La Concejalía de Obras, Servicios e Infraestructuras ha impulsado las obras que ha llevado a cabo la constructora D-Todo, que han durado cuatro meses y que se han visto afectadas por el estado de alarma (se paralizaron 13 días y se ralentizaron después por precaución). Los trabajos se han centrado en la eliminación de barreras arquitectónicas con el objetivo de lograr una accesibilidad universal para los visitantes y para los propios trabajadores del centro.

En el acceso exterior se ha modificado la rampa lateral que salva los escalones del porche, dotándola de barandillas y de una señalética en el suelo mediante un pavimento podotáctil realizado in-situ e integrado en el solado de la plaza. Este pavimento podotáctil acompaña al usuario hasta el interior del edificio, donde le guía hasta los distintos espacios de la zona pública de las instalaciones, aseos públicos, tienda y mostrador de atención.

Este último ha sido rediseñado para adaptarse a la atención de personas en silla de ruedas, permitiendo que las mismas puedan aproximarse a él para ser atendidas sin que los trabajadores deban desplazarse de sus puestos de trabajo. Los aseos públicos, mientras, se han modificado para dar espacio a un nuevo aseo adaptado de mayores dimensiones y dotado de una camilla cambiador para adultos de accionamiento neumático. Además se ha instalado un vestuario accesible para el personal del centro.

La alcaldesa entrega una planta a un visitante por ser uno de los cien primeros en realizar una consulta tras la reapertura del CRV. - Foto: Nacho Valverde Ical

El acceso a los aseos se realizará a partir de ahora a través de un control de acceso adaptado para personas de movilidad reducida que les facilitarán su utilización. Los espacios de oficinas se han reorganizado buscando espacios de trabajo cooperativo y zonas de comunicaciones amplias y definidas, generando un recorrido lineal desde el acceso de personal hasta los distintos puestos.

Además, toda la iluminación del centro ha sido adaptada a sistemas led de bajo consumo -controladas también con sensores de luminosidad en función del aporte de luz solar a lo largo del día- para obtener un nivel equilibrado de luz en las estancias cercanas a las cristaleras exteriores y reducir a su vez el consumo cuando no son necesarias de manera automática.

DETALLE. Las cien primeras personas que hagan una consulta en el Centro desde su apertura esta mañana recibirán una planta. Esta idea surgió del Hotel Corregidor y ha culminado en el proyecto 'Brotes de esperanza', que hace referencia al punto 19 del Plan de Reactivación del Turismo: “Participar en una campaña de agradecimiento y fidelización de los primeros clientes en hoteles de la ciudad”. Esta acción se está llevando a cabo gracias a la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos y a una donación de la Concejalía de Medio Ambiente.

Los responsables municipales han asegurado que se pondrán en marcha más proyectos para dotar de accesibilidad universal a otros espacios. Como ejemplo de ese compromiso con la discapacidad, han señalado la adaptación de las visitas guiadas para grupos con necesidades especiales, el alquiler de sillas de ruedas, la aplicación 'Segovia para todos' o los planos de la ciudad en braille.