Garzón persiste en su cruzada contra el modelo de macrogranjas

Agencias
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El ministro de Consumo critica tanto al PP como a sectores del PSOE por «difundir algo que no es verdad», mientras insiste en frenar las explotaciones intensivas para proteger al planeta

Reunión entre el ministro y representantes de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). - Foto: FERNANDO VILLAR

Lejos de retractarse de sus palabras contra las macrogranjas y la peor calidad de la carne española procedente de esas instalaciones que realizó a finales de diciembre en un tabloide británico, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, volvió una vez más a defender su postura a este respecto, al tiempo que afirmó que su línea de actuación está alineada con la posición del Gobierno. Igualmente, señaló que la izquierda no puede «comprar» el marco de «fake news» y «caricatura» de la derecha, pues si lo hace «estás derrotado».

«Cuando se habla de lo que sí dije, en el Gobierno hay consenso», apuntó el titular de Izquierda Unida, tachando de chascarrillo y de manipulación las otras versiones que se han interpretado de sus palabras en The Guardian.  

El ministro destacó que es normal que, ante la difusión de «algo que no era verdad», como que atacaba a la ganadería cuando la realidad era que defendía precisamente al sector frente a la gran industria. Pero señaló que ahora están «desnudando el bulo» y se aprecia con «claridad» que lo dicho «no solo es coherente con lo que defienden muchos ganaderos desde hace tiempo».

Cuestionado por qué no ha obtenido respaldo del PSOE, Garzón apuntó que cree que su labor está alineada con el Ejecutivo y que está «absolutamente convencido» de que va en la «línea» de lo que va a ser norma en España para los próximos años, como es defender un sector sostenible. De hecho, subrayó que la movilización contra las macrogranjas es la «vanguardia» de la lucha contra el cambio climático.

«Cuando uno compra el marco y se pone a la defensiva como puede haber pasado en los últimos años, es que estás derrotado. Lo que hay que decir en el mundo rural también es ese mundo rural tiene elementos progresistas y pueden ser hegemónicos», enfatizó

En este sentido, el comunista criticó duramente al presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, primero afirmando que «no merece la pena responder», para después tachar sus palabras contra él como «chascarrillos».

«Ha habido un estilo a la hora de criticarme por parte de algunos dirigentes, tanto del PP, como presidentes de comunidades autónomas del PSOE que no merecen una respuesta en esa línea. Recordar que ese mismo presidente tiene normas en tramitación que denuncian las macrogranjas», recalcó. Por tanto, censuró que se caiga en «falacias y en una actitud de «sumarse a una cacería» contra él.

En esta polémica, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, dio ayer un espaldarazó al ministro Garzón e insistió en que no hay «un motivo» para cesarle. Igualmente, puntualizó que las explotaciones industriales tienen «un margen de mejora muy notable» desde el punto de vista ambiental, social y de bienestar animal.

Además, el titular de Consumo tuvo ayer un encuentro cara a cara con representantes de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) para tratar la polémica sobre la ganaderia intensiva, en la que aceptó visitar distintas explotaciones ganaderas con distintos modelos de producción en Madrid y Galicia, una vez que hayan pasado las elecciones de Castilla y León, el próximo 13 de febrero.

«No estamos dispuestos a que nadie coja bandera política de esta situación, haremos esas visitas en los próximos meses, en principio a la zona cercana a Madrid y después a  Galicia», señaló el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos.

Durante su encuentro con Garzón, la delegación de UPA pidió que se saque a las explotaciones familiares del debate surgido a raíz de las declaraciones del ministro, porque está «absolutamente garantizado» que la calidad de sus productos y de su carne, en el 99,99% de los casos, es «excelente».

exigir el origen de la carne. En medio de este rifirrafe político y mediático, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, aseguró que los consumidores tienen derecho a saber «con la mayor precisión posible» de dónde procede la carne que están consumiendo, al tiempo que sostuvo que estudiará las propuestas de UPA relacionadas con el etiquetado de los productos cárnicos.

En este contexto, el ministro defendió ante los ganaderos la empresa extensiva, familiar y social, «que genera puestos trabajos y produce arraigo en la población», frente al modelo de las macrogranjas, es decir, «explotaciones que es necesario frenar y limitar para proteger el planeta, el mundo rural y eel sector».

Garzón también reivindicó «todas las reformas que ha hecho el Gobierno de España para proteger a este medio». Por ejemplo, el real decreto de flexibilización del paquete higiénico-sanitario y que facilita la comercialización a los pequeños productores.

«La ganadería social y familiar representa a gran parte del sector y tiene que ser defendida frente a amenazas como las macrogranjas. Siempre hemos señalado, en línea con los mandatos de la Comisión Europea y en línea con la evidencia científica, el enorme coste social, ecológico y económico que produce este modelo de producción», concluyó el ministro.