El ejercicio 2019 ha sido, en la provincia como en el conjunto nacional, un año de crecimiento económico moderado por las previsiones de desaceleración económica, que se han cumplido aunque en menor medida de lo esperado, según el análisis de la Federación Empresarial Segoviana (FES). Sin embargo, y según anunció el consejero de Industria de la Junta hace unas semanas citando el informe de una entidad bancaria, la provincia de Segovia cerrará el año con un crecimiento superior a las medias regional y nacional. Según este estudio, la economía provincial crecerá en torno a un 2,3%, mientras que la media de la Comunidad Autónoma se situará en el 2% y a la nacional en el 1,9%. Lo mismo se puede decir, a falta de computar en datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre, en cuanto al empleo. La tasa de paro provincial (8,4%) es sensiblemente inferior a la de Castilla y León (11,1%) y a la nacional (14%).

“Por tanto, podemos decir que la economía de Segovia ha aguantado bien este primer año de clara desaceleración”, asegura Andrés Ortega, presidente de FES, quien señala que uno de los motivos ha sido el excelente comportamiento de las exportaciones, cuyo número, tanto en volumen económico como en número de empresas abiertas a la internacionalización, está creciendo de manera notable. “Sin duda este ha sido un factor clave en el mejor comportamiento de nuestra economía, y nos refuerza para seguir realizando el trabajo que está llevando a cabo FES para fomentar la salida al exterior de las empresas de Segovia. Apostar por la internacionalización es fortalecerse ante desaceleraciones, recesiones y crisis”, asegura Ortega.

PERSPECTIVAS PARA 2020. En cuanto a las perspectivas para 2020, FES confía en que Segovia siga teniendo un mejor comportamiento, como ha ocurrido en 2019, aunque dentro de un contexto de desaceleración que viene marcado por los frentes de incertidumbre heredados del pasado ejercicio: las inestables relaciones comerciales entre EE.UU. y China y la perspectiva del Brexit el 31 de enero, tras la victoria clara de Boris Johnson con una cómoda mayoría absoluta, entre otras. “Y en el ámbito nacional, a día de hoy y tras sucesivos procesos electorales y negociaciones fracasadas, seguimos con un Gobierno en funciones y sufriendo la consecuente inacción en muchas materias que necesitan medidas rotundas y urgentes”, lamenta.

Las previsiones para 2020 apuntan a una continuidad en la senda de desaceleración, con tasas previsiblemente por debajo del 2% (alrededor del 1,6%, según las estimaciones de CEOE y de la mayoría de organismos internacionales y nacionales). El empleo seguiría aumentando a menor ritmo y la tasa de paro seguirá reduciéndose, pudiendo situarse por debajo del 13% a finales de 2020.

Para FES, un elemento para la esperanza, aunque sus efectos no se verán tan a corto plazo, será el inicio del planeamiento del Plan de Industrialización que la Junta ha comprometido para la provincia, sobre todo enfocado a la zona oriental, que sufre mayor despoblación y paralización económica. “Los empresarios lo que verdaderamente necesitamos es seguridad jurídica, paz social, estabilidad política, reglas de juego claras y a salvo de intereses partidistas del corto plazo. Por eso esperamos que las negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno se aborden con sentido de Estado y anteponiendo el respeto y el cumplimiento del marco constitucional a los intereses particulares”, comenta el presidente de la Federación.

A su juicio, una clara vulnerabilidad de la economía española es el elevado endeudamiento público que, unido a los compromisos de déficit derivados de la gobernanza europea, hacen que el rigor presupuestario sea un principio inaplazable de las políticas públicas. "La política fiscal debe ayudar a la competitividad de las empresas, a su internacionalización e innovación y, sobre todo, favorecer la creación de empleo que es la gran prioridad de España y la condición necesaria para el sostenimiento de nuestro Estado del Bienestar. En este empeño, se hace imprescindible, dentro de la diversidad de fuerzas, contar con un Gobierno estable y moderado, que propicie pactos de Estado sobre reformas inaplazables para garantizar a futuro un crecimiento económico sostenible generador de más y mejores empleos", añade.

DEMANDAS, MEDIDAS, REIVINDICACIONES. Formación, innovación y digitalización, industrialización, internacionalización, unidad de mercado y sostenibilidad son algunas de las prioridades empresariales para lograr la reactivación económica y del empleo que esperan todos los españoles. FES reivindica también la importancia del diálogo social como canalizador de los intereses de las empresas y de los trabajadores y como garantía del bienestar social

"Es necesario incrementar el peso de la industria en la economía de Segovia, persiguiendo una mayor diversificación. En España los empresarios han marcado como objetivo aumentar este peso hasta un 20% del PIB. Actualmente, contando al sector eléctrico, este porcentaje es únicamente del 16,5%, y de un 11,5% si se excluye dicho sector. Otro punto es contar con una fiscalidad competitiva. Existen claras diferencias entre las cotizaciones sociales en España, del 30%, y en el resto de la UE, donde se sitúan por debajo del 25%; o en el Impuesto sobre Sociedades, con un tipo del 25% en nuestro país, frente al 22,5% de la media europea", analiza.

La lucha contra la economía sumergida es otro de los elementos importantes. Según cálculos de CEOE, su peso en el PIB es de un 22% y aportaría 200.000 millones de euros a las arcas del Estado. “Por otra parte persisten factores que lastran la competitividad del tejido productivo y de servicios de la provincia. Hablamos de carencias en la capacidad y velocidad de los sistemas de comunicación (fibra, banda ancha), una materia en la que desde FES somos insistentes y reivindicativos porque creemos que, si entendemos la digitalización como una necesidad más que una opción, no podemos emprender ese camino en peores condiciones que el entorno. Y también, según estamos recogiendo de los empresarios de toda la provincia en los encuentros que organizamos, preocupa la falta de mano de obra cualificada en algunas ocupaciones, sobre todo en el medio rural; y el elevado coste de la energía, además de problemas en el suministro”, concluye Ortega.