Cristal de La Granja por Navidad

A.M.
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El Centro Nacional del Vidrio abre un comercio en el centro de Madrid y aborda un «innovador proyecto europeo transversal»

Cristal de La Granja por Navidad

Si la pandemia marca el ritmo diario, como dificultar la salida de miles de madrileños, para visitar el Real Sitio de San Ildefonso y la antigua Real Fábrica de Cristales, es el Centro Nacional del Vidrio, quien rige uno de los ejemplos de la arquitectura industrial europea del siglo XVIII, quien ha optado por tarladarse a Madrid, para llevar a cabo la campaña navideña de ventas, que el año pasado llevaba el lema de ‘Regala cristal, regala Navidad’. Esto se produce paralelamente al desarrollo de un «innovador proyecto europeo transversal que asentará y fijará el futuro de la Real Fábrica», cuyo presupuesto anual ronda entre 1,5 y 2 millones de euros, denomionado ‘Futuro tras el cristal’, según su director, Javier Ramos Guallart.

En estos días, los responsables de la Real Fábrica están barajando varias ofertas de locales en Madrid, en torno al barrio de Salamanca, para abrir un punto de venta de regalos de vidrio durante dos meses, desde mitad de noviembre, hasta mediados de enero. Se busca un entorno accesible, con metro cerca,  en una zona interés comercial y cultural,  para un establecimiento que necesitará escasa inversión en obras y que será atendido por personal propio.

Ramos Guallart sostiene que este mercado navideño ha funcionado cuando se ha abierto en La Granja y, ahora, «el público agradecerá que tengamos un punto de venta en Madrid, lo que es importante para nosotros, sin tener un coste excesivo». 

Pero el futuro de la instalación vidriera pasa por un plan a siete años, que está siendo apoyado por todas las administraciones, desde el Ayuntamiento del Real Sitio, a la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial y los ministerios del Gobierno de España presentes en el patronato,  que amplía el proyecto presentado por el arquitecto Javier Ramos, a tres años, cuando se hizo cargo de la dirección.

En declaraciones a este periódico, el director explica que 'Futuro tras el cristal', «apoyado en la estrategia europea y española de economía circular, en un sentido transversal»,  prevé integrar  la Formación Profesional (FP), en un sector como el del vidrio soplado que está a punto de ser declarado bien de interés cultural inmaterial, además de la transformación digital del museo; aprovechar el patrimonio de 5.000 moldes, para crear  productos innovadores y de diseño de carácter internacional, y llevar a cabo un ejercicio de eficiencia energética de todos aquellos espacios y componentes de la fábrica, tanto el calor del horno, encendido las 24 horas del día todo el año, como climatización o instalación eléctrica.    

Desde el Ministerio de Educación se colabora para crear un centro de referencia de F.P. y, además, un centro de excelencia que, por su carácter innovador, en colaboración con la empresa privada,  va a dar formación de dos o tres años en el sector del vidrio, no solamente en el soplado, sino en lo que significa la tecnología tanto personal como industrial, una experiencia para poner en marcha  al año próximo.   

El director asegura que «estamos en una dinámica de sostenibilidad,  ahorro energético y uso de tecnologías digitales que había excluido en mi proyecto centrado en espacios de la real fábrica». 

Por el momento, se han cerrado acuerdos con empresas de catering y de celebración de bodas, para utilizar la fábrica, los próximos años, además de trabajar en la renovación de los productos que se fabrican,  haciéndolos más accesibles. Como previó inicialmente, Javier Ramos subraya que se han liberado espacios para ponerlos en uso y  acoger actividades culturales, sociales y de interés para la fábrica, La Granja y Segovia, convertirla en un centro de referencia.

En un año «raro», el futuro que tienen por delante anima al Centro del Vidrio a seguir hacia adelante «con optimismo», matiza Ramos.