barrio insiste en que la formación morada nunca buscó cargos sino puestos de responsabilidad en ministerios con capacidad ejecutiva y presupuesto. «Si hubiera querido sillones hubiera hecho lo que Cs en Castilla y León. Francisco Igea (Cs) es vicepresidente y tiene una consejería, que se llama de Regeneración Democrática o Transparencia, de nombre muy bonito pero con cero euros de presupuesto. Eso sí es negociar por un sillón porque no va a poder hacer nada. Aquí la batalla del relato es la que ha ganado».

CONTRARIOS A LA REPETICIÓN DE ELECCIONES. Pedro Sánchez tiene de plazo hasta el 23 de septiembre para lograr la investidura. De lo contrario, ese mismo día, se disolverán las Cortes y se convocarán elecciones, para el 10 de noviembre. Ni Gordo ni del Barrio desean la repetición electoral, aunque mientras el primero se muestra pesimista la segunda confía en un acuerdo PSOE-Unidas Podemos «sea de gobierno de coalición o programático. Una repetición electoral aumentaría la abstención y los resultados no serían los mismos».

Gordo atisba un «evidente problema de confianza» entre las formaciones de Sánchez e Iglesias y asegura que para no ir a unas segundas elecciones se requiere un «programa consistente y una lealtad institucional» porque «en un gobierno no puede haber dos grandes gobiernos». «Pablo Iglesias —comenta— se ha manifestado como un líder frívolo y será muy difícil (…) Unidas Podemos ha perdido una gran oportunidad y la única salida que tiene, por interés propio, porque su intención de voto decae, es dar la investidura a Sánchez». A su juicio, la otra opción es la abstención del PP, porque en Cs «yo no confío». «Partidos como Cs y Podemos, en lugar de traer regeneración, han traído inestabilidad. Han envejecido a una velocidad de vértigo, en tres años, son partidos rancios, que piensan solo en el asalto al cielo».

Ante este argumento, Del Barrio replica con contundencia. «Me parece hipócrita y falso decir [en alusión al PSOE] que tu socio preferente es Unidas Podemos y luego apelar contínuamente a la abstención de PP y Cs, que no ha tenido pudor en aliarse con la extrema derecha y el PP más corrupto en la Comunidad de Madrid». «El PSOE —añade— piensa que obtendrá una mayoría más amplia si se repiten los comicios. Pero yo no quiero. La gente se cansa. Ve la política, con perdón. como un mamoneo».

Gordo formó parte de la mayoría de diputados del PSOE que, el 29 de octubre de 2016, —horas después de que Pedro Sánchez renunciara a su acta de diputado— votaron abstención para permitir la investidura de Rajoy. «No queríamos llevar a este país a unas terceras elecciones, cosa que Podemos no tenía ningún problema», recuerda Gordo. «Que te digan por la calle que no vamos a ir a votar, que si no hay acuerdo y vas a unas terceras elecciones ya no te votan… eso lo he sufrido yo, en las calles y barrios de Segovia. Para un político es duro. Sería deseable ahora buscar el acuerdo, aunque, si no queda más remedio, se irá a esas segundas elecciones que, a mi juicio, no van a resolver nada, salvo aclarar un poquito más el panorama y actuar de catalizador para que aquellos partidos con más apoyo popular busquen imperiosamente un acuerdo de equilibrio entre las partes».