La estética ciberpunk y los juegos difíciles están de moda y Ghostrunner reúne esas dos características en una combinación de acción y plataformas. El protagonista es un asesino mejorado mediante implantes que busca venganza armado con una catana. El corredor fantasma debe ir ascendiendo por la Torre Dharma en la que se refugia lo que queda de la Humanidad y en su camino por los niveles debe realizar movimientos precisos y sobrevivir a los enemigos. El nivel de dificultad es muy elevado ya que el mínimo error se penaliza con volver al último punto de control. Los movimientos de plataformas son exigentes y los combates, intensos. A la venta en las consolas actuales y PC y en breve saldrán también las versiones de Series X|S y PS5.