Las emisiones medias de CO2 aumentan un 1,7% hasta junio

SPC
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La patronal de concesionarios solicita que se invierta más en la creación de puntos de recarga de vehículos eléctricos, así como en planes que promuevan la compra de estos coches

Vehículos circulando por una calle de Valladolid. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

Las emisiones medias de dióxido de carbono de los coches nuevos vendidos en Castilla y León se situaron en 120 gramos por kilómetro recorrido en el primer semestre del año, lo que supone un incremento del 1,7 por ciento respecto a la media del año anterior, según los datos facilitados por la patronal de concesionarios, Faconauto.

La caída en las matriculaciones de los coches diésel de última generación que emiten menos CO2 que los de gasolina, explica este incremento que supone un “empeoramiento de los datos” como ya vino pasando en los dos últimos ejercicios, indicaron desde la patronal. Además estos vehículos suponen solamente un 28 por ciento del mercado autonómico.

Faconauto indicó que la última generación de vehículos diesel “puede jugar una papel importante” para alcanzar los objetivos climáticos y la descarbonización del transporte en el futuro cercano. Destacaron además que los países de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo para reducir las emisiones de CO2 en coches y furgonetas en un 35 por ciento en 2030.

Por otra parte, en lo que va de año, los coches eléctricos representaron un 0,4 por ciento de las matriculaciones castellanas y leonesas, mientras que los motores híbridos -combustible/eléctrico- fueron un 9,2 y los híbridos a gas un 0,1 por ciento en la comunidad.

Dentro de la hoja de ruta para el periodo 2020-2025, la patronal propuso poner en marcha un Plan Nacional de impulso a los vehículos de bajas emisiones al que se destinarían 1,5 millones de euros para promover su adquisición, así como para instalar puntos de recarga.

El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, destacó que la llegada al mercado de los vehículos de bajas emisiones será “clave” para lograr reducciones significativas del dióxido de carbono, pero es necesario disponer de infraestructuras de recarga.

Pérez pidió que las administraciones públicas y la empresa privada intensifiquen sus inversiones en infraestructuras, “como ocurre en países de nuestro entorno”, puesto que el vehículo eléctrico se acelerará por las exigencias medioambientales europeas”, sin olvidar que las tecnologías de combustión “son todavía el presente” y hay que trabajar con ellas “para asegurar la movilidad en este periodo de transición”, concluyó.