La mala dinámica con la que llegó el Real Madrid a la Supercopa de España se agravó ante el Athletic Club desde la pizarra, con el planteamiento inicial fallido de Zinedine Zidane, que fue superado por Marcelino García Toral, y pasó por los dos graves errores de Lucas Vázquez y por el ocaso de la estrella que debía ejercer liderazgo, Eden Hazard.

El primer título de la temporada se le escapó al Real Madrid sin llegar a disputar la final. El golpe de realidad se lo dio el Athletic y Marcelino, capaz de anular desde la presión el juego madridista. En los planes de Zidane no entraba el que plasmó su rival. Es uno de los habituales errores del técnico blanco, pensar más en su equipo que en el rival, y el Athletic le sorprendió. La entrega de Vencedor y Dani García anuló a Kroos y Modric. El cortocircuito blanco se creó siendo fiel a su filosofía de jugar siempre el balón. Tardó ‘Zizou’ 20 minutos en reaccionar y su equipo ya perdía.

La noche negra de Lucas Vázquez puso todo cuesta arriba a un equipo que carece de gol. Dos tantos de desventaja tras la mala decisión en el inicio de jugada y un penalti evitable. El momento físico de Lucas le hizo pensar a Zidane que podría ser importante con toda la banda libre. La apuesta le salió mal.

«Eden necesita recuperar confianza, hacer un buen partido, meter un gol, hacer algo diferente. Hay que tener paciencia». Son palabras del técnico galo tras un nuevo partido gris de Hazard en una fecha importante. Uno de esos encuentros en los que el líder debe dar un paso al frente. El belga no está para eso y en su proceso de rodaje, el equipo blanco va cosechando resultados negativos o le cuestan una eliminación.

Y cuando a un equipo le vienen mal dadas aparecen situaciones que no ayudan. Ocurrió con el susto de Ramos en el calentamiento, que le hizo jugar con molestias, con el golpe que impidió seguir a Varane tras el descanso y los disparos a la madera de Marco Asensio.