Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Traiciones

21/12/2021

Confieso mi error y mi falta de olfato: nunca pensé que Mañueco fuera a convocar elecciones anticipadas. Y lo ha hecho. Por tuiter, a las 9 de la mañana, en vísperas de la Lotería del Gordo, en pleno ambiente navideño y sin aceptar preguntas en el acto, celebrado en la sede de la Presidencia, en el que dio públicamente cuenta de su decisión. Mucha transparencia, pero, a la hora de la verdad, ni los periodistas ni la sociedad han podido ahondar en los motivos de un paso de tal envergadura. Hubiera sido muy interesante, y tal vez esclarecedor, saber lo que parece que sabía don Alfonso sobre las maniobras de PSOE, Ciudadanos (Cs), Podemos, Por Ávila y tránsfugas (así, en plural) para aprobar los presupuestos a sus espaldas y sacar adelante una supuesta moción de censura que presentarían los socialistas allá por marzo. No lo explicó. Nos quedamos con las ganas. De lo que sí habló, sin dar más detalles, fue de «deslealtad», «confianza rota» e, incluso, de «traición», palabra que también usó el cesado y ya ex vicepresidente Igea (Cs) para calificar el asunto. ¿Quién traicionó a quién? Depende de la versión. Mañueco afirma que convoca elecciones por el bien de los castellanos y leoneses. Refiriéndose al presidente, Igea se pregunta: «¿Qué cojones piensa de la población para tomar esta decisión?, ¿qué categoría humana tiene?» Mañueco se deshizo en elogios hacia su propia gestión y, por tanto, pide otros cuatro años para continuar por esta senda. Igea, que no se lo esperaba, juzga irresponsable todo lo ocurrido. Y yo me pregunto: ¿era necesaria esta convocatoria?, ¿lo entiende la gente?, ¿había necesidad, solo por cuestiones partidistas, de cambiar a la consejera de Sanidad en pleno auge de la pandemia? Creo que Mañueco no lo explicó todo. Nada dijo del deseo de Pablo Casado de convocar elecciones allá donde cree que el PP puede ganarlas para así allanarle a él el camino a La Moncloa. Y los dos lugares ideales eran Castilla y León y Andalucía. Mañueco no ha dado el paso sin la aprobación, y empuje, de Casado. ¡Castilla y León por España! Otra vez podemos ser conejillos de Indias ajenos a nuestros intereses regionales. Ya nos pasó con Aznar.