"En Perú salimos a más de un presidente por año"

Agencias
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Cuatro años después de abandonar el cargo, el exmandatario asegura que el Congreso ha llevado a cabo un «golpe de Estado» y espera un poco de estabilidad de cara a los comicios de 2021, en los que pretende volver a asumir las riendas de la nación

"En Perú salimos a más de un presidente por año" - Foto: Paolo Aguilar

No tiene dudas. La destitución de Martín Vizcarra a principios de noviembre fue «un golpe de Estado» a manos de un grupo de partidos que trataron de «tomar el Poder Ejecutivo por asalto». Una vez resuelta la crisis política con la renuncia del efímero presidente transitorio Manuel Merino y la designación en su lugar del congresista Francisco Sagasti, el exmandatario peruano Ollanta Humala lamenta que, desde que dejó el Gobierno, en 2016, su país salga a un promedio de menos de un año de mandato por presidente, con cuatro jefes de Estado en cuatro años. Por eso, el líder del Partido Nacionalista -investigado por presunto lavado de dinero en sus campañas- exige a Sagasti acciones claras contra los promotores del «golpe de Estado» para que no ocurra lo mismo con él antes de que se celebren las generales previstas en abril y en las que él mismo tratará de volver al poder.

¿Qué opinión le merece la designación de Sagasti como presidente?

Sagasti es uno de los congresistas con mejor preparación para asumir este enorme reto y, además, pertenece a la única bancada (Partido Morado) que no estuvo involucrada en el golpe de Estado.

¿Teme que le ocurra lo mismo que a Vizcarra?

Su situación es inestable porque dependerá de los votos del Congreso. En este quinquenio vamos a tener a Kuczynski, Vizcarra, Aráoz, que también juró el cargo; Merino y Sagasti. Salimos a menos de un año por presidente.

¿Por qué se ha dado esta crisis?

Viene de atrás. Hablamos de un sistema de representación política destruido principalmente por Alan García y Alberto Fujimori, que han hecho que sea extremadamente sensible, frágil e inestable. Cuando el sistema ya no representa a la población, viene esta coyunturas de democracia directa, donde la gente sale a las calles a expresar su rabia porque se sienten defraudados por sus políticos, y tenemos a un grupo de representantes que responden a cálculos electorales antes que a intereses nacionales.

¿Por qué ve como un golpe de Estado la destitución de Vizcarra a manos del Congreso por «incapacidad moral»?

El presidente solo puede ser acusado por el Congreso por cuatro motivos y ninguno es una investigación preliminar. Perversamente han interpretado la incapacidad moral como un tema de deshonor. Si esa imposición abusiva del Congreso prevalece, el presidente va a ser el funcionario público más inestable. Puede ser destituido en cualquier momento. Sería bueno que el Tribunal Constitucional desarrolle este artículo de la Constitución.

¿Con qué objetivo piensa que los partidos opositores a Vizcarra lo destituyeron?

Detrás de este golpe de Estado ha estado el interés de tumbarse a la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria, renovar el Constitucional para tener una Corte ad hoc que les dé un marco constitucional, asaltar el Presupuesto y quedarse más tiempo en el poder o buscar manipular las elecciones.

¿A qué se abocaba Perú con Merino al frente?

A nada, ni siquiera pudo consolidar un Gabinete. Entendió mal las cosas. La visión personal le jugó una mala pasada. Había intereses espurios de los promotores de la moción, donde Merino iba a ser el parachoques. Todo esto tiene que ser juzgado, y va a ser importante que el actual presidente tome acciones porque él sigue en la misma inestabilidad que Vizcarra y Merino.

¿Cómo hubiese actuado usted en la posición de Vizcarra tras ser destituido?

Nosotros vivimos esta amenaza en nuestro Gobierno. La mayoría en el Congreso la tenía el Partido Aprista, el fujimorismo y APP, pero creo que se hicieron bien las cosas. Llevamos a Perú por la senda del crecimiento y políticas sociales. Hemos iniciado proyectos y hemos dejado megaproyectos para el siguiente Gobierno.

Sin embargo, esa situación cambió con el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.

Kuczynski subestimó al adversario que tenía y el rival lo vio como un enemigo. Cuando hicimos el relevo, le dije que no iba a poder gobernar con 73 congresistas fujimoristas y media docena de apristas. Tenían casi los votos para echarlo. Le recomendé no pactar con ellos.

 

¿En qué se equivocó Vizcarra?

Él participó en la caída de su presidente. Tiene responsabilidad al menos ética y política. Cometió el error de no participar en unas elecciones. Eso habría evitado todo esto. Su otro error fue no denunciar a los sediciosos en su primer intento por destituirlo (en septiembre).

Tras las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos cometidas en la represión a las masivas protestas contra Merino, ¿le recuerda esto a la época de Fujimori?

Las dos coyunturas se han dado con procesos electorales en marcha. Eso demuestra que hay fuerzas no democráticas que quieren romper el proceso pero, como están diciendo, se han metido con la generación equivocada.